OPINIÓN

Pueblo adeco en rebeldía: factor determinante en triunfo de María Corina

por Daniel García Daniel García

 

Luego de un profundo análisis, reuniones, contactos y debates con todas las regiones del país, he llegado a la conclusión de la fuerza determinante que tiene el pueblo adeco, en el trabajo de apalancamiento de la candidatura de María Corina Machado. Entiéndase bien y literalmente, “el pueblo adeco” hoy declarado en rebeldía contra lo que representan sus figuras nacionales referenciales de las dos tendencias que pretenden seguir dominando y sometiendo a la militancia y a la dirigencia local bajo el chantaje de los lineamientos forzados, la imposición perenne y la disciplina siempre guiada por la inmoralidad cupular de sus dirigentes, constantemente señalados en el paredón de la corruptela y el entreguismo, enriquecidos morbosamente bajo la sombra y cobijo del régimen y de ir en contra de la liberación de Venezuela.

La verdad ha surgido para dar fortaleza a una corriente que, en lo personal y junto a otros venezolanos, nos complace aupar. La caída de la dictadura adeca ejercida por un período de tiempo mayor al que tiene el chavo madurismo en el poder, encarnada por el dictador Henry  Ramos Allup, recientemente derrocado por su congénere Bernabé Gutiérrez, ambos jugando a una pugna creada para mantener al pueblo adeco en el limbo, subyugado, huérfano, manipulado y engañado, con el propósito de beneficiar clara y abiertamente a quienes alimentan sus gustos, debilidades y cuentas astronómicas que reposan en el foso de la indecencia que trasciende nuestras fronteras. Quienes conocen la relación de años de estos nefastos personajes acorazados por el poder y grandes fortunas mal habidas, comparadas con la de funcionarios del régimen de alto nivel que hoy están presos, enjuiciados y solicitados, aseguran que la situación del partido del pueblo es creada y concertada por la abominable actuación de estos dos crápulas, indecentes y secuestradores de las siglas que se convirtieron en una gran empresa generadora de recursos cuyo capital y materia prima son los Juan Bimbas que por el sentimiento adeco se les trata como borregos ignorantes proceso tras proceso, para ellos mantenerse en el poder y gozar eternamente de los beneficios que nunca han dejado de tener. La dictadura adeca tiene más años que la dictadura del PSUV. Primera pregunta: ¿Cuántos años tenía Ramos Allup como secretario general nacional de AD y cuántos más lleva reclamando que su llave Bernabé y su protector el señor Maduro le devuelvan la gallina de los huevos de oro. Segunda pregunta: ¿cuántos años tenía Bernabé Gutiérrez acompañando a Henry Ramos en la jefatura de AD y cuántos años lleva controlando la gallina de los huevos oro? Las respuestas seguramente convergen todas en un solo sentido, son dictadores socios a partes iguales. Dirimir en el futuro quién debe conducir AD es defenestrar a un dictador para reponer el otro, algo así como cuando fue restituido el difunto Chávez en su momento, luego del golpe de Estado. Aunque a Bernabé no se le puede catalogar en esta historia real como el breve, en este juego traicionero, oscuro, sucio y pervertido.

El pueblo adeco decente y esperanzado construye vías de escape a esta tragedia. Necesariamente tiene que emerger un gran movimiento de dirigentes de base que se enfrente decididamente a estos monstruos, que se preparan para cosechar en el próximo proceso electoral el trabajo de la militancia y dirigencia de base que aún no ha despertado para seguir ostentando sus espacios en la capital y seguir exigiendo sus espacios en las entidades federales para todos los incondicionales que se prestan para manipular a la militancia.

El que pueda pensar que no es cierto lo que he dicho hasta ahora, me permito explicarles y argumentarles lo siguiente: la llamada AD sin tarjeta en resistencia tiene un candidato para participar en las primarias pautadas para el 22 de octubre. ¿Cuál es su origen?  ¿Su nombre fue consultado a la militancia y dirigencia local? Las respuestas: su origen no le da nivel para representar al pueblo adeco y si su candidatura fue consultada, la respuesta es NO. Surgió de la designación e imposición de Henry Ramos, avalada por solo los secretarios generales también vitalicios en los estados. Este es el caso de la tendencia despojada de las siglas con más de 25 años de hegemonía.

La otra tendencia más cuestionada aun, el hoy autoproclamado candidato de la AD judicializada, llamada también la AD de la tarjeta, Bernabé Gutiérrez, al no contar con un respaldo significativo que garantice los votos suficientes esperados por su aliado oficialista, pudiera ser sustituido por Luis Eduardo Martínez, apodado el Burro, quien mostró su poder, grado de amistad y buena relación con Maduro y logró el retorno sin problemas de Laidy Gómez al país, después de haberse refugiado en Colombia por el acoso del gobernador Freddy Bernal, a quien le ordenaron obviar la persecución judicial que se le seguía. Su reaparición sorpresiva para el 82 aniversario de la toda blanca no fue para aspirar internamente como lo pedían algunos adecos que sustentan a Bernabé, sino que proclamó a los cuatro vientos su respaldo indeclinable a su benefactor, al hoy diputado el Burro Martínez, quien ha generado a lo interno de la corriente adeca la necesidad de elegir un candidato democráticamente. Un amague más para beneficiar la división encomendada a Bernabé.

Viendo y evaluando desde hace tiempo, detallada y meticulosamente las dos opciones que le sirven las irresponsables autoridades en ejercicio o defenestradas de AD al pueblo adeco, generó la deserción y estampida casi general y absoluta de quienes finalmente con racionalidad han decidido respaldar la candidatura de María Corina Machado.

Todo el país conoce  y entiende que el interés supremo es salir del señor Maduro y enrumbar el país por el sendero de la verdadera democracia y transformación política, social y económica y en estos momentos críticos que vive la nación entera todas las jefaturas de la tolda blanca, hoy aparentemente enfrentadas, no han estado a la altura y han perdido credibilidad, por lo que a sus seguidores les ha correspondido marcar distancia para reimpulsar la organización, no haciéndose cómplice de los manejos dolosos de sus autoridades, desviando la fuerza político electoral que representan hacia la primera opción que se tiene para triunfar y liquidar al socialismo.

Frente al proceso de primarias ya hay grandes definiciones y actuaciones. La defensa del voto está en gran parte en manos del pueblo adeco que busca empoderar a María Corina como la abanderada de la oposición para en una segunda fase, es decir, para las presidenciales de 2024, como movimiento nacional Adecos con María Corina por Venezuela se pueda recapitalizar y reunificar la fuerza adeca para rescatar en un futuro próximo las siglas del partido y ponerlas al servicio de la gente, del país y no de las cúpulas asociadas para delinquir y abusar de los venezolanos.

Algunos que no me conocen y han leído mis escritos, opiniones y consideraciones en medios y redes sociales en los últimos tiempos preguntan si soy adeco. Les respondo que de muchacho por un tiempo determinado acompañé al partido Acción Democrática. Fui testigo varias veces de ese partido en las mesas electorales, ayudé en las campañas cuando los afiches de promoción eran de lata y no de papel. En Mérida, mi ciudad natal, compartí parte de mi vida con la familia Carnevali Lobo. Doña Edelmira de Lobo, madre de doña Gladys de Carnevali, esposa de don Víctor Olegario Carnevali, hermano de Alberto Carnevali, Víctor Daniel Carnevali, compañero de la juventud sus hermanas Norma y Gladys, hoy todos lamentablemente fallecidos pero grandes personas, todos adecos respetables, honorables, decentes, sencillos.

Creo que mi interés de inmiscuirme en este  candente y trascendental  tema es reivindicar lo que era la AD de hace 40 o 50 años, enaltecer a las personas que la representaban dignamente y ponerla en la balanza de este siglo, para concluir que la indecencia y el negociado, también criminal porque va en contra de la sociedad democrática, se apoderaron de eso que conocí y muchos conocieron como una institución, donde prevalecía los valores familiares, éticos y morales hoy casi extintos por la revolución y sus colaboradores, ambos disociados y malvados.

Los tiempos son otros y los cambios son inevitables, pero deben ir en el sentido correcto. El país se sacude y la escoria va quedando a la vista de todos. El sentido común y la libertad pretenden ser minados, coartados y sitiados para mantener el secuestro ciudadano y consolidar las dictaduras partidistas. La respuesta es unión y organización ciudadana, descentralización y respeto a la militancia y dirigencia local. Mientras se logran estos objetivos debemos promover y practicar la insubordinación, ser contestatarios y fortalecer el sentido de lucha frontal dejando a un lado el miedo y la sumisión frente a la delincuencia política.

La transformación en estos tiempos de mengua va en hacer de los partidos un instrumento de la ciudadanía y la sociedad y no lo contrario.

El pueblo adeco aguarda por el nuevo liderazgo que evite el desmembramiento del partido. Movimientos como el  “Carlosandresismo” son una alternativa con mucha fuerza y arraigo, solo falta direccionamiento y objetivos claros que reunifiquen al sentimiento adeco. Que enfrente la dictadura adeca que a corto plazo sucumbirá junto con sus aliados del régimen, que también están en condiciones de precariedad por ser los responsables del desfalco, la destrucción y ruina del país y sus instituciones.

Los adecos son muchos y sus colaboradores también. Sus autoridades son pocas y sus aliados también. María Corina recibe el espaldarazo del pueblo adeco en toda Venezuela y desprendidamente fortalecen sus estructuras electorales. Se unifican para vencer en torno a la esperanza con carácter y rostro de mujer. Hasta el final.