OPINIÓN

Pronóstico y María Corina Machado

por Antonio Sánchez García Antonio Sánchez García

De todos los datos de la situación nacional reflejados por la última entrega de la encuestadora Pronósticos, una sola luz de sensatez en medio de la abrumadora oscuridad reinante en los cerebros y en los corazones de los venezolanos encuestados que se transparente en los resultados obtenidos. Me refiero al sorprendente segundo lugar alcanzado por María Corina Machado en las preferencias de los opositores encuestados: más de 15%. Lejos, a una distancia inalcanzable para sus próximos seguidores, incluidos Leopoldo López y Henrique Capriles, y solo superada por Juan Guaidó, que detenta 30%. Pero mientras María Corina Machado se impone y alcanza un respaldo sorprendente a puro pulmón, coraje y talento, sorteando los feroces e implacables ataques de todo el aparato conjugado de la oposición tradicional y oficialista con el régimen gobernante, que destapa sus cloacas por las redes en un inútil y estéril esfuerzo por liquidarla, el presidente interino disfruta de la gigantesca amplificación de los aparatos mediáticos nacionales y extranjeros, que lo convirtieran de la noche a la mañana de ser un desconocido en un héroe sacado de la chistera de una institución legitimada urbi et orbi, pero ya escasamente representativa a nivel de la ciudadanía. Confiar en esa Asamblea Nacional es como sacar a pasear a un perro muerto.

De allí que no nos hayamos equivocado al reconocer como primera y primordial tarea que un político avisado, lúcido y patriótico hubiera debido enfrentar desde el mismo momento de su proclamación fuera la conformación de una sólida unidad opositora en torno a esos dos nombres: el de una luchadora reconocida nacional e internacionalmente por sus propios méritos, hecha por su propio esfuerzo tras su incansable lucha contra la tiranía, pasando por todo tipo de sanciones y ataques de todo el espectro político nacional y el de un funcionario de la nomenclatura partidista opositora que recibía del cielo un cargo por delegación de una comandita.

¿Qué puesto hubiera ocupado Juan Guaidó en una encuesta realizada antes del 23 de enero? ¿Qué resultados obtendría ahora, cuando el despecho y la frustración han comenzado a hacer mella de su popularidad?

Del resto, la encuesta aún no es un fiel reflejo de la preocupación y la angustia, incluso la desesperación que atenaza a los venezolanos. O su reflejo pareciera el de las fracturas y distorsionadas imágenes reflejadas en una circense sala de espejos. ¿Cómo es eso de que solo 28,5% de los encuestados se considera opositor, 10,7% se siente identificada con la MUD y el Frente Amplio y 41,5% se declara “independiente”? ¿Independiente de qué y ante qué? ¿Puede 41,5% de los venezolanos sentirse ajeno a la brutal confrontación entre la tiranía y la democracia que sufrimos? ¿Puede ver los toros desde la barrera “de la independencia” ante la cruel matanza que tiene lugar en la arena de este verdadero circo romano? ¿Qué significa “independencia” en este contexto? ¿Lavarse las manos ante la impunidad del crimen?

La encuesta de Pronóstico deja un amargo sabor de boca, provocada por la fragilidad de las opiniones y creencias de un pueblo hundido en la miseria e incapaz de salir de su menesterosidad intelectual y moral. Mientras una clase política oportunista, mezquina y pequeña se aprovecha para montar la escenografía de un futuro preñado de celadas y trampas.

Solo cabe apostar por que la tenacidad, la porfía y la solidez espiritual de María Corina Machado y de quienes la acompañan en su partido Vente y en su plataforma unitaria Soy Venezuela, resistan el ataque combinado del régimen tiránico y la pudibundez y mezquindad de una oposición carente de toda grandeza. El fétido manifiesto de respaldo a quien ha sido elevado como un globo sobre las tinieblas venezolanas dejó al descubierto las carnes de un prostituido aparato mediático. Su breve trayectoria marca un doloroso cúmulo de fracasos. El desastre de Barbados anticipa lo que será el desastre de las elecciones perseguidas. Esperemos que el saldo sea favorable a la historia de nuestra recomposición: el desprestigio de la maquinaria opositora y el afianzamiento de nuestra única esperanza. La imposición en la conciencia colectiva del valor y la grandeza de María Corina Machado. Es nuestra única esperanza.

 

@sangarccs