OPINIÓN

¿Puede el bitcoin acabar con la corrupción y crear sociedades más libres?

por Emmanuel Rincón Emmanuel Rincón

Es común escuchar todavía a personas con gran influencia en la economía mundial, quienes manejan la Reserva Federal de Estados Unidos, y los grandes burócratas de los bancos centrales hablar del bitcoin como una estafa y otro tipo de adjetivos peyorativos, y por supuesto, la razón detrás de este continuo ataque de desprestigio se debe a que las criptomonedas están poniendo en riesgo el monopolio monetario que han tenido los gobiernos y grandes banqueros durante décadas; para entender esto un poco mejor es necesario conocer el acuerdo de Bretton Woods y cómo el oro dejó de respaldar el que hoy conocemos como dinero fiat.

El acuerdo de Bretton Woods y su influencia en la historia de la humanidad. Para resumir un poco esta historia, basta con decir que tras firmarse el acuerdo de Bretton Woods en el año 1944, tras la Segunda Guerra Mundial, el dólar pasó a convertirse en la moneda de referencia mundial, bajo la condición de que se mantendría aferrado al patrón oro. No obstante, las distintas guerras y el enorme gasto público del gobierno americano hicieron que mantenerse aferrado a las reservas de oro resultara imposible.

Durante la Guerra de Vietnam, mientras la Reserva Federal imprimía dinero para financiar el gasto bélico, el país entró en un déficit comercial y Richard Nixon finalmente determinó que el dólar no seguiría atado al oro, y desde entonces, lo que ha prevalecido en las economías mundiales son las monedas fiduciarias —manejadas por los bancos centrales, sin ningún tipo de respaldo, y completamente manipulables por el gobierno de turno.

Las teorías económicas keynesianas junto a las monedas fiduciarias fueron el cóctel perfecto para los gobiernos colectivistas e irresponsables, que comenzaron a aprovecharse de la situación para impulsar políticas monetarias irresponsables, propiciar políticas populistas con un gasto público desmedido, y licuar la deuda nacional con los ahorros de los ciudadanos al devaluar sus monedas y generar inflación. Todo esto es lo que ha permitido que por lo menos en países como Venezuela o Argentina, los gobiernos impriman dinero sin ningún tipo de respaldo para impulsar agendas económicas socialistas sin generar ningún tipo de riqueza, e ir dilatando la miseria hasta que las sociedades sencillamente colapsan.

Si bien es cierto que en países del primer mundo, como es el caso de Estados Unidos, las políticas monetarias no han llevado a procesos hiperinflacionarios como sí ha ocurrido en países de América Latina, Europa o África, no se puede decir que su divisa no ha sido también gravemente manipulada con fines políticos.

Mil dólares americanos de 1969 —el año en que Nixon asumió el poder—, hoy serían 7.166,59 dólares, pues la divisa ha presentado una inflación acumulada de 616,7%; esto quiere decir que aunque Estados Unidos ha logrado mantener cierta estabilidad e impulso económico, su moneda ha sido devaluada una y otra vez, y los ciudadanos son quienes pagan el precio perdiendo el poder adquisitivo de su dinero, y también la capacidad de ahorro. Después de todo, la inflación es otra forma de impuesto al ciudadano.

Estados Unidos, la otrora nación líder del capitalismo mundial, ha ido virando cada vez a políticas más izquierdistas y colectivistas, con un Partido Demócrata con cada vez más representantes socialistas, y un gasto público completamente irresponsable (del que también han sido participes los republicanos), lo cual ha propiciado que el dólar no siga siendo esa moneda confiable de antaño.

Para el año 1990, cuando gobernaba el republicano George H. W. Bush, la deuda pública de Estados Unidos era de 3,2 billones de dólares; para el año 2000 con el demócrata Bill Clinton subió a 5,6 billones; en el año 2010, tras un par de períodos de Bush hijo, y ya con el demócrata Barack Obama en el poder, la deuda llegó a 13,5 billones; y finalmente en 2021, tras el gobierno de Trump y con la llegada de Joe Biden al poder, quien en sus primeros días ha impulsado unos grandes paquetes de deuda, la misma se ha ubicado en la asombrosa cantidad de 27,9 billones de dólares.

Ya la deuda americana es oficialmente más grande que el tamaño de su economía. Pero eso no es lo más impactante, el número más alarmante es cuando se analiza la deuda en la historia del país, pues se llega a la conclusión de que aproximadamente 25% de toda la deuda acumulada en la historia de Estados Unidos desde su creación en 1776, fue emitida en los últimos 12 meses.

¿Por qué las criptomonedas desincentivan la corrupción y propician sociedades más ricas y libres?

El dinero fiduciario tiene la característica de ser manejado por organismos centrales que tienen la capacidad de manipular el valor del mismo a su antojo, en ese sentido, la estabilidad de la moneda va a depender de las decisiones que tome el grupo político de turno que llegue al poder; esto a su vez crea un círculo vicioso en el que los gobernantes deciden endeudar las arcas del Estado para financiar paquetes públicos populistas con el fin de ganarse al electorado, y esta misma tendencia ocasionará un efecto rebote en el que para mantenerse o llegar al poder, los candidatos tendrán que ser cada vez más irresponsables con el gasto público, cobrar cada vez mayores impuestos, y devaluar cada vez más la moneda, con el propósito de poder rellenar los huecos fiscales y sobrevivir en el día a día de la política.

Las criptomonedas, por su parte, al ser completamente descentralizadas eliminan los incentivos de la clase política para manipular a su antojo las monedas nacionales, a su vez que transfiere a los individuos el control absoluto sobre su dinero.

Si la mayoría de personas dentro de una nación decide comenzar a comerciar con criptomonedas, le quitarán a los gobernantes el monopolio sobre el dinero y esto cambiaría por completo las estructuras políticas y económicas de las sociedades.

En el momento en el que el gobierno pierda la autonomía sobre la moneda nacional, obligaría a los políticos a tener que hacer propuestas realistas de acción pública, pues ya no podrán contar con la impresión de dinero inorgánico, modificación de tasas de interés u otras artimañas económicas para financiar sus paquetes de gasto. A su misma vez, esto evitaría las grandes devaluaciones y alteraría el sistema económico de la actualidad que incentiva el endeudamiento y no el ahorro.

Las criptomonedas, a diferencia del dinero fiduciario, no pueden ser manejadas por las empresas bancarias o billeteras digitales donde se aloja el dinero. Actualmente es una práctica común que los bancos utilicen el dinero de los ahorristas para otorgar créditos que a su vez generan intereses, y crea toda una infraestructura de negocios para la banca; si todas las personas decidieran sacar a la misma vez sus ahorros de determinada entidad bancaria, dicho banco iría a la quiebra, pues el dinero no se mantiene sellado en la cuenta del beneficiario.

En cambio, con las criptomonedas solo el portador de la billetera digital donde se aloja el activo puede acceder a él, ningún tercero puede usar o manipular dicho activo para su beneficio, y esto en definitiva corregiría y evitaría que se produzcan grandes crisis económicas, como por ejemplo la del corralito en Argentina del 2001, o la última gran crisis mundial de 2008.

@EmmaRincon