OPINIÓN

¿Primaria sin CNE?

por William Anseume William Anseume

Conformada la Comisión Técnica y Electoral para las primarias de la oposición

Sí. Lo dijo el propio Consejo Nacional Electoral, ente que suma una nueva mácula a su accionar ¿aparejado? Sin identificar a los votantes por medio del captahuellas, no habrá apoyo técnico alguno. Y le ripostó la Comisión Nacional de Primaria (CNP): si me identificas a los participantes, boto tierrita y se acabó el juego contigo.

Anunció Jesús María Casal la activación del plan B. Este plan consiste en que la primaria va sin la ayuda del CNE. La idea, señalada por el régimen, es que soliciten la contribución del Ministerio de Educación para los espacios y de los militares para que se hagan cargo del cuido del proceso. O sea, el régimen, como sea, pretende involucrarse. Esto amerita una detención necesarísima. La CNP intentó meritoriamente una negociación productiva con el régimen del terror y este la rechazó. Esta lectura abarca otras negociaciones en puerta más las anteriores. Pero ese no es el tema hoy. Para quienes están en el poder la palabra negociación les resulta muy repelente, imposición les suena más acordé a su accionar. En ese sentido está muy bien que haya un plan B y hasta un C o un D. Pero el tiempo sí se impone.

La primaria sin el régimen siquiera aceptándola constituye un reto para este. Lógicamente, a esos en el poder les gusta la papaya solo para ellos. A los demás les colocan todos los obstáculos posibles. Como es el caso. El desentendimiento del régimen por estas elecciones coloca de nuevo las cosas en su lugar. Nosotros somos los otros desde su perspectiva. También debería ser así desde la nuestra. Ningún apoyo darán a menos que les resulte en algo provechoso. La primaria sin el CNE constituye también otro desafío para la oposición. Organizar y realizarlas completamente desde afuera es posible, desde luego, pero puede conllevar distintas perturbaciones que quisieron evitarse. No fue posible.

La carrera contra el tiempo implica involucrar más a la sociedad civil, hacerla dueña del acto. El objetivo es contar finalmente con un candidato unitario, producto de los deseos manifiestos de la ciudadanía. Los escollos seguirán presentes y hasta imperturbables, como debe ser el accionar de la CNP, agrupación de destacadas personalidades que deberá tenernos a todos como su respaldo. Lo otro sería rendirse y eso, lo que quiere el régimen, no puede estar contemplado entre quienes hacemos oposición. Seguir, a pesar de los concebibles obstáculos, sí. La determinación de los comisionados resulta altamente plausible.

Y si se trata de aplicar los planes alternos que sean necesarios, habrá que aplicarlos. Pero la oposición debe contar con su representante para enfrentarlo en términos absolutamente polarizados a quienes detentan el poder. ¿Quién dijo que esta ruta era fácil? ¿No estaban previstos los obstáculos? Y faltan. Faltan muchos más que también deben estar contabilizados. ¿Es posible otro tipo de sorpresa? Claro. De ellos debemos esperar cualquier cosa. Las peores, incluso. Como lo han demostrado estos largos años. Enfrentamos un poder que no quiere ceder libertades. No lo ignoramos. Eso incluye las de las elecciones libres y verificables. Las de un sendero en transición hacia la democracia. Una más para el CNE. Una inmensa oportunidad de crecerse para la CNP. Con el espaldarazo de todos esto es muy posible. Tendremos un candidato, candidata preferiblemente, de ser así, este mismo año. Preciso es confiar y actuar en consecuencia.