El Banco Central Europeo tiene como misión conseguir una inflación en la zona del euro del 2%. ¿Por qué? Porque se estima que a ese nivel de inflación se crean las circunstancias correctas para que los agentes económicos puedan desarrollar sus actividades.
Es decir, la política monetaria debe crear la inflación suficiente, ni más ni menos, para que las empresas y los ciudadanos puedan hacer su labor, que, desde el punto de vista económico, es generar riqueza.
Hay países, como Venezuela y Argentina, donde sus gobiernos han utilizado tradicionalmente la política económica para hacer ideología, olvidándose de lo importante que es tener un cuadro macroeconómico estable, empezando por la inflación, ya que una buena inflación conlleva tener unos buenos indicadores económicos en general.
La victoria de Milei en Argentina está significando una puesta en orden de las magnitudes macroeconómicas de ese país. Empezando por el superávit fiscal y el control de la inflación. Evidentemente estos ajustes conllevan un sufrimiento a corto plazo para la población. Sin embargo, este tipo de medidas, que pueden llevar también a la liberalización del tipo de cambio del peso, deberían sentar las bases para crear riqueza en breve, ya que, como indicábamos al principio del artículo, se crearían las circunstancias para que los agentes económicos pudieran realizar sus funciones con normalidad.
La situación de Venezuela es diferente a la de Argentina. Por Venezuela pasó la hiperinflación, además se mantiene aún una muy alta inflación, y la destrucción económica ha sido tal, que ha llevado a millones de venezolanos a abandonar su país para buscar un futuro mejor en otros países.
Sin embargo, esta difícil situación no quita que no sea importante, al igual que hace el Banco Central Europeo, que se creen las condiciones de inflación y macroeconómicas en Venezuela para que el país pueda crecer, permitiendo a los agentes económicos hacer su labor.
Por supuesto, se podría escribir mucho sobre la labor del estado en la economía, y algunos estarán más a favor de una mayor intervención del mismo que otros. Pero en ambos casos, debe haber una estabilidad financiera que permita el desarrollo normal de la economía.
Las elecciones venezolanas, que se celebraran en breve, son una buena oportunidad para cambiar la política económica y demostrar, como ocurre en Argentina, que un ordenamiento de la economía puede traer frutos inesperados para conseguir un desarrollo económico normal en un país, Venezuela, que puede aprovechar los recursos naturales que posee y que puede aprender de los errores del pasado para que no vuelvan a ocurrir.