El fracaso de la Operación Gedeón, de ser cierto intentó llevarla a cabo el gobierno interino de Juan Guaidó, trajo lamentables consecuencias en la oposición que han podido evitarse.
La manera tan truculenta y burda como se ejecutó el plan frente a la costa turística y residencial del litoral central venezolano arroja serios indicios de haber sido los sabuesos de la dictadura de Maduro quienes ofrecieron más dinero a los mismos mercenarios que ofrecieron sus servicios a ambos grupos en conflicto .
Ver dirigentes que apoyan a Juan Guaidó, diputado encargado del interinato de la presidencia en Venezuel,a no lograr llevar a una misión humanitaria que suministre alimentos y medicinas a la población hambrienta; los inclinan a evaluar otras opciones para lograr el objetivo principal.
Dentro de estas se encuentra formar un gabinete del Poder Ejecutivo en el exilio que se encargue de implementar acciones diplomáticas, apreciar movimientos civiles, evaluar la opinión pública dando respuestas oportunas y administrar por delegación salvaguardando los bienes del Estado conforme a la ley .
Existen otras iniciativas dirigidas apuntalar la acción política del presidente interino para continuar avanzando hacia la meta final, cual es de manera inmediata la salida del poder y enjuiciamiento del tirano Nicolás Maduro.
Hay quienes desde ya por ambición desmedida o impaciencia se ven al frente del Poder Ejecutivo por la implementación de un plan b que supuestamente solo se aplicaría en caso de que el diputado Juan Guaidó fallara en las responsabilidades encomendadas.
Ven unos la fecha de someterse a la voluntad popular para dirigir los destinos de la nación muy distante, otros creer están dadas las condiciones para que Estados Unidos y cerca de sesenta naciones amigas designen otra persona que penetre la tan anhelada misión de paz. Por ello llevan adelante campañas de desprestigio personal que solo logran hacerle el juego a la tiranía; hoy por hoy Guaidó es un sólido líder nacional.
Critican al diputado y hasta ex golpistas autoproclamados dirigentes de instituciones de maletín se promocionan para conformar una junta cívico militar en el exilio, todo ello fundamentado en la difusión de noticias inciertas que solo buscan descalificar a quien recorriendo las calles de la patria pondera de esperanza a los venezolanos en momentos en que los hijos de Bolívar temían no poder vivir de nuevo en libertad y paz vecinal.
Guaidó Márquez fue designado inicialmente presidente de la Asamblea Nacional en virtud del acuerdo rotativo de los partidos políticos y luego magistrado interino para el Ejecutivo, pero sin duda alguna fue reelecto en la misma posición por los avances logrados nacional e internacionalmente, así como mantener la empatía con el soberano.
Los errores cometidos hasta ahora bien podrían ser achacados a lo improvisto de la circunstancia que desencadenó en una administración política temporal de improviso, pero el balance de tal iniciativa legislativa hace dos años, aun cuando no se ha logrado la meta conclusiva es positivo y ventajoso.
Día a día me pregunto dónde están los funcionarios de carrera de la administración pública que tanta falta hacen en momentos en que el gobernante debe administrar recursos que son de la nación.
Se requiere formar un gobierno pluralista de los mejores donde pongan al servicio del gentilicio toda su experiencia en diversas materias de gestión y contraloría para recursos del Estado.
Las extensas explicaciones dadas posterior el fracaso de la Operación Gedeón por supuestos estrategas militares del interinato arrojaron más dudas ante el hecho de que la dictadura responsabilizó al régimen del varguense.
Un versado funcionario en política interior hubiese aportado una mejor resolución al conflicto de opinión pública.
Los amigos y correligionarios han puesto su hombro para apuntalar al líder, pero lidiar en la arena de la diplomacia asiática, bolchevique, caribeña como en territorio de la otrora persa y vecinos se requiere de otras cualidades y experiencia además de la básica lealtad.
Existen criterios adversos al indicado, pero son más quienes aspiran a ver a Juan Guaidó como un guía plural de acción social alejado del amiguismo y tutela compartida junto a la tiranía, percepciones que junto al unipartidismo de jefatura son aupados por quienes no quieren que las cosas en el país cambien.
Los venezolanos han logrado no ser esclavizados por el déspota mandatario por la decisión del pueblo que a diario toma las calzadas para protestar en múltiples congregaciones por variadas causas a razón de 24 reclamos diarios, que solo en el mes de abril pasado sumaron 716 según data del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social.
A ello han contribuido decididamente los partidos políticos que hacen vida democrática dentro de La Asamblea Nacional única institución reconocida como soberana en el mundo y que en su seno actúa la militancia de variable ideología cual muralla inamovible de contención ante los desmanes de la tiranía.