Las proyecciones para Venezuela en este 2024 que acaba de comenzar son complejas y desafiantes, porque el país atraviesa una crisis económica, política, social y humanitaria sin precedentes, que ha tenido un impacto devastador en la vida de millones de venezolanos.
La economía venezolana se encuentra en una profunda recesión, con una inflación que en 2023 fue superior a 360%, según datos del Fondo Monetario Internacional. Hay que resaltar que esta cifra representa una disminución significativa con respecto a los años anteriores, cuando la inflación llegó a alcanzar tasas de más del 65.000% en 2018. No obstante, el salario mínimo sigue rezagado y no alcanza para cubrir las necesidades básicas de la población. Por su parte, la producción industrial y agrícola siguen sin reactivarse, lo que provoca escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos.
Otro punto que hay que destacar es la crisis política, que ha llevado al deterioro de las instituciones democráticas y al aumento de la represión del gobierno. La oposición política está fragmentada y debilitada, y el gobierno ha intensificado su persecución contra los opositores.
Esto ha ocasionado a su vez que la crisis social esté representada por una pobreza extrema de 76,6% y una inseguridad alimentaria de 72,3%, según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), realizada por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello. Sin olvidar la gran diáspora que se registró en los últimos años, compatriotas en busca de mejores oportunidades.
Y la recopilación de todos los puntos anteriores se resume en la crisis humanitaria que sufre la nación, expresada a través de la escasez de alimentos, medicinas y servicios básicos deficientes, alta criminalidad y la migración de millones de venezolanos.
Esta es solo una breve introducción a la compleja realidad venezolana. El país enfrenta desafíos enormes, pero también hay signos de esperanza. La sociedad civil se ha organizado para enfrentar la crisis y hay un creciente movimiento internacional para apoyar la democracia y los derechos humanos en Venezuela.
A pesar de lo antes narrado, trataré en las próximas líneas de resumir cada uno de los puntos mencionados en los párrafos previos.
La crisis económica
La crisis económica venezolana se inició en 2014, debido a la caída de los precios del petróleo, que es el principal producto de exportación del país. A su vez, la inestabilidad de la nación se ha agravado en los últimos años, debido a la corrupción, la mala gestión y las sanciones internacionales.
La inflación en Venezuela es una de las más alta del mundo. En 2023 alcanzó el 360%, según el Fondo Monetario Internacional. Esto significa que los precios de los bienes y servicios se duplican cada cuatro meses.
Al mismo tiempo, el producto interno bruto de Venezuela ha caído en picada en los últimos años. Según datos del Fondo Monetario Internacional, en 2023, el PIB bajó 10%, significando que la economía venezolana es ahora un tercio del tamaño que tenía en 2014.
Los elementos explicados en el párrafo anterior, son la descripción que la escasez de bienes y servicios básicos, continúan siendo un problema generalizado en Venezuela. Los venezolanos tienen dificultades para encontrar alimentos, medicinas, productos de higiene personal y otros artículos esenciales.
La crisis económica en Venezuela es una de las peores de la historia moderna, sin dejar de ser compleja y multifacética. Podemos resumir, a vuelo de pájaro, cuáles son las principales causas:
- La caída de los precios del petróleo, que es el principal producto de exportación de Venezuela.
- La corrupción, la mala gestión y la incompetencia del gobierno de Nicolás Maduro.
- Las sanciones internacionales impuestas al gobierno de Maduro.
La crisis económica venezolana ha tenido un impacto devastador en la población del país. La pobreza y la desigualdad han aumentado, y la calidad de vida de los venezolanos ha disminuido drásticamente.
Lamentablemente, en el 2024 no se esperan cambios sustanciales, ya que se espera que la crisis económica en Venezuela continúe. Se prevé que la inflación se mantenga alta, y que el PIB continúe cayendo. La escasez de bienes y servicios básicos también se espera que continúen siendo un problema.
La crisis política
La crisis política venezolana se inició en 2019, cuando Juan Guaidó, quien presidía la Asamblea Nacional, se autoproclamó presidente interino del país. Guaidó contaba con el apoyo de Estados Unidos y otros países, pero Nicolás Maduro seguía siendo reconocido como presidente por el gobierno de China, Rusia y otras naciones.
A lo anterior, hay que sumarle la división política, que ha impedido que Venezuela avance en la resolución de sus problemas. El gobierno de Maduro se ha centrado en reprimir a la oposición, mientras que la oposición ha buscado apoyo internacional para derrocarlo. Esto ha conducido que la inestabilidad política en Venezuela, sea una de las más prolongadas de la historia moderna.
Sin embargo, para este 2024, se espera que el trance político continúe. Es probable, que el gobierno de Nicolás Maduro siga reprimiendo a la oposición, encarcele a dirigentes políticos para ser utilizados luego como fichas de cambio y continuar dinamitando más la libertad. A su vez, la oposición continuará buscando apoyo internacional, en la espera de que se concrete algún acuerdo de convivencia y respeto entre la revolución bolivariana y la oposición democrática.
Sin embargo, hay algunos signos de esperanza, para una posible solución negociada a la crisis política venezolana. En octubre de 2023, el gobierno de Maduro y la oposición, retomaron las negociaciones en Barbados. Los acuerdos se centraron en la celebración de elecciones presidenciales libres y justas en 2024.
Pero, nunca falta un, pero, los pactos se estancaron en diciembre de 2023, debido a que ambas partes tienen intereses contrapuestos, y es difícil llegar a un acuerdo que satisfaga a todos, a pesar de la liberación de Alex Saab y de algunos presos políticos.
La crisis social
La crisis social en Venezuela es una de las peores de la historia moderna. La pobreza, la desigualdad, la violencia y la migración masiva son problemas generalizados. Desglosemos estos puntos.
Con respecto a la pobreza, esta ha aumentado drásticamente en los últimos años. Según la Organización de las Naciones Unidas, los índices de miseria y penurias alcanzaron 96% en 2023. Esto significa que 9 de cada 10 venezolanos viven en una situación extrema.
No hay que olvidar la desigualdad, que también ha aumentado. En 2023, el coeficiente de Gini de Venezuela (medida que se utiliza para comparar la distribución de la riqueza o los ingresos de una población) fue de 0,56. Esto significa que la riqueza está muy concentrada en unas pocas manos.
Otro elemento a destacar es la violencia, que también es un problema generalizado en Venezuela. Según el Observatorio Venezolano de Violencia, la tasa de homicidios en el país, fue de 57,1 por cada 100.000 habitantes en 2023. Esto significa que Venezuela es una de las naciones más violentas del mundo.
Y, por último, pero no menos importante en este apartado, tenemos a la migración masiva, que es otra consecuencia de la crisis social venezolana. Según la ONU, más de 7 millones de venezolanos han huido del país en los últimos años. La mayoría de nuestros compatriotas se han ido a países vecinos, como Colombia, Perú, Ecuador y Chile.
La crisis social venezolana ha tenido un impacto devastador en la población del país. La calidad de vida ha disminuido drásticamente y la sociedad venezolana se ha fracturado. En 2024 se espera que las dificultades sociales continúen, previendo que los índices de pobreza, desigualdad y violencia sigan siendo problemas generalizados. Además, que la migración masiva también aumente considerablemente.
La crisis humanitaria
La crisis humanitaria venezolana es una de las peores del mundo. Como dijimos anteriormente, más de 7 millones de venezolanos han huido del país, según la ONU. Esta realidad ha tenido un impacto devastador en la población del país. La calidad de vida de los venezolanos ha disminuido drásticamente, y la salud y el bienestar de millones de personas están en riesgo.
En 2024 se espera que esto continúe, es decir, que la insuficiencia alimentaria, la desnutrición, la escasez de medicamentos y la violencia sigan siendo problemas generalizados. En el cual, la única forma de resolverlo, es abordando las causas subyacentes, donde se requerirá un esfuerzo concertado por parte del gobierno, la oposición y la comunidad internacional.
Pero, para entender este punto, enumeraré los elementos que caracterizan esta realidad:
- Insuficiencia alimentaria, en el que más de 12 millones de venezolanos no tienen acceso a una alimentación adecuada.
- Desnutrición, que es un problema generalizado en Venezuela. Según la ONU, 40% de los niños menores de cinco años está desnutrido.
- Escasez de medicamentos, que ha provocado la muerte de miles de personas.
- Violencia, que es el detonante del desplazamiento interno de millones de seres humanos.
Perspectivas para 2024
Concluyendo, las perspectivas para Venezuela en 2024 son inciertas. La crisis económica, política, social y humanitaria siguen siendo un grave problema para el país. Aun cuando hay algunos signos de esperanza, el gobierno de Maduro ha tomado determinadas medidas, para tratar de controlar la crisis económica, y la oposición, a su vez, ha mostrado un mayor interés en buscar una solución negociada.
Si el gobierno y la oposición pueden encontrar un acuerdo, podría abrirse la puerta a una salida a la crisis, aunque esto sigue siendo un escenario poco probable, considerando que ambas partes tienen intereses enfrentados.
Lo expresado anteriormente permite predecir que hay muchas posibilidades de que la crisis venezolana continúe en 2024, con graves consecuencias para el país y la región, dibujando un panorama incierto, porque seguirán arrastrando problemas económicos, políticos, sociales y humanitarios sin precedentes.
Aquí hay algunos escenarios posibles, que me atrevo a esbozar, para Venezuela en 2024:
- El gobierno de Nicolás Maduro permanece en el poder y la crisis continúa. Este escenario es el más factible, ya que el gobierno controla las instituciones estatales y tiene el apoyo de las fuerzas armadas.
- El gobierno de Maduro y la oposición llegan a un acuerdo negociado. Este panorama es posible, pero es poco probable, ya que ambas partes tienen intereses contrapuestos.
- La oposición derrota electoralmente al gobierno de Maduro. Este contexto es posible, pero es poco factible, ya que Nicolás Maduro tiene el apoyo de los militares, controla los diferentes organismos del Estado y tiene el amparo de países importantes como China y Rusia, que no se caracterizan de ser un ejemplo de naciones democráticas en el mundo.
Por consiguiente, el futuro de Venezuela es dudoso, debido a que es probable que el país continúe enfrentando desafíos significativos en los próximos años. De tal manera que, dependerá de la capacidad de las partes involucradas, gobierno y oposición, para superar sus diferencias y trabajar juntos para construir un país mejor. Feliz 2024.
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