En momentos en los cuales muchos colegas politólogos y otros analistas se la pasan disertando -otros dirían pontificando- sobre la importancia de una transición política en Venezuela, que conduzca a una transferencia de gobierno de un sector político a otro sector político diferente, por primera vez en 25 años, existen muchas personas que no entienden cuáles son los asuntos concretos que se deben discutir y pactar entre oposición y gobierno y que el presidente de Colombia califica de pacto entre vencedores y vencidos.
Como testigo presencial de los cambios ocurridos en 1999, que la Asamblea Nacional Constituyente produjo en el país, rompiendo con las instituciones que venían de 1958 y más atrás, es una tarea de enorme complejidad y dificultad el manejo práctico de estos asuntos concretos, dada las diferencias culturales antagónicas entre los sectores políticos en nuestro país, que ha llevado a una interpretación nada compartida ni consensuada de las realidades políticas e históricas que comienzan con la interpretación de la Constitución y las leyes.
Lamentablemente, hace falta la descripción detallada de los hechos históricos ocurridos entre los últimos meses de 1998 y principios de 1999, entre Luis Miquilena como principal operador político del entonces nuevo gobierno y los jefes políticos de la época, para lo cual hago votos para que el periodista Rafael Poleo, testigo privilegiado de lo ocurrido, haga público los acuerdos alcanzados para arrojar luces o datos de cómo se deben entender los factores políticos entrantes y salientes.
Entrando en materia, se deben discutir los siguientes problemas concretos:
1- Sistema de partidos políticos
No hay que ser un sabio para entender que quien gane la presidencia de la República, maneja la » chequera del país» y por tal razón, sobrarían alcaldes, gobernadores, concejales y diputados del bando politico contrario al nuevo gobierno, que saldrían a apoyar sin pena alguna al mismo, especialmente considerando que mantener las casas del Partido, organizar los congresos y activar las marchas y otras actividades propias de los partidos políticos, ya no serían pagadas por el nuevo gobierno y por lo tanto tendrían que ser costeadas por sus militantes y autoridades.
Para muchos alcaldes y gobernadores oficialistas, es preferible fundar partidos propios, si van a ser costeados directamente por ellos y sus contratistas.
En este problema, que seria la muerte financiera de muchos partidos políticos que reciben apoyo del gobierno nacional, esta implícito el problema de todos los partidos «judicializados», debido a que un más que probable cambio de criterio de los integrantes del TSJ o el CNE, después de un cambio de gobierno implica un cambio total del ecosistema de partidos políticos en Venezuela, púes incluso partidos políticos del mismo Polo Patriótico, podrían volver a sus antiguos fundadores, con lo cual se puede abrir una situación de gran conflictividad, que de alguna manera debe ser resuelto, en la mesa de discusión de una denominada transición.
2- Sistema de participación política
Aunque todos juran acatar la constitución vigente de 1999, la forma de entender lo que se denomina como » democracia participativa y protagónica» es muy diferente entre el oficialismo y la oposición en Venezuela, puesto que un amplio sector del país, no comparten para nada, la existencia de las Comunas y los consejos comunales, de donde depende la estructura operativa de actual partido político de gobierno, donde estructuras partidistas como UBCH y jefes de Calles, cumplen funciones de administración pública y asistencia social que van de certificación de trámites hasta repartos de alimentos.
La eliminación del Ministerio de las Comunas, rompería la columna vertebral del oficialismo y por ende, es un asunto de no poca monta en esta hipotética discusión.
3- Sistema educativo
Además de la discusión del cambio de nombre de miles de escuelas, está la discusión del más que probable cambio de todas las políticas educativas, especialmente en el sector universitario, donde los enfrentamientos de carácter ideológico\científico han sido notables. Este tema requiere de un artículo completo para ser explicado al ciudadano común y es suficiente con señalarlo el día de hoy.
4- Organización y dimensiones del Poder Nacional
No se trata solamente de estar de acuerdo o no con la existencia de 34 ministerios, 379 entes descentralizados y una nómina de millones de empleados públicos, sino que un acuerdo político tiene que tratar cómo se realizarán los cambios profundos que requiere la administración central en un nuevo gobierno, ya que tal como ocurriese en el pasado, estos problemas exacerbados de casos de «clientelismo político» van a definir la continuidad o desaparición de algunos partidos políticos, adosados al presupuesto nacional.
De este tema, merece un articulo aparte la discusión sobre la continuidad de las políticas públicas, denominadas «Misiones», pero es un tema para otro día.
5- El Sistema de Justicia
El tema de los presos políticos del presente y del probable «futuro» es un asunto delicado, puesto que un nuevo gobierno tiene que proceder de forma inmediata a liberar a los denominados presos políticos y a resolver los requerimientos acusatorios de los exiliados y perseguidos dentro y fuera del país, de acuerdo a los tribunales, más también es una preocupación central de un gobierno en salida, una sustitución exponencial de jueces provisorios y cambio de criterios del Poder Ciudadano (Contralorías, Fiscalías y Defensorías del Pueblo), que salgan en tropel a perseguir funcionarios caídos en desgracia, con la fe ciega de un inquisidor, haciendo uso de las frases, de que no hay peor fanático que un nuevo converso, con lo cual muchos oficialistas aprovecharían sus conocimientos personales de sus excompañeros para perseguirlos con saña y alevosía.
6- Alineación con el sistema internacional
Uno de los problemas mas delicados de una transición política en Venezuela, que nadie quiere discutir públicamente, es su papel en las Relaciones Internacionales, que implica asumir una posición igual de definida en el actual conflicto Occidente versus Oriente, donde están implícitos una gran cantidad de temas relacionados con el enorme activismo político internacional de los gobiernos de Chávez y Maduro, donde se tiene que discutir desde el barco de petróleo diario que sale para Cuba, pasando por el pago de las deudas contraídas con la Federación Rusa y la República Popular China, además de la nómina de organizaciones de todo tipo, figura publicas y activistas políticos que viven en el exterior, asistidos financieramente desde Caracas, lo cual podría ser un descalabro para muchos partidos políticos en otros países de Latinoamérica y el Caribe, África, Asia y Europa.
El retorno de las embajadas de los gobiernos de Estados Unidos e Israel, es un asunto central de esta discusión por tener dichos países a diversos funcionarios públicos en Venezuela bajo el radar de seguimiento de sus tribunales y agencias de inteligencia, por lo cual muchos de los mismos, están particularmente interesados en conocer como seria un cambio de gobierno en Venezuela.
7- Hay puntos de Seguridad y Defensa, tan delicados, que no pueden ser tratados actualmente en medios de comunicación y es de esperarse que se traten con seriedad y discreción en las negociaciones que se realicen entre los actores políticos en Venezuela.