Estamos viendo claramente que 2022 empieza con diferentes posiciones en la amplia gama de la oposición y de la disidencia chavista, con la intención de sacar a la dictadura narco criminal del poder. En primer lugar, un sector liderado por Nicmer Evans propone realizar un referéndum revocatorio al usurpador. Otra posible solución es la que defiende María Corina Machado, cuyo fundamento es convocar a una gran elección popular para elegir un nuevo liderazgo que accione mecanismos definitivos para lograr la libertad de Venezuela y una tercera que es la que defiende el gobierno interino, que es la convocatoria a elecciones presidenciales libres, supervisadas a nivel internacional, verificables y transparentes. Mientras se define cuál será la opción para recuperar la democracia en Venezuela, el pueblo continúa sufriendo las consecuencias del peor gobierno de la historia republicana, con una altísima corrupción institucionalizada, violación de los derechos humanos, desnutrición para los más pobres, crisis en el sector salud, una justicia que se aplica de acuerdo con los dictados del régimen, presos políticos, y el éxodo más alto del continente e incluso a nivel internacional. Entonces, cabe la interrogante: ¿cuál propuesta para Venezuela es la recomendable?
Siempre hay que ver con suspicacia la propuesta del referéndum revocatorio, el cual es impulsado por Nicmer Evans y apoyado por Rafael Ramírez, Ana Elisa Osorio y Héctor Navarro, quienes apoyaron al creador de la desgracia que durante 23 años ha mantenido a Venezuela bajo una férrea dictadura: el innombrable de Sabaneta. Sin embargo, no podemos meter en el mismo saco al curtido político César Pérez Vivas, del cual no dudamos de sus buenas intenciones para sacar a la dictadura del poder y no ponemos en tela de juicio sus actuaciones, al contrario, es un demócrata cabal. Lo cierto es que los venezolanos somos de corta memoria y no podemos olvidar la traición de Arias Cárdenas, que logró aglutinar voluntades y al final todos conocemos lo que sucedió.
Creo que con todos los intentos fallidos que hemos dado los venezolanos para salir del régimen y aún sigue en el poder, debemos ver con muchísima cautela esta opción del referéndum organizado por simpatizantes del difunto, además de considerar aspectos legales, como el tácito reconocimiento al usurpador como presidente constitucional de Venezuela, porque solo se revoca a un presidente en ejercicio. Además, la historia que tenemos de referendos que no cumplieron con sus objetivos. En el referéndum de 2004 se pidió la ratificación o revocatoria del hijo no ilustre de Sabaneta, y gracias a las diferentes maniobras chavistas, el resultado favoreció a la naciente tiranía en aquel entonces. Luego en 2007, se solicitó el cambio de varios artículos de la Constitución, y aunque el régimen sufrió una derrota aplastante, luego en 2010, la Asamblea Nacional de mayoría chavista, aprobó la Ley Orgánica de Comunas. La verdad es que la narcodictadura siempre viola la Constitución y cuando respeta las reglas del juego, es porque algún interés oscuro esconde por detrás del telón.
La opción de la renovación de los líderes políticos encabezada por María Corina Machado se refiere a los encuentros y desencuentros derivados de la actuación del G4 y a la necesidad de que sea el pueblo el que debe decidir, quienes serán los responsables para guiar y completar una transición a la libertad y por ende a la democracia, en palabras de la líder de Vente Venezuela: “Convoquemos a una gran elección popular para elegir el liderazgo que conduzca a Venezuela hasta su libertad”. Suponemos que esta propuesta se refiere específicamente a los que están representando el G4 y también suponemos, que aquellos con una buena actuación se queden, pero los que han actuado reconociendo con hechos o discursos, de una u otra manera que el usurpador es el presidente legal de Venezuela, por supuesto que deberán ser reemplazados por quienes sí amen y defiendan la democracia y la libertad por encima de intereses personales. Cabe recalcar que en esta opción de María Corina Machado, no figuran representantes del chavismo.
La opción que defiende el gobierno interino es la de unas elecciones presidenciales libres y transparentes. En palabras del presidente interino: “Guarden sus egos. Venezuela no puede esperar hasta el 2024; no podemos vivir de deseos e ilusiones, hay que pasar a la acción. La tarea que nos toca es lograr elecciones presidenciales libres y justas para salir de la dictadura”. Esta posición implica que no se pueden aceptar reglas impuestas por la dictadura y sus instituciones corruptas. En esta opción se remarca la necesidad de unificarse como un bravo pueblo y de una vez por todas, que sean quienes sean, los encargados de dirigir este proceso, entiendan que Venezuela está primero y aquellos que no actúen en esa dirección libertaria, serán vistos como cómplices de la dictadura y en algún momento deberán rendir cuentas a los venezolanos y así pasarán a la historia.
Luego de analizar todas las propuestas para Venezuela podemos concluir que todas las opciones tienen sus ventajas y desventajas, en este mismo orden de ideas, con relación al referéndum revocatorio, aunque algunos han confiado en que esta propuesta es legítima porque está estipulada en la Constitución vigente en el artículo 72, que entre otras cosas dice: “…siempre que haya concurrido al referéndum un número de electores o electoras igual o superior al veinticinco por ciento de los electores o electoras inscritos o inscritas,se considerará revocado su mandato y se procederá de inmediato a cubrir la falta absoluta conforme a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley”. Pero aunque aquí todo parece viable, entra en juego el Consejo Nacional Electoral, el cual como todos sabemos está constituido por mayoría chavista y aunque muchos piensen que en las pasadas elecciones de Barinas, su actuación fue conforme a la ley, lo cierto es que en esta oportunidad lo que está en juego no es una gobernación, estamos hablando de lo que le es sagrado a la revolución, el Poder Ejecutivo, la casa del poder, la filial de La Habana, el centro donde residen intereses foráneos de Rusia, China, Irán, entre otros, además y aquí de otro elemento a tomar en cuenta, que es el sistema con el que se está implementando el referéndum revocatorio, porque si se realiza con ese CNE y lo impulsan personas que en algún momento formaron parte de ese monstruo llamado socialismo del siglo XXI, entonces el panorama ya no está tan claro, porque el régimen puede haber dejado pasar lo de Barinas para que los electores ganen confianza y aprovecharse de esa buena fe, poner el referéndum a favor de ellos y así la dictadura se lava la cara a nivel nacional e internacional y por lo cual hay que analizarlo bien. Y hablando de Barinas, donde el pueblo demostró con valentía que no quieren nada con la revolución, lamentablemente el gobernador Sergio
Garrido confundió poder con legitimidad al presentarse ante el usurpadorporque es el que tiene el poder y por eso está en Miraflores, pero carece de legitimidad. En todo caso la legitimidad reside en el gobierno interino, el cual continúa siendo reconocido como tal a nivel internacional.
Hablando del gobierno interino, recientemente renovó su postura con respecto al referéndum, al que llamó plebiscito, siempre que se realice de manera organizada, en palabras del presidente encargado: “Un mensaje a los venezolanos: fortalecer la posibilidad de un Acuerdo lntegral en Venezuela, para tratar en Unidad la posibilidad de una elección presidencial adelantada, o bien sea un evento electoral que yo llamo plebiscitario porque diferencio lo que es el mecanismo de activación de un referéndum revocatorio, al evento electoral donde la gente decida si el dictador se queda o se va”. Pensamos que en todo caso, se deberá tener mucho cuidado con los impulsores, allí está el meollo de la cuestión, además de conseguir todas las demás condiciones y garantías para un proceso transparente y verdaderamente democrático. Todas las propuestas son importantes y por eso la renovación del liderazgo será clave, y así con la suma bien estructurada de estas tres propuestas: Referéndum o plebiscito bien organizado, renovación de liderazgos, y que estas dos propuestas, conduzcan a unas elecciones libres y transparentes. “La democracia significaba que todo hombre tenía el derecho a ser oído y que las decisiones se tomaban conjuntamente, como pueblo”. Nelson Mandela.