En medio de estas crónicas de abusos de poder que se nos ha convertido la historia contemporánea del país, los venezolanos, lamentablemente, hemos aprendido a tener una certeza: el régimen se movilizará para atacar, perseguir, a todo aquel que se atreva a contradecirle. No importa la edad, género, nivel educativo, filiación política, profesión, o recursos económicos; para Miraflores, todo adversario es un “enemigo letal” al que debe neutralizar. Quizás este sea, paradójicamente, el único rasgo verdaderamente “democrático” y “universal” de quienes nos gobiernan: ser intolerantes con todos los que aspiramos a un cambio pacífico y democrático en el país.
En este universo de potenciales víctimas de un sistema político y judicial construido para controlar a los ciudadanos, parece haber un patrón especialmente inquietante, el temor que el poder le tiene a la juventud. Las últimas detenciones en contra de activistas políticos y periodistas, el modo de acosar, perseguir y torturar a los jóvenes que luchan por el cambio, la implacable indiferencia hacia los chamos que salen del país y la habilidad que ha desplegado el poder para cerrarle oportunidades a las nuevas generaciones; parecen describir una política de Estado diseñada para preservar la “paz” a costa de suprimir las libertades civiles y las ganas de cambio que tienen nuestros jóvenes. Esto se refleja mucho más ahora, cuando la juventud, con su fuerza, sus talentos y su compromiso, se ha unido al liderazgo que recorre al país, un desafío que ha puesto en alerta al régimen y que ha movilizado a sus cuerpos de seguridad en acciones arbitrarias y peligrosas.
Es por eso que en las próximas semanas, antes de las elecciones del 28 de julio, debemos insistir en la unidad como estrategia de protección y resistencia frente a estas amenazas, el trabajo coordinado entre nuestro liderazgo en las comunidades, la formación de los testigos de mesa, la educación de los votantes, los preparativos para la movilización de los votantes y la preparación de todos los mecanismos de observación electoral para la defensa del voto. Una ruta que contará con el apoyo de nuestra juventud que ha decidido hacer de su futuro un tiempo que se conjuga en presente.
En apoyo a estas ganas democráticas que hay en el país, hemos puesto a la disposición de la gente a “Cheo”, un asistente virtual que te ayudará a confirmar si fuiste elegido como miembro de mesa y te acompañará en el proceso de inscripción como voluntario para ser testigo electoral. Cheo es una herramienta fácil y segura de manejar, que está a la disposición de la gente que quiere sumarse a este compromiso de cambio que queremos la mayoría de los venezolanos.
Entra en el siguiente enlace y conoce a Cheo.
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