OPINIÓN

Petit Verdot, Cepa Noble de Bordeaux, Francia

por Guillermo Vargas Guillermo Vargas

Petit Verdot, cepa noble originaria de Bordeaux, Francia, poco conocida en el nuevo mundo, pero muy importante en la elaboración de excelentes y famosos vinos.

En Francia se cultivan unas 400 hectáreas, principalmente en el Médoc, región de Bordeaux, formando parte de los viñedos de la Denominación de Origen Margaux, donde aporta, color, taninos y cuerpo a algunos de los vinos más famosos de Francia, como  Château Margaux, catalogado Premier Grand Cru Classé, de acuerdo a la clasificación bordelesa vigente, adoptada en 1885.

En España, está autorizada en Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Murcia, Valencia y Jumilla. En Italia, se cultiva en las zonas de Lacio y Toscana; en Portugal en la cálida zona de Alentejo. En Australia, en la gran zona de Riverland, donde existen más de 1.600  hectáreas. En Estados Unidos, se encuentran unas 360 hectáreas, en California, en las zonas de Napa y Sonoma; además se planta también en Colorado, Texas, Missouri y Washington. En Chile en O’Higgins y Maule, donde existen unas 266 hectáreas; en Argentina en la zona de Mendoza y Patagonia; encontrándose también en Nueva Zelanda, Suráfrica y Brasil.

En Venezuela, la cepa Petit Verdot fue introducida en 1992 formando parte del proyecto de investigación de Bodegas Pomar; cultivándose exitosamente en el clima cálido y árido de Altagracia, a 23 Km de Carora en el estado Lara, a unos 500 metros de altitud, en suelos  franco arenosos profundos. Tiene un ciclo, de poda a vendimia, de unos 135 días, con bajos rendimientos, entre 2.500 a 3.500 Kg/ha, dos veces al año; es una cepa de crecimiento vigoroso, de brotación y maduración medianamente tardías que produce racimos pequeños, cilíndricos, compactos, con frutos pequeños, redondeados, de color azul oscuro violáceo.

En Venezuela esta cepa es conocida por los excelentes vinos de añejamiento de Bodegas Pomar, los cuales cuando están jóvenes, se caracterizan por su intenso y profundo color, aromas a frutos negros como moras silvestres y arándanos, con un cuerpo robusto y tánica; luego de su crianza en barricas de roble y afinamiento en botella, desarrollan aromas complejos, con notas especiadas y de madera, que se funden en un profundo bouquet; su evolución en sus primeros tres años de vida, permite mantener su estructura, con taninos carnosos, que producen una deliciosa astringencia, con un agradable y elegante final.

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