La ilusión de libertad es un fenómeno que nos rodea, y muchos de nosotros nos encontramos encadenados sin darnos cuenta. Estas cadenas pueden ser espirituales, emocionales, mentales o físicas, y nos impiden alcanzar nuestra plenitud psicológica. Pero, “¿por qué miramos alrededor en busca de ayuda? ¿Crees que la ayuda llegará de afuera?” (Jung, 2009)
La respuesta es no. La ayuda no vendrá de afuera. La ayuda debe surgir desde el interior del ser. La individuación, un proceso desarrollado por Carl G. Jung*, nos enseña que la plenitud psicológica solo se puede alcanzar cuando nos conocemos a nosotros mismos, reconocemos nuestras ataduras, las rompemos y alcanzamos la libertad verdadera.
La ilusión de libertad: cadenas que nos atan
La ilusión de libertad se caracteriza por la falta de conciencia sobre las cadenas que nos atan. Estas cadenas pueden ser:
- Cadenas de la prepotencia y arrogancia: Estas pueden generar una ilusión de libertad, pero en realidad nos atan a patrones de comportamiento destructivos y nos impiden crecer y desarrollarnos como personas. La prepotencia y la arrogancia pueden manifestarse en nuestra forma de relacionarnos con los demás, en nuestra forma de tomar decisiones y en nuestra forma de abordar los desafíos. Por ejemplo, un jefe que se cree superior a sus empleados y les habla de manera condescendiente, lo que les hace sentirse insignificantes y desmotivados, impidiendo que crezcan y se desarrollen en su trabajo.
- Cadenas de pensamientos y palabras: Nuestros pensamientos y palabras tienen el poder de atarnos o liberarnos. Las palabras pueden ser una herramienta para controlar o manipular a los demás, y nuestros pensamientos pueden ser una fuente de limitaciones y miedos. En particular, una palabra cruel dicha por un padre a su hijo puede dejar una huella profunda y atar al niño a una vida de inseguridad.
- Cadenas de afectos: Las relaciones tóxicas o destructivas pueden generar decadencia y hundir a la persona. Es importante reconocer si una amistad es toxica y aprender a establecer límites saludables. Por ejemplo, una amistad que nos hace sentir mal con nosotros mismos y nos impide crecer.
- Cadenas de vicios: Los vicios pueden generar una ilusión de libertad, pero en realidad nos lo atan a patrones de comportamiento destructivos. La negación y la ilusión de libertad pueden impedir que nos demos cuenta de la gravedad de la situación. En este sentido por ejemplo, la adicción a los teléfonos celulares puede atarnos a una vida de aislamiento y dependencia.
- Cadenas del espíritu del mundo: Se manifiestan cuando el ego materialista, a través de la tentación de la mente individual, nos lleva a la separación y la confusión, haciéndonos creer que somos seres individuales, separados y limitados. De esta forma, nos aleja de nuestra conexión con Dios y nuestra verdadera naturaleza. El demonio ataca nuestra fe y nuestra conexión con la divinidad, lo que puede generar una ilusión de libertad, llevándonos a vivir en un estado de inconsciencia, donde nos dejamos llevar por los pensamientos, emociones y patrones de comportamiento condicionados, sin ser conscientes de nuestros verdaderos deseos y necesidades. Una ilustración al respecto puede ser la de una persona que se deja llevar por la ambición y el egoísmo, pensando que el éxito y la riqueza son la clave de la felicidad.
- Cadenas asociadas a las ventajas o sistemas de privilegios del pecado: Estas cadenas pueden generar una falsa sensación de estabilidad y poder, pero en realidad nos atan a patrones de comportamiento destructivos. Por ejemplo, una persona que se mantiene en una posición de poder en una empresa mediante la manipulación y el engaño, pensando que su estatus lo hace invencible.
El proceso de individuación de Carl G. Jung
El proceso de individuación es un camino hacia la plenitud psicológica, que implica la integración de la personalidad consciente y la personalidad inconsciente. Este proceso nos permite romper las cadenas que nos atan y alcanzar la libertad verdadera.
La integración de la personalidad consciente y la personalidad inconsciente
La personalidad consciente es la parte de nosotros que está en contacto con la realidad exterior, mientras que la personalidad inconsciente es la parte que contiene nuestros deseos, miedos y patrones de comportamiento inconscientes. La integración de estas dos partes es esencial para alcanzar la plenitud psicológica.
El proceso de individuación como herramienta para romper las cadenas
El proceso de individuación nos permite:
- Conocernos a nosotros mismos: Al integrar nuestra personalidad consciente y personalidad inconsciente, podemos conocernos a nosotros mismos de manera más profunda y auténtica. Por ejemplo, una persona que se da cuenta de que siempre se siente insegura en situaciones sociales y decide trabajar en su autoestima, puede empezar a practicar la auto-reflexión para entender por qué se siente así. Luego, puede empezar a trabajar en su confianza en sí misma, desarrollando habilidades sociales y enfrentando sus miedos.
- Reconocer nuestras cadenas: Al conocernos a nosotros mismos, podemos reconocer las cadenas que nos atan y empezar a romperlas. Por ejemplo, una persona que se da cuenta de que siempre se siente atrapada en una relación tóxica y decide tomar medidas para salir de ella, puede empezar a reconocer los patrones de pensamiento y comportamiento que la mantienen atada a esa relación. Luego, puede empezar a trabajar en su autoestima y a desarrollar habilidades para establecer límites saludables. Por ejemplo, una persona que se da cuenta de que siempre se siente atrapada en una relación tóxica y decide tomar medidas para salir de ella, puede empezar a reconocer los patrones de pensamiento y comportamiento que la mantienen atada a esa relación. Luego, puede empezar a trabajar en su autoestima y a desarrollar habilidades para establecer límites saludables.
- Desarrollar nuestra conciencia: La conciencia es la clave para romper las cadenas que nos atan. Al desarrollar nuestra conciencia, podemos tomar decisiones más informadas y auténticas. En otras palabras, aumentamos nuestra capacidad para ser conscientes de nuestros pensamientos, sentimientos, patrones de comportamiento y motivaciones inconscientes. Esto implica integrar nuestra personalidad consciente y personalidad inconsciente, lo que nos permite conocernos a nosotros mismos de manera más profunda y auténtica. Por ejemplo, una persona que se da cuenta de que siempre se siente ansiosa en situaciones de estrés y decide practicar la meditación u oración científica para manejar su ansiedad, puede empezar a desarrollar su conciencia en el presente. Luego, puede empezar a analizar sus patrones de pensamiento y comportamiento inconscientes que la llevan a sentirse ansiosa, y trabajar en reemplazarlos con patrones más saludables.
- Aumentar nuestra fe: La fe es una herramienta poderosa para romper las cadenas que impone el ego materialista. Al acrecentar nuestra fe, podemos conectarnos con la divinidad y alcanzar la libertad verdadera. Por ejemplo, una persona que ha pasado por una serie de desafíos y pruebas en su vida, pero en lugar de dejar que la desesperación y la duda la consuman, ha decidido buscar ayuda y apoyo en su interioridad divina donde reside el “Templo de Dios”.
Conclusión
La ilusión de libertad que nos rodea puede ser superada a través del proceso de individuación de Carl G. Jung, que implica integrar nuestra personalidad consciente y personalidad inconsciente para conocernos a nosotros mismos de manera más profunda y auténtica. Al reconocer y romper las cadenas que nos atan, podemos alcanzar la libertad verdadera y la plenitud psicológica, viviendo una vida más auténtica y libre. La respuesta no se encuentra en el exterior, sino en el interior del ser, donde la fe y la conciencia son herramientas poderosas para lograr esta transformación.
“¡Al final el Inmaculado Corazón de la Virgen María triunfará!”
* Carl Gustav Jung fue un psiquiatra y psicólogo suizo, nacido el 26 de julio de 1875 en Kesswil, Suiza, y fallecido el 6 de junio de 1961 en Küsnacht, Suiza. Fue uno de los más destacados psicólogos del siglo XX y fundador de la psicología analítica.
Referencia
Jung, C. G. (2009). The Red Book. Liber Novus. Edited by Sonu Shamdasani. W.W. Norton & Company.
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Pedro Morales. Economista ULA. Profesor Titular ULA-UNET. Proyecto educativo: “Salve María Auxiliadora, economía de la salvación y de la felicidad verdadera”. Predicador-Declamador Mariano. Conferencista: Economía Transpersonal-Cuántica. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira. (UNET) pedromoralesrodriguez@gmail.com X: @tipsaldia / Instagram: @tipseconomic