Fue el más portentoso entre los fundadores del legendario grupo https://es.wikipedia.org/wiki/The_Rolling_Stones en Inglaterra: Brian Jones. En el disco titulado Their Satanic Majesties Request (1967) lució su enorme talento al demostrar que era https://www.latercera.com/culto/2019/07/03/el-multinstrumentista-brian-jones-en-cinco-canciones/;
«Su sonoridad pop, efervescente y alegre, nos remontan a los días del verano del amor, las camisas floreadas de colores fuertes y las drogas lisérgicas» (supra en el link)
Lo vi y experimenté en Estados Unidos, pero también en Mérida-Venezuela. Fuimos jóvenes impactados por el Pop-Art and Music Also. Pero, quienes eligieron equivocarse convirtiéndose en drogadictos tuvieron una muerte temprana y el talento contracultural declinó, ante lo cual el fracaso fue masivo e internacional. Algunos permanecimos sanos y salvos. Advino una etapa transicional que impulsaría el nacimiento de los denominados yuppies, jóvenes despiertos y capaces de afrontar desafíos especialmente empresariales, tecnológicos y financieros.
El fallecimiento de Brian Jones me obligaría y también a numerosos amigos con edades inferiores a los veinte años buscar un camino demarcado, bifurcación necesaria para distanciarnos de la histeria generacional que nos inmergió en terrores suscitándonos afecciones psíquicas.
Jones tocó mandolina, cítara hindú, dulcimer, marimba, mellotron, arpa y campanas tubulares bajo efectos de psicotrópicos. Las entonaciones de la banda delatan. Los sobresalientes grupos musicales de los años 70-80 nos divirtieron pero igual hicieron irreversible daño. La histeria que percibíamos era fémina ávida de dominación del varón caído. Los derrotaron las princesas llevándonos mansos hacia destinos peligrosos.
La droga era un dios imaginario, jamás providencia. El «Psicodelismo» sirvió a los aptos para realizar obras no convencionales, y las armas de guerra [paralelamente] sofisticarían. Persuadido que tocar campanas tubulares [https://www.youtube.com/watch?v=zg5Vt0cPd10] no es antítesis, un misil fue lanzado para exterminar con cada sintonía rollingstonianahttpshttps: https://youtu.be/ZRXGsPBUV5g?si=Pe5HkzT8LYfdlVg1.
En plenitud del siglo XXI propugno la lucidez extrema, esa mi adhesión o estilo de vida desligado de aturdimiento. Supe temprano que no vine al mundo a descomponerme, sino dictar. Formular pensamientos, producir textos poéticos o narrativos, adentrarme al estudio y análisis de obras notables (oh, su majestad el ensayo):
-Reconocer la sapiencia del otro.
-Poner la que creyere mía encima de un tablero de ajedrez.
-Plugo, sí, a mí, la Retórica.
Me place igual la epistemología que me ha permitido asumir la curación psíquica de forma corajuda porque el miedo no conduce hacia ningún puerto. Puedo recordar a Brian Jones e indultarle su drogadicción, pero no tengo un método para resucitar genios atascados en el tiempo. Un tren los dejó hechos trizas a él y otros como https://es.wikipedia.org/wiki/Janis_Joplin y https://es.wikipedia.org/wiki/Jimi_Hendrix, ambos idos apresuradamente y fuera de control. En derredor todos duermen.
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