OPINIÓN

¿Primaria con el nuevo CNE chavista?

por Humberto González Briceño Humberto González Briceño

No, la tesis de que el Consejo Nacional Electoral chavista intervenga en la organización de la primaria de la falsa opción aún no ha sido descartada. De hecho, con la selección de la nueva directiva del CNE esta opción regresa con más fuerza a la mesa de negociaciones discretas entre chavismo y falsa oposición. Pero, ¿por qué?

Desde el momento en que la falsa oposición se embarcó en la vía electoral quedó amarrada a los nudos de la legalidad chavista. Así ha sido, así es y así seguirá siendo cada vez que se decida ir a elecciones bajo el régimen chavista. Ahí no hay escape, ni términos medios, ni alternativas. Y pretender que las hay es una fantasía, por decir lo menos.

En Venezuela el Estado chavista es el que organiza las elecciones, cuenta los votos y adjudica los resultados. Quiénes van a votar, cómo, dónde y cuándo es algo que los chavistas deciden según su conveniencia. En las elecciones que hace el chavismo no hay apelación, ni reconteo, ni auditoría que valga. Si un candidato nacional o regional no le conviene al chavismo puede resultar preso o inhabilitado. Todo esto que suena a arbitrariedad, y lo es, se hace dentro de la más estricta legalidad… chavista.

Todo aquel que escoja la vía electoral que ofrece el chavismo sabe perfectamente a lo que se enfrenta y tiene que aceptar las reglas de ese juego, sin protestar. Por eso, quizás hasta cierto punto no deberían ni reclamar porque voluntariamente decidieron someterse al imperio de la Constitución de 1999 y el sistema legal del chavismo en el cual se basa todo este tinglado de fraude y abuso.

Por eso resulta infantil (asunto de niños) que la falsa oposición sin lograr una negociación efectiva sobre condiciones y garantías electorales se haya deslizado por el tobogán de las elecciones y a mitad de camino pretenda que el chavismo le haga concesiones.

En la mascarada electoral que prepara el chavismo, y en la cual la falsa oposición voluntariamente decidió cooperar, el régimen necesita procurarse un candidato “opositor” conveniente que aunque sea bullicioso y respondón juegue apropiadamente su papel de reconocer los resultados electorales del fraude, aunque solo sea bajo protestas y hasta maldiciendo. Pero que lo haga. Aunque muchos candidatos no esperarían a que se los pidan dos veces, esta es una parte sensible de toda la operación que requiere de ciertos rasgos personales.

Por alguna razón el chavismo nunca ha ocultado que se sentiría mucho más cómodo con un candidato opositor como Manuel Rosales, a quien en las últimas elecciones el régimen le adjudicó la Gobernación del Zulia para dejarlo como preparado al bate en el elenco “opositor”. A cada piropo que Nicolás Maduro le lanza a Manuel Rosales, este hace lo propio y le corresponde sin olvidarse de las formas, esto es que aunque esté al servicio de Maduro es ante todo un “opositor”.

El problema se presenta cuando el mecanismo diseñado por la MUD para pavimentar la vía de Rosales a la candidatura queda dinamitado con la explosiva candidatura de María Corina Machado y su onda expansiva. Hay dos tipos de migración ocurriendo hoy en Venezuela. La de muchos venezolanos que perdieron la esperanza en los politiqueros de ambos bandos y están abandonando masivamente el país. Y la migración masiva de las clientelas regionales de los partidos de la MUD hacia la candidatura de MCM para montarse en ese autobús antes de que sea demasiado tarde. Ya hay candidatos a gobernadores y alcaldes pegados a la candidatura de Machado para que la cresta de la ola los salpique con su agua bendita.

En estas condiciones los capos de la MUD no pueden hacer otra cosa que mirarse con desconcierto unos a otros y concluir que están organizando unas elecciones para que María Corina Machado irreversiblemente sea proclamada ganadora. Y aquí es donde hay que comenzar a establecer algunas precisiones fundamentales. Una de ellas es que la Comisión de Primaria, contrario a lo que parezca, es en esencia un subproducto de la MUD, designada para proteger esos intereses y no otros. En otras palabras, la Comisión de Primaria cuyos dueños son los partidos del G4 está supeditada en todos los aspectos políticos y logísticos a lo que convenga a la MUD.

Invocando la magnitud de la elección la Comisión de Primaria comienza su trabajo desde principios de este año coordinándose con el CNE chavista. Luego se sucederán una serie de eventos casi organizados en forma de guión. En las conversaciones sobre asistencia técnica Comisión de Primaria-CNE surge el tema de las captahuellas. La mayoría de los precandidatos opositores en representación de los partidos que controlan la Comisión de Primaria expresan conformidad porque a la final ya se sabe hacia dónde va todo esto. Casi todos, menos uno o una. María Corina Machado, quien posiciona el asunto como relevante y logra convencer a quienes quieren votar que las captahuellas son una forma del chavismo para influir en los resultados, como si el chavismo ya no estuviese controlando todo el proceso en el cual, por cierto, ella también participa en forma voluntaria.

El rechazo a las captahuellas y la presión de la clientelas de los partidos obligan a la MUD-Comisión de Primaria a no aceptar el uso de las máquinas a lo cual en forma conveniente el CNE chavista respondió el mismo día  “sin captahuellas no hay asistencia técnica”. Todo o nada. Un nuevo intento de entenderse con los chavistas en materia electoral tratando de cambiar ligeramente las condiciones quedaba frustrado.

Semanas después, luego del episodio de las captahuellas y ante el río crecido en que se había convertido la candidatura de María Corina Machado, el régimen chavista decide intervenir para tratar de poner orden en la elección primaria de la falsa oposición que a todas luces ya estaba fuera del control de sus organizadores. Así el 30 de junio, con base en la legalidad chavista, se anunció la inhabilitación de María Corina Machado por razones que ni siquiera el régimen se tomó la molestia de explicar. ¿Para qué si simplemente pueden hacerlo?

En los últimos meses el desgano y el desinterés de la MUD-G4 por la elección primaria es evidente. “¿Qué sentido tiene que organicemos la elección donde de todas formas será coronada María Corina Machado y de paso paguemos la cuenta?”, así más o menos se expresaba amargamente, en privado, un operador regional de uno de los partidos de la MUD. Hasta el propio Henrique Capriles Radonski sorprendió a sus seguidores en sus declaraciones de arranque de campaña diciendo que “…no hay ambiente ni entusiasmo para la elección primaria”. Quizás no hay entusiasmo en su campaña porque gente que antes lo acompañaba ahora caminan ilusionados al lado de María Corina.

Si el régimen chavista aún tiene interés en asegurarse un buen candidato opositor está obligado a meterle la mano nuevamente a sus socios de la falsa oposición para sacarlos del atolladero. Para que Manuel Rosales sea un candidato creíble tiene que ser el resultado de un mecanismo igualmente más o menos creíble. No lo pueden simplemente sacar del sombrero del mago en noviembre y decir que es el candidato del consenso, menos si la candidata María Corina Machado se alza con los votos de esa elección en una proporción de 10-1. Solo bastaría que ella vetara ese consenso para que ese candidato con un plomo en el ala no levante vuelo.

Una forma de resolver esto es precisamente regresar a la tesis de la asistencia técnica del CNE chavista a la primaria lo cual permitiría el “aval electrónico” para justificar  un eventual resultado adverso a MCM, aunque a muchos les parezca increíble. A diferencia de hace cuatro meses hoy se puede alegar que la asistencia técnica incondicional por parte del CNE está justificada porque no hay dinero y el caos que sería llevar a votar a 1 millón de personas debajo de una mata de mango. Sobrarán los “argumentos sensatos” y los apoyos de candidatos como Henrique Capriles Radonski y Andrés Caleca.

El chavismo no necesita de mayor preparación para su fraude electoral. Por eso la agenda de trabajo del nuevo CNE en las próximas semanas se ocupará más de la primaria de la falsa oposición que de cualquier otro asunto. Si la MUD por temor al costo político vuelve a rechazar la oferta generosa (Jorge Rodríguez dixit) de asistencia técnica del CNE chavista este tendrá que buscar otras formas (¿suspensión? ¿intervención?) para ayudar a sus socios a disminuir el efecto, hoy demoledor, de la candidatura inhabilitada de María Corina Machado y allanar el camino al candidato de consenso in pectore, Manuel Rosales. @humbertotweets