Universidad Metropolitana
Por Ana Mireya Lorenzo de Zambrano*
Reseñar al Programa de Profesionalización en Servicio, en sus 20 años formando docentes, refresca su trascendencia en la vida académica de la Universidad Metropolitana, particularmente en la contribución que ha dado al país formando docentes con alto nivel de eficiencia y elevado compromiso ético.
El Programa de Profesionalización en Servicio se ha convertido en uno de los principales programas de responsabilidad social de la Unimet, a partir de la proyección visionaria del doctor José Roberto Bello(+), vicerrector académico para ese momento, quien coloca en manos de la licenciada Sonia Pérez de Linares(+), directora de la Escuela de Educación (1998-2008), la responsabilidad de diseñar un programa de formación docente para maestros y profesores que se encontraban en el ejercicio docente sin tener el grado profesional correspondiente.
Hacia finales del siglo pasado había un elevado déficit de docentes (Barrios, 1996), y un acelerado crecimiento de la matrícula escolar; al mismo tiempo, los cambios paradigmáticos ocurridos en la dinámica sociopolítica mundial, sumado a las críticas de la concepción heredada de una educación bancaria (Freire, 1968), y al requerimiento de la titularidad para el ejercicio profesional -tal como se estableció a partir de 1980 en la Ley Orgánica de Educación-, llevó a las instituciones formadoras de docentes a implementar un proceso de profesionalización acelerada.
Es en este contexto, que la Universidad Metropolitana, en su afán de contribuir al desarrollo educativo del país con un programa de gran pertinencia social, conformó un equipo técnico para el desarrollo del diseño curricular del Programa de Profesionalización en Servicio, centrado en promover la formación de docentes innovadores y emprendedores, con compromiso ético en la responsabilidad de educar y reflexionar en torno a su realidad personal y profesional, manteniendo los altos estándares de calidad que caracterizan a esta universidad, logrando culminar dicha propuesta en mayo 2001, siendo aprobada en Consejo Académico y presentada a la comunidad en julio del mismo año.
La Escuela de Educación fue la responsable del desarrollo y puesta en marcha del Programa de Profesionalización de Docentes en Servicio, y el 11 de enero 2002 inicia la primera cohorte, integrada por 51 participantes, después de un proceso de selección fundamentado en un perfil de ingreso en el que se destaca, en primer lugar, el tiempo de servicio, la vocación como docente y el compromiso en sus procesos de formación.
Hasta la fecha, han sido significativo los logros obtenidos con relación a las metas planteadas, a pesar de la dinámica compleja de una formación dirigida a adultos, sustentada en un enfoque andragógico de la educación, con la incorporación de las premisas de la Educación de adultos y Educación Permanente que demanda un participante activo en la construcción del conocimiento desde la relación de sus pares, docente y otros participantes; requiriéndose por tanto, un participante autónomo, responsable, gestor de sus procesos de aprendizaje.
Veinte años de existencia, y con gran orgullo quienes hemos administrado el Programa de Profesionalización en Servicio, tenemos la satisfacción de haber egresado profesionales de la docencia formados integralmente, que incorporan nuevas praxis educativas en su gestión pedagógica; docentes que han entendido el inmensurable valor que tiene su actividad laboral cuyo producto es un ciudadano formado con y en integridad, con valores ciudadanos, ética profesional en el marco de un contenido epistemológico y nosológico estructurado, vigente y orientador en su práctica relacional con sus alumnos.
Finalmente, la dinámica y aceptación del PPS y el impacto de este en la comunidad educativa, se evidencia en el día a día, en la gestión en el aula o contexto organizacional del egresado o del estudiante del PPS, nuevas prácticas, cambios de paradigmas educativos, motivación en los procesos de formación, compromiso con personal y profesional, en fin, egresa un docente con un gran valor agregado que lo hace más eficiente en un contexto laboral. Nuestros participantes lo reconocen cuando expresan: “Formarse en la Universidad Metropolitana es un honor, y obtener mi título de licenciado en Educación en esta casa de estudio es un sueño alcanzado”.
* Profesora titular de la Universidad Metropolitana
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