OPINIÓN

¿Por qué y cómo dejarán el poder? (II)                                                                                             

por Luis González Del Castillo Luis González Del Castillo

En nuestro artículo del pasado sábado 15 de julio establecimos con claridad meridiana, al menos eso aspiramos, que la actuación que debemos más que prever junto con nuestros aliados más importantes es y será estratégicamente definitoria de nuestro éxito o fracaso a la hora de luchar por la conquista de nuestra libertad.

He fijado en el primer artículo el 2002 como año de referencia fundamental de estos análisis; aun cuando expresamos antecedentes de errores desde 1989, a la llegada de Pérez a su segundo mandato, incluso antes, cuando les describo someramente algunas de mis relaciones personales, construidas previo al año 1992, antes de los intentos golpistas de febrero y noviembre.

Llegar al poder y construir el orden y la seguridad democráticas en Venezuela, es decir, nuestra propia gobernabilidad, implica formar, desde ya, un equipo internacional, legítimamente constituido y con la ética de grupo, confianzas mutuas y suficientes, con la cohesión interna y firmeza para esa interacción con los aliados potenciales. Establecer certeramente quiénes nos respaldan definitivamente, según sus propios intereses, valores y visiones, para que sean compartidos en lo fundamental, y poder emprender así junto a nosotros “el hacer camino” para la ejecución de tales planes estratégicos de liberación y estabilización.

El filosofar de tipos como Pablo Escobar Gaviria sobre temas como “preferir una tumba en Colombia antes que una celda en Estados Unidos” creo que grafica muy bien el panorama que debemos plantearnos con tales sujetos. De la misma calaña son los que han entregado nuestra nación a la invasión progresiva: castrista, guerrilla colombiana, de rusos, chinos e iraníes. En el artículo anterior fijamos la necesidad prioritaria de comenzar desde ya a enfrentar a los invasores castristas, para que vayan saliendo del territorio nacional de Venezuela, perentoriamente antes del 22 de octubre próximo.

Infiltrados a modo de “Caballo de Troya”, se disfrazaron de bondad con los médicos cubanos y demás programas o misiones de artimañas. Hoy la atención de la salud del venezolano es una calamidad nacional. Al apoderarse mediante dicha infiltración de toda la inteligencia necesaria en cuarteles militares y de policías, identificación y extranjería, registros y notarías, así como las variables claves de poder: conocimiento, organización, fuerza y recursos materiales. En nuestro caso, la información del sector castrense ya estaba comprometida con Chávez en Miraflores, y luego ahora más que información en sus manos, la total dirección castrista la cubren con el rostro de su títere Maduro en Miraflores. Idéntica copia procedimental con su marioneta Díaz-Canel en La Habana. Dos ejemplos bastan para precisar esta realidad: 1) La permanencia del actual traidor a la patria venezolana Vladimir Padrino López como ministro de la Defensa desde 2014, otorgada debido a lo que ahora para todos está claro, es producto de su sumisión a La Habana con Fidel en vida, y certificada y monitoreada por el poder mayor de su tocayo Vladimir Putin desde Moscú.

Posterior a la imposición de la mayoría del Alto Mando de entonces, muerto Chávez, sobre la conveniencia nacional de respetar los resultados de las parlamentarias de 2015, manda a viajar a Padrino Lopez a Moscú. 2) La reciente visita de Raúl Castro a Caracas,  para poner orden al  “dibujo libre” que pretendía seguir haciendo Tareck el Aissami con el poder estratégico-económico que representa lo que queda de Pdvsa, más que como petrolera en realidad como casa matriz de múltiples negociados; desde lavadora y procesamiento de dineros de distintos sucios orígenes como el narcotráfico, hasta la entrega a Irán de la posición de privilegio de manejar los -aunque bajos- volúmenes que se están produciendo, la comercialización e intereses de tiempos de suministros estratégicos de dicha producción.

Los incentivos que se producen desde Estados Unidos al pactar con una Cuba sexagenaria en el poder, entre octogenarios, que son quienes en definitiva controlan organizativamente los cerebros del manejo de información y procesamiento de datos, con cable submarino y todo. Ahora es relevante nuevamente el petróleo con la situación europea de escasez y mayor riesgo por la estúpida invasión de Putin a Ucrania. Desde sus softwares de mantenimiento y control del poder, de manejo de los tableros del ajedrez, de las relaciones internacionales e intereses mundiales, Cuba pacta. “Ahora toca a Chevron extraer para cobrarse lo que le adeudan”. Eso se logra con “negociaciones” entre quién debería ser, por principios y valores, y una mirada de mayor alcance en años y en profundidades de intereses permanentes nuestro principal aliado: Estados Unidos de América. En este gobierno actual de Biden, los europeos y nuestros enemigos, que se autodenominan patriotas, juegan con nuestros intereses a la pelota, y en sus propias canchas de La Habana y Moscú, Europa-Estados Unidos, aunque finjan lo contrario. Vamos a enseriarnos y a entendernos primero con Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea que sí estarían interesados en apoyar nuestra causa.

Estamos ante un monstruo de varias cabezas. Concluyamos este artículo mencionando unas cuatro cabezas que están directamente en la acera de enfrente: a) Maduro y sus directos asesinos torturadores en el poder, que controlan la seguridad policial y militar interna para proteger el castrismo madurismo b) Diosdado Cabello y la banda militar que se entrega a la seducción de las dádivas y que son vendepatria. Adulan y se muestran mansos ante estos dos supuestos mandos castromaduristas, pero que sabemos son uno solo: el castrismo, para manejar negociados y enriquecerse, a costa del hambre y sufrimiento de su nación, a la que un día juraron defender. c) La banda de los iraníes, con Tareck, que como vimos tienen sus propias apetencias y negocios, y que de pronto casi rebasan a Maduro; y d) Las guerrillas colombianas, las cuales ya no buscan el poder formal de la Casa de Nariño, sino que son un poder que ocupa territorio binacional y en Venezuela son parte de la estructura criminal que se maneja en variadas sucursales y con variados arreglos o modalidades del negocio del narcotráfico, tráfico humano, los contrabandos, manejo de minerales desde estratégicos hasta el oro.

Hasta acá podrían empezar a figurarse por qué dejarán el poder, que es quitándoles los incentivos de enriquecerse y disfrutar de las lujurias del poder. El boato y los oropeles. Los supuestos ascensos militares que han sido descensos y degradación humana. ¿Por qué dejarán el poder? Porque nosotros subiremos tanto sus costos de permanecer en él, como aquello de la tumba en Venezuela o una cárcel en Estados Unidos, que ya no dejaremos que les sea negocio permanecer en él.

Seguimos el próximo sábado para concluir «el porqué y el cómo dejarán el poder…».

@gonzalezdelcas

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