El régimen debe andar revolcándose en su tumba. La Comisión Nacional de Primarias acaba de aprobar que la jornada del 22 de octubre se realizará sin la participación del CNE. Este hecho representa una enorme victoria ciudadana, arranca de raíz la grosera intromisión del gobierno en un proceso que es absolutamente nuestro. Por supuesto, la molestia de la tiranía y sus aliados es algo que debió estremecerlos. Ya no tendrán la posibilidad de conocer la data de los votantes en tiempo real. Para posteriormente amedrentarlos con sus perversos mecanismos de chantaje y coacción.
La decisión acertadísima, impulsada por millones de venezolanos, con deseos de participar en un evento organizado por gente altamente calificada. Sin tener la menor influencia del malévolo gobierno. Ahora se contarán millones de papeletas en donde la voluntad ciudadana se expresará sin temores de una represalia. Con la seguridad de mantener en buen resguardo la identidad del elector. Sobre todo los miles militantes del proceso que desean un cambio.
Sería injusto no reconocer que fue María Corina Machado quien encabezó este gigantesco movimiento ciudadano que terminó por fulminar los planes del gobierno. Una derrota que duele hondo en Miraflores, que coloca a las primarias en un escenario muy interesante.
Ante la evidencia de una candidata ganándolas con holgura, concretamente María Corina Machado, muchos aspirantes deben estar deshojando la margarita, asumir la realidad con grandeza, sumándose a quien genera la mayor de las adhesiones, no es un acto de rendición, por el contrario, representa un gesto que puede ayudarlo en el futuro. No olvidemos que la política no termina en 2024.
Esta decisión llena de entusiasmo al ciudadano. El escepticismo que quiso sembrar la tiranía asomándonos al tenebroso CNE ha quedado desvirtuado. Es hora de planificar y organizar un proceso de primarias donde Venezuela escoja a la primera mujer que dirigirá los destinos del país.
@alecambero
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