OPINIÓN

Protestemos con el voto

por Omar Ávila Omar Ávila

Kenny Linares / El Nacional

En los últimos días hemos visto que el gobierno continúa respondiendo al reclamo popular con represión y detenciones. Nicolás Maduro no entiende que la realidad no la va a cambiar desplegando la coerción, sino con las soluciones que ha demostrado ser incapaces de dar.

Las cientos de protestas que hemos visto en el país no son políticas, son protestas porque no hay gasolina, luz, agua, gas, Internet y un largo etcétera. La respuesta gubernamental debe ser ofrecer servicios públicos eficientes, no tanquetas ni plomo.

No hay una sola comunidad, un solo sector en el país en el que no se registren protestas, una más sonora, otras más silenciosas, por motivos de sobra conocidos. Desde Unidad Visión Venezuela estamos convencidos de que el voto es el instrumento pacífico y eficaz para que la protesta tenga impacto político; sin él, lamentablemente la protesta seguirá dispersa y poco útil para producir los cambios que reclama la mayoría de nuestro pueblo.

Sin lugar a dudas el que sale a la calle a protestar poniendo en riesgo su vida ante las fuerzas represivas del Estado, a pesar de la pandemia, lo hace porque siente que no tiene nada que perder y que nadie lo escucha. Es increíble que a estas alturas todavía una cúpula pueda creer que la gente sale para apoyarlos a ellos, porque los alientan a inmolarse desde Twitter.

En fin, Juan Guaidó y sus admiradores siguen más pelado que rodilla de chivo, porque el llamado insistente a los militares a unirse a «la lucha por la libertad» es un despropósito. Ningún cuerpo castrense se une a una insurrección -aún si compartiera el descontento-, no será tanto para sofocar la lucha, sino para quedarse en el poder.

La ciudadanía no anda protestando por las parlamentarias, ni apoyando al dividido G4. La gente protesta porque los servicios públicos no funcionan, porque no tienen para comer y están obligados a sobrevivir en medio de una economía arruinada con salarios hambreadores.

En resumen, quienes están en las calles protestando, no lo hacen a favor de ningún “líder”. Ellos piden soluciones a la tragedia que se vive a diario sin luz, sin agua, sin gas, sin gasolina, etc. Lamentablemente el divorcio del “interinato” con la realidad le impide ver esta situación.

No hay una sola razón para protestar que en el día a día no empeore. La manifestación pública es parte del derecho a la libertad de expresión, el derecho de reunión y un mecanismo legal para exigir otros derechos. Un ciudadano no renuncia a su dignidad.

Recordamos a quienes viven en una burbuja paralela a la del régimen, que las protestas sociales ya tienen siete años. Es ese 80% del país que no solo rechaza a Nicolás Maduro, sino que reclaman por la situación económica, otros por la libertad, por las condiciones electorales; pero que ante la falta de un liderazgo no se ha podido capitalizar políticamente ese descontento nacional. En fin, razones hay miles, el problema es quién aglutina.

Las protestas muestran un pueblo cansado, que quiere vivir mejor, que no quiere hacer colas para surtir gasolina, que necesita electricidad, proveerse de alimentos, gas, comunicación, agua y seguridad…, un pueblo que quiere, exige y tiene derecho a vivir en una mejor Venezuela; que su lucha es de orden social, no político.

El que sale a protestar porque este gobierno autoritario está acabando con el país, con la vida de los venezolanos, está en todo su derecho y no debe ser reprimido. Debe ser atendido y recibir soluciones concretas. Desde Unidad Visión Venezuela seguiremos acompañando sin protagonismo a nuestro pueblo e insistiendo y que entiendan que la protesta más grande y efectiva es su voto contra este gobierno.

Estas manifestaciones de la gente exigiendo sus derechos no las puede apagar un gobierno que reproduce y multiplica la precariedad, ni la puede capitalizar una «oposición» que apoya sanciones que agravan el sufrimiento de los ciudadanos.

El régimen irrespeta el derecho a la protesta y las reprime, pero estamos seguros de que, a pesar de ello, los venezolanos no van a parar de protestar. Igual tiene que pasar con el voto y demás derechos ciudadanos, que por más que pretendan despojarnos de él o neutralizar su poder, debemos ejercerlo y defenderlo.

Para finalizar, la mayor protesta a tanto sufrimiento, desidia y corrupción que ha generado Maduro y su régimen es la movilización pacífica de millones de venezolanos el próximo 6D, castigándolos con el voto.