I. Introducción
Estos documentos en cuestión son las guías del movimiento Conservador en Estados Unidos, que es un compendio de propuestas que se destacan por una serie de observaciones que se señalan a continuación.
En el caso muy particular del Proyecto 2025, se debe especificar que este enorme escrito de más de 900 páginas es un verdadero programa de gobierno que contiene las medidas puntuales que debe realizar cada departamento y agencia del gobierno federal estadounidense, a objeto de alinear a toda la administración en torno a la visión ideológica actual del Partido Republicano
En este sentido, veamos este escrito de The New York Times:
“El Proyecto 2025 fue impulsado por la Heritage Foundation y grupos conservadores afines antes de que Trump se postulara oficialmente a las elecciones de 2024. La Heritage Foundation es un laboratorio de ideas que ha influido en el personal y las políticas de las administraciones republicanas desde la presidencia de Reagan. El proyecto, que la fundación empezó a diseñar en 2022, pretendía ser una serie de opciones para el gobierno de Trump o para cualquier otra presidencia republicana.”
Fuente: https://www.nytimes.com/es/2024/11/08/espanol/estados-unidos/donald-trump-project-2025.html
II. Materia educativa: la batalla por el alma y el corazón de los ciudadanos
Uno de los aspectos políticos más desconocidos fuera de Estados Unidos es la lucha de carácter ideológico y cultural. El Partido Republicano se ha convencido de que las universidades estadounidenses, en su inmensa mayoría, son centros de formación de izquierdistas, liberales y enemigos de los valores tradicionales, lo cual ha sido reforzado con las numerosas protestas antiisraelíes y las declaraciones de muchos académicos contra el gobierno de Netanyahu, enarbolando un fervor hacia la causa palestina, que no se consigue en los países árabes, ni en muchos países musulmanes, donde los gobiernos controlan férreamente a su opinión pública.
A esta situación de la población juvenil y adulta se le suma un segmento de edad infantil, que está afectada por las posiciones ideológicas de sus gobernadores, que eliminan o estimulan los contenidos sociales y políticos de las materias educativas de acuerdo con sus valores políticos, dándose caso de la “A a la Z”, donde en el estado de Florida se va a instruir sobre los crímenes y defectos del socialismo/comunismo y en los estados de California, entre otros, se instruye sobre los vicios del capitalismo y la lucha contra el imperialismo, por lo cual se va dando forma a 2 tipos de países en los que los habitantes de estados “rojos y azules” terminan viviendo en 2 culturas absolutamente distintas, que terminan afectando la convivencia nacional, dada las diferencias irreconciliables entre ambos tipos de narrativa, simbología y pensamiento.
Por ello, es muy importante entender en este espacio tan pequeño de un artículo de opinión la trascendencia de comenzar por este tema, que es parte fundamental de lo que es una verdadera guerra cultural.
En primer lugar, se debe destacar su carácter disruptivo de muchos temas tradicionales de la administración pública, que tendrán un impacto importante en la escena mediática mundial y que podrían ser imitados en otros países, como por ejemplo en materia educativa, donde se destacan 2 propuestas:
1.- La Academia Americana
Es una propuesta político académica para enfrentar a los liberales que dominan en prácticamente la totalidad de las universidades estadounidenses, creando una gran universidad nacional, donde se aprovecharía la capacidad de las herramientas digitales para llegar a decenas de millones de estudiantes y darles calificación profesional y titulación en Educación Superior, como lo plantea la misma plataforma del recién electo:
“Su misión será poner a disposición de todos los estadounidenses una educación verdaderamente de primera clase, sin costo alguno, y sin añadir un solo centavo a la deuda federal. Esta institución reunirá un universo entero de contenido educativo de la más alta calidad, que abarcará todo el espectro de conocimientos y habilidades humanas, y pondrá ese material a disposición de todos los ciudadanos estadounidenses en línea de forma gratuita. Ya sea que desee recibir conferencias, una historia antigua, una introducción a la contabilidad financiera o capacitación en un oficio especializado, el objetivo será impartirlo y hacerlo correctamente, utilizando grupos de estudio, mentores, asociaciones industriales y los últimos avances en informática. Esta será una opción educativa verdaderamente de primer nivel para la gente. Será estrictamente apolítico y no se permitirá ningún tipo de concienciación o yihadismo; nada de eso se permitirá.
Lo más importante es que la Academia Americana competirá directamente con el actual y muy costoso sistema universitario de cuatro años al otorgar a los estudiantes títulos que el gobierno de Estados Unidos y todos los contratistas federales reconocerán de ahora en adelante. La Academia otorgará el equivalente completo de una licenciatura. Además de ayudar a los 40 millones de estadounidenses que tienen algún tipo de educación universitaria pero ningún título, la Academia Estadounidense otorgará créditos por cursos anteriores en instituciones tradicionales y le dará la oportunidad de completar su educación en la Academia Estadounidense de forma gratuita y mucho más rápido de lo que ahora es posible o está disponible.”
Fuente: https://www.donaldjtrump.com/agenda47/agenda47-the-american-academy
2. Eliminación del Departamento de Educación
Para entender esta idea, tan difícil de asimilar para la mayoría de los países del mundo, donde predomina el modelo de un poderoso ministerio para Educación, otro para Educación Superior, otro para Cultura, otro para Ciencia y Tecnología y otro para Deportes, con poquísimas excepciones como Japón, que tiene un solo Superministerio denominado Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, se hace necesario las siguientes puntualizaciones:
2.1 En Estados Unidos no existe un Ministerio del Deporte, siendo su Comité Olímpico Nacional, de carácter privado, el responsable de organizar, financiar y ganar los Juegos Olímpicos, ni existe un Ministerio de Cultura que controle la producción y distribución de Netflix o de las productoras cinematográficas de Hollywood, ni un Ministerio de Educación Superior que apruebe los programas académicos de Harvard, Stanford o Yale, mientras reparte los cupos universitarios a nivel nacional en universidades públicas, ni existe un Ministerio de Ciencia y Tecnología que regule el trabajo de los centros de investigación que ganan los premios Nobel con frecuencia y desarrollan tecnologías que cambian la vida cotidiana con regularidad.
Esto quiere decir que el sector privado tiene un desarrollo institucional tan diferente a lo que acontece en estos sectores en otros países, que para el ciudadano estadounidense es normal que estas funciones sean ejercidas por actores no estatales.
2.2. Desde el punto de vista jurídico-administrativo, la educación no es una competencia federal, sino estadal y son los estados a través de sus órganos ejecutivos y legislativos los que tienen la competencia para establecer el ecosistema educativo desde los jardines de infancia hasta las universidades.
En este sentido, los proyectos en cuestión apuntan a la búsqueda de que los estados apliquen de forma masiva el modelo ESA (Empowerment Scholarship Account) del estado de Arizona, lo cual sería un aspecto ideológico administrativo, que sin duda sería discutido y estudiado en el resto del mundo, debido a que apunta a desplazar al Estado del control del proyecto educativo, a través del empoderamiento de los padres de familia, para el control de los programas educativos y la administración misma de las escuelas.
Aunque seguramente no faltarán gobiernos que deseen imitar este sistema de Voucher, que los defensores del sistema educativo tradicional bajo control del Estado califican de una “privatización de la educación pública”. Es muy importante señalar que requiere para su éxito de una población preocupada por la educación de sus hijos, capaz de comprometerse activamente en el funcionamiento interno de sus escuelas, lo cual no es común en muchos países, donde los educadores no aceptarían el mandato de los representantes o la sola idea del control social de los mismos del sistema educativo.
Para finiquitar las ideas que implica esta revolución educativa, la propuesta educativa de Trump, asigna diez (10) principios fundamentales que deben tener todas las escuelas para recibir certificación o apoyo financiero federal, los cuales algunos o al menos 7 de ellos, por diferencias de interpretación cultural, entrarían en conflicto total con las ideologías liberales, sentencias anteriores de la Corte Suprema de Justicia o incluso con la cultura predominante en amplios sectores de la población de algunos estados, por lo cual me limito a referirlos en general, siendo los siguientes:
- Restaurar los derechos de los padres
- Grandes directores y grandes maestros
- Conocimientos y habilidades, no teoría crítica de la raza ni adoctrinamiento de género
- Amor a la patria
- Libertad para orar
- Seguridad, protección y libre de drogas
- Elección universal de escuelas
- Aprendizaje basado en proyectos
- Prácticas y Experiencias Laborales
- Orientación laboral y profesional
Explicar cada uno de estos principios exigiría un escrito particular, para explicar su historia, contexto actual y conceptualización para su correspondiente aplicación, que por razones de espacio, no se pueden desarrollar el día de hoy.
Continuaremos la próxima semana con el tema de la política exterior que implica definiciones muy concretas sobre el nivel de amenaza que se le asigna a ciertos países o la reducción del Estado, que sería el campo de aplicación de la inteligencia artificial y otras tecnologías, así como el traspaso al sector privado de muchas competencias tradicionalmente asignadas al sector público.