El gobierno de Colombia tiene en sus manos la responsabilidad de garantizarles la seguridad a los habitantes del Departamento de Arauca, y seguramente tratará por todos los medios de cumplirles. Los colombianos de esa zona han declarado al diario El Tiempo que nada tienen que ver con la guerra que se han declarado el Ejército de Liberación Nacional y las disidencias de las FARC, incluyendo la Segunda Marquetalia del amigo de Miraflores, Iván Márquez.
Pero ¿qué dicen los residentes de ese lado del Arauca? Ellos están claros: “Están peleando por sus negocios ilegales… Nosotros estamos pagando el precio de sus peleas por droga”. Esto es algo que se sabe desde hace muchos años, como también que en el otro lado de la frontera, en el estado Apure, los subversivos y narcotraficantes tienen cierta seguridad para hacer de las suyas, pues el gobierno venezolano se las ha garantizado desde tiempos de Hugo Chávez.
No se trata solo de tráfico de estupefacientes, que incluye pistas aéreas clandestinas, sino que también trafican con gasolina y otros productos, además de que esta zona para ellos es un aliviadero para secuestro y trata de personas. Y saben que la ley de este lado del Arauca no existe para ellos. Por eso los colombianos les exigen a sus autoridades que hagan lo posible por preservarles la vida, porque de este lado nadie les escucha.
Se trata ya de un asunto humanitario, que si se deja sin atención se convertirá en algo más grave. Hay desplazados de lado y lado, pues quienes no se acoplan a los mandados de los subversivos, del grupo que sean, arriesgan la vida. No les basta con haberse declarado la guerra entre ellos, sino que están dispuestos a llevarse por delante a los que se les atraviesen.
Tanto el ELN como los frentes disidentes de las FARC y la Segunda Marquetalia han demostrado ser sanguinarios, y estar en medio de esta guerra es un horror para la población. Las autoridades del Arauca aseguran que en estos primeros 22 días del año ha habido ya 34 homicidios.
Lo triste es saber el papel que desempeña el gobierno chavista en todo esto. Por acción o por omisión, tienen mucho que ver en esta situación que no solo afecta el lado colombiano sino a los venezolanos del estado Apure. Estos enfrentamientos y la comprobación de que el último atentado se planificó desde Venezuela dice mucho.
La ONU ha puesto atención a este problema, en Colombia varios organismos tratan de dar respuesta a los desplazados, incluyendo a los venezolanos, ¿qué esperan desde Miraflores para hacer su parte? No se trata solo de poner en cintura a los subversivos, sino de mostrar la verdadera voluntad de acabar con sus negocios ilícitos. Eso es lo que haría un gobierno decente.