Foto Pixabay

Cuando la naranja celeste

se deja devorar por los

incendios magnánimos

mis ríos salobres comienzan a crecer

y sus mareas crepusculares

se agigantan

cual Nilo interior precipitado con

dirección desconocida hacia un

nunca jamás imaginado

Por las tardes cuando

la ígnea mandarina cósmica

se interna por entre los pliegues

de las constelaciones y derrama

sus lácteas onirias insobornables

sobre nuestras cabezas atolondradas

de caminantes inmóviles

de incesantes navegantes imaginarios

Yo extravío mis brújulas y me doy

a los mandatos del sueño y me hundo

en la insondable marea del tiempo

y me abandono a los vértigos inclementes

de los turbiones espiraloides

sin tregua y sin cansancio.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!