OPINIÓN

Política de altura: saber hablar con cultura y escribir sin mentir

por Carlos Ojeda Carlos Ojeda
María Corina Machado presentó la Gran Alianza Nacional: "Venezuela obligará a Maduro a medirse" - Machado un de

Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez

Lamento profundamente haber leído tanto y tantas veces a Manuel Caballero, a Borges, a Wilde, a Poe y a Cabrujas. Las matemáticas y las letras siempre han sido una sola, el pensamiento filosófico también. También debo informarles que la huella que han dejado en mi forma de expresarme Quino, Chaplin, Cantinflas y hasta Chespirito, me han hecho decir tantas cosas de tan sencilla manera que hasta poetas quisieran. Yo no sé por qué todo lo que converso me sale en verso. Es una rareza de la naturaleza.

¡Hasta cuándo, carajo; reaccionen, no crean en pajaritos preñados!

¿Cuáles presidenciales, si estamos en una dictadura pura y dura?

María Corina. Octubre 2017

La razón por la cual necesito escribir esto es porque sigo considerando que la ingeniero María Corina Machado ha sido coherente entre su discurso y su comportamiento. ¡No quiero decir que haya sido infalible! No. Lo que quiero decir es que todos podemos equivocar el camino para llegar a la meta. No solo fue Alexander Pope quien expresó: “Errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios”. También puedo recordarles la frase de Séneca «Errare humanum est».

Todos tenemos “corazoncito” en materia de idealismo y preferencias político partidistas. Quizás, también intereses. Puedo afirmar que tan disímiles como para no entrar en esa materia tan complicada y espeluznante, siento que al igual que su humilde servidor, la Coordinadora Nacional de Vente Venezuela: María Corina Machado podría fugazmente mandar al traste todo. Como igual podría ocurrírsele a este viejo ingeniero que todos deben anteponer vanidades y demás inquietudes personales para que permitamos la reconstrucción de una nación democrática y con futuro. La mayoría de todos “decidió” que María Corina es su candidata. El pueblo eligió quién lo liderará por un camino diferente al que transitamos.

No soy adivino, ni quiero serlo. Una gran mayoría de ciudadanos decidió que era María Corina Machado Parisca quien se enfrentaría electoralmente al candidato que eligiese el régimen de Nicolás Maduro. Les explico: fue el mandato popular. Fue la decisión de la mayoría. Fueron los mismos que antiguamente votaron por Chávez y Maduro quienes eligieron a un nuevo líder en Miraflores.

Fue el pueblo el que gritó. Ese mismo pueblo que acompañado con la retórica y el poder de convencimiento de Hugo Rafael hasta lograr que la presidente de la Corte Suprema de Justicia, Cecilia Sosa Gómez, traicionara a la democracia y al Estado de derecho, al renunciar a la máxima Magistratura, para apoyar a un referéndum inconstitucional y raíz de las consecuencias que todos sufrimos.

A María Corina el pueblo le dijo Sí. Ningún tribunal podría decir lo contrario. Hay jurisprudencia bastante cercana para apoyar lo que estoy escribiendo.

El punto es el siguiente. No sé si me equivoco. Matemáticamente no suelo hacerlo. Los venezolanos, los ciudadanos, el pueblo de Venezuela te eligieron como líder alternativa para ponerle fin a tanta miseria y desencanto. Todos y cada uno de los venezolanos y de las organizaciones tenemos la obligación moral y patriótica de respaldar, esperando de ti todo tu esfuerzo para lograr lo que todos queremos

“Rescatar los valores y principios constitucionales”

Futura presidente, tienes una gran responsabilidad en tus manos y sobre tus hombros. El país necesita de todos los buenos. Los regulares tienen que contribuir bajo tu liderazgo y debes convertirlos en algo mejor.

Los malos… no es tu deber juzgarlos. La ley y el tiempo, debería enjuiciarlos si es el caso. Tú solo serás presidente de la República.

Tú solo tienes la obligación y la responsabilidad de devolvernos la democracia, la estabilidad económica y social. También el deber y quizás el honor de hacer una Venezuela inmensa.

Debes hacerlo bien. De hacerlo se escribirán libros de historia como la dama que nos restauró las instituciones que equilibraron para siempre la democracia republicana.

Tienes una oportunidad única. Hacer historia. Desde tiempos ancestrales, cada ser humano solo tenía la pretensión de ser nombrado para siempre en la historia. Para mí sería un orgullo que dentro de cien o mil años hablasen de mis escritos, de mis poemas. También estaría orgulloso y halagado de escribir por primera vez la épica de tu victoria.

Maria, eres grande. Haz política de altura.

Tu amigo Carlucho