Esto no puede ni debe continuar. Venezuela no resiste más. Desde aquí se respaldan activamente los procesos desestabilizadores del continente y de parte del resto del mundo. Pero el problema de fondo es que mientras el régimen actual exista, no hay posibilidad alguna de resolver los graves problemas. Todo avanza hacia lo negativo mientras el país se desmorona y millones de compatriotas resuelven irse del país como sea, en busca de un mínimo de seguridad personal y familiar. El asunto migratorio es de tal naturaleza que no tiene precedentes y ya hasta lo comparan con lo sufrido por Siria. El tiempo avanza y no exagero al decir que jamás había visto días más tristes y al pueblo tan desorientado.
Es fácil estar de acuerdo en los diagnósticos. Hay sobreabundancia de ellos. Lo difícil es definir con claridad la ruta señalada por dirigentes creíbles, capaces de generar confianza y mantener viva la esperanza. Aquí es donde está la falla, el electoralismo agudo y el desbocamiento de aspiraciones personales o de grupos cada vez más reducidos impiden una clara acción unitaria en la dirección que el país y el mundo reclaman.
En esta hora hay que dejar de lado todo lo secundario para concentrarnos, en pensamiento y acción, en ponerle punto final a la usurpación e iniciar el cambio con la salida de Nicolás Maduro y su combo. No será un salto al vacío. Venezuela tiene cómo salir adelante. Cuenta con ideas, proyectos y programas concretos para revertir hacia lo positivo todo lo negativo del presente. Lo más importante es que también existen quienes pueden ejecutar exitosamente lo necesario.
Más de dos décadas son suficientes. Pasamos de la dictablanda de los comienzos a la dictadura plena actual. A quienes de manera abierta o encubierta colaboran con la dictadura, les decimos que no hay secretos eternos. Todo se sabe o se sabrá en cualquier momento. Los invito a reflexionar sobre los supuestamente nuevos diálogos y negociaciones. Las tres condiciones señaladas por Maduro son más que suficientes para no seguir por ese desacreditado camino.
Lo único negociable en este momento, serían las condiciones para la salida inmediata de Maduro. Hay que exigir lo que Maduro necesita para irse definitivamente y discutir sobre esa base. Lo demás es paja, pérdida miserable de tiempo.
En alguna oportunidad dije que para liquidar a este régimen no son necesarios muchas personas ni excesos de valor. Pero la acción debe estar encabezada por personalidades justas que, por el solo hecho de estar, le den trascendencia y seriedad a la acción.
El pueblo venezolano, históricamente pacífico y cívico, tiene que ejercer su derecho a la legítima defensa. Nadie podrá censurar la decisión de rebelarse.
@osalpaz
https://alvarezpaz.blogspot.com
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