Son más de 80 años de relaciones diplomáticas entre nuestros países y es nuestra música, nuestra danza, nuestro teatro, nuestra literatura, nuestras tradiciones y visiones, nuestras comidas y más, lo que nos acerca, lo que nos enorgullece, lo que nos une.
La semana de promoción de Polonia en el estado Nueva Esparta fue la oportunidad perfecta para dejar una huella imborrable en la memoria de los neoespartanos, la ocasión para mostrar la esencia del alma polaca y el tiempo ideal para edificar conjuntamente acciones que representaran el vivo reflejo de nuestros deseos y anhelos.
Fueron muchas las actividades que se realizaron durante toda la semana. Fortalecer e impulsar la interculturalidad, el acercamiento junto a la comunidad, el intercambio de experiencias, encuentros comerciales y más, formaron parte esencial del programa. Las autoridades locales con su espíritu de colaboración y participación, nos brindaron todo el apoyo logístico necesario para construir esperanza y crear momentos, que quedarán por siempre guardados en la memoria y en el corazón.
En la Plaza de las Banderas, en la avenida Jóvito Villalba, Sector Playa El Ángel – Pampatar, se izó la bandera de Polonia, primera bandera izada en el estado, marcando la bienvenida y el inicio de todas las actividades de promoción.
Nueva Esparta fue testigo y partícipe de nuestra idiosincrasia a través de la religión, con la ofrenda floral realizada en la Basílica Menor de Nuestra Señora del Valle, con la misa y ofrenda en el Santuario del Santísimo Cristo del Buen Viaje, dirigida por el padre polaco Stanisław Gorgol y, con la inauguración y bendición de un hermoso mural con la obra realizada por el artista venezolano Norman Muñoz, de nuestro querido San Juan Pablo II, un verdadero precursor del amor y de la unión.
A través del cine, resaltando a uno de nuestros cineastas más influyentes, Krzysztof Kieślowski, y sobre quien ofrecimos una tarde de cine polaco con todas las medidas de bioseguridad, en AMARanto Restaurante Librería, para proyectar una de sus producciones más interesantes: Rojo.
A través de nuestra comida, visitando, apoyando y conociendo a los niños del Comedor–Misioneros Manos en Servicio, con quienes tuvimos la oportunidad de compartir platos típicos polacos al ritmo de hermosos cantos interpretados por ellos.
A través de nuestra música, realizando una ofrenda floral al busto de nuestro compositor y virtuoso pianista polaco Frédéric Chopin, en el Bulevar 5 de julio – Casco Histórico de la Asunción. Asimismo, una Gala Musical en el Castillo San Carlos Borromeo, una de las construcciones más importantes en la isla, bajo la interpretación de la pianista Anna Miernik, quien arribó a Nueva Esparta directamente desde Polonia, para sorprender a todos con su arte y ofrecer repertorios musicales vibrantes en cada una de sus presentaciones.
Anna ha actuado como solista e intérprete de música de cámara en más de 35 países de los 5 continentes, ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales y ha participado en los eventos culturales de mayor prestigio internacional, que además de su aportación a la vida musical de las ciudades en las que se han desarrollado, hacen sonar el nombre de Polonia alrededor del mundo, atrayendo participantes de todos los países.
A través de nuestros actos de servicio, compartiendo con los niños del Sector La Caranta, entregándoles kits escolares, material deportivo y ofreciendo un recital didáctico de piano interpretado por nuestra joven artista.
A través de nuestra sensibilidad y cariño por los animales, realizando una donación a la Fundación Control Ético Animal en Los Robles.
A través de nuestro reconocimiento a las mujeres emprendedoras de los programas comunitarios “Aprende y Emprende”, AAS de la Casa de la Mujer Maneiro y la Fundación Manuel Plácido Maneiro, quienes destacan el rol único, universal y trascendental de la mujer, sirviendo de guía, estandarte y eje para la sociedad.
A través del encuentro cercano con la comunidad polaca, para intercambiar experiencias, conocer de ellos sus necesidades, sus victorias, deseos y anhelos.
A través del apoyo a los nuevos emprendimientos y al trabajo, tal como se evidencia en Las Salinas – Pampatar, donde sus trabajadores extraen la sal, la amontonan y la muelen, para luego venderla y encontrar así recursos para cubrir sus necesidades.
A través de nuestras alianzas de cooperación, estableciendo un encuentro comercial entre los diferentes gremios del Estado y empresarios polacos, quienes viajaron directamente desde Polonia para promocionar diferentes sectores que juegan un papel importante en el desarrollo de nuestras economías.
Fueron muchas las visitas, las sonrisas, los agradecimientos y las muestras de interés absoluto por Polonia. Esto se refleja en el proyecto que actualmente existe y sobre el cual ya se están realizando todas las gestiones necesarias, para hermanar las ciudades de Pampatar y Kołobrzeg, en la búsqueda de un mayor acercamiento entre ambas ciudades, que permita generar intercambios de experiencia a nivel económico, político, social, cultural y educativo. Sería la primera ciudad latinoamericana con la que Kołobrzeg establecería este convenio.
Kołobrzeg es una ciudad de alrededor de 50.000 habitantes. Es uno de los puertos polacos más importantes en el mar Báltico, dedicado fuertemente al comercio. Su mayor actividad económica es el turismo, debido a la abundancia de aguas termales y la extensión de sus playas para el veraneo, lo que la convierte en uno de los balnearios más atractivos para polacos y ciudadanos del mundo.
Polonia se hizo sentir en Nueva Esparta y son sus banderas izadas y flameantes en la isla lo que lo demuestra. A través de su espíritu social, histórico y ciudadano, continúa mostrándose como una nación noble, multifacética y polivalente, vigilante de la memoria nacional y profundamente involucrada en el arraigo de su idiosincrasia en la vida y conciencia ciudadana.