Elementos coyunturales hacen pensar que la convocatoria a consulta para seleccionar a un candidato de la docena de precandidatos inscritos en la Comisión Nacional de Primaria se realizará empoderando con la lógica y legítima representación de la sociedad civil a quien será abanderada de primera línea para enfrentar en “elecciones libres” a los responsables del desastre en que nos tiene sumido el régimen en Venezuela.
Los deseos ocultos que algunos dirigentes de varios partidos políticos tienen de poner en práctica acciones alineadas con el régimen frente a la realidad del resultado de las primarias han optado por retirar estratégicamente a algunos candidatos con la excusa barata de que están inhabilitados y otros simplemente se les ve la costura a una gran maniobra de acompañar a la candidata indefectiblemente ganadora haciendo manifestación pública de apoyo, queriendo pero no queriendo, siguiendo el guion dictado por sus dueños basado en la seguridad de que las primarias es un ambiente perfecto y favorable para afirmar que el «régimen ha hecho una apertura democrática», lo cual contribuiría con la desesperada necesidad de legitimarlo y de paso contribuir a aflojar con un argumento las restricciones económicas internacionales mediante acuerdos parciales y ocultos con el gobierno norteamericano. De esa manera creen influir en el escenario del año 2024 para lograr preservar el poder.
Desde el punto de vista político, el objetivo más claro es de oponerse decididamente y sacar a como dé lugar del juego a la ganadora de ese proceso primario y facilitar que el régimen se legitime. Los falsos opositores no se rinden, despliegan una perversa estrategia electoral y propician acciones para que uno de los suyos corone una candidatura acompañada de varios peones entre los cuales descuellan los que han comenzado a afirmar que tienen todo el derecho democrático de presentarse a las elecciones presidenciales sin ir a primarias y mediante la fórmula del consenso o de la herencia, de tal manera que harán una comparsa de apariencia democrática.
Han iniciado una campaña de información tergiversada que alcanza a la comunidad internacional destacando lo que eufemísticamente denominan proceso de “diálogo y negociaciones” para acordar unas “elecciones limpias”, lo cual han preparado meticulosamente apoyándose nada más ni nada menos con el cómplice colombiano mayor, quien anunció a viva voz la concreción de un acuerdo político para adelantar las “elecciones libres”, interpretando unilateralmente la Constitución, todo para exigir el cese de las sanciones y el rescate de los fondos congelados de Venezuela.
Hábilmente han usado al gobierno de Noruega como manejador de las negociaciones y como referente, a la administración norteamericana, con testigos descalificados, como por ejemplo personas que tienen procedimientos judiciales abiertos en el extranjero y firmar un acuerdo sin disponer realmente de una legítima representación. Dan pie para que un presidente socialista declare como “trascendental” un acuerdo bufo que ignora deliberadamente el tema de las inhabilitaciones políticas y la liberación de los presos políticos. Sólo se planteó el tema del adelanto de las elecciones, con una estrategia destinada a sacar ventaja, en tal sentido, los negociadores acompañados de la ralea de personajes muy nombrados por sus desmanes intervienen en favor de levantar las sanciones como condición para hacer “elecciones libres” y nuevamente considerar una agenda condicionada llevada por el gobierno, con la llamada oposición que no representa a nadie, cuyo objetivo fue bien claro, lograr la descongelación de los activos, permitir cierta apertura petrolera a capitales americanos, y nada de hablar de inhabilitaciones, derechos humanos o personajes declarados delincuentes con carteles en Interpol.
Este juego político se concreta en una primera etapa mediante un acuerdo en el cual Estados Unidos revisaría las sanciones a la industria petrolera si se acuerda hacer elecciones presidenciales supervisadas internacionalmente y paralelamente al cumplimiento del régimen de promesas que jamás cumple. En resumen, un engaño que deja la puerta abierta para mantener la inhabilitación de algunos aspirantes, de hacer elecciones con un calendario a conveniencia y como si fuera poco, con el mismo sistema electoral fraudulento supervisado por los eternos turistas internacionales.
Todos ellos contentos por lo “trascendental”, los americanos puerta libre para retomar la producción petrolera no descongelan los activos con la promesa de negociar su aplicación de los fondos con los socialistas de las Naciones Unidas y el régimen. En su lugar, el régimen podrá percibir algunos ingresos petroleros para reabastecer los bolsillos, y organizar las elecciones bajo su control para continuar en el poder. Los “opositores oficialistas” contentos porque podrán disponer de varios candidatos para enaltecer la zarzuela y seguir repartiendo manos en el tenebroso juego del poder.
Ante ese panorama se deberá profundizar el activismo popular para sensibilizar a la opinión pública nacional e internacional sobre esa antidemocrática acción e impedir que el régimen se legitime, denunciar sistemáticamente e individualmente a los rectores del CNE y al sistema electoral controlado actuando decisivamente en la revisión integral del registro electoral y sus sistemas operativos. Igualmente, debe fortalecer la denuncia dirigida al debilitamiento de la geopolítica de Petro y Lula, incluyendo las políticas intervencionistas de rusos, chinos, turcos, iraníes y su política antioccidental.
Desarrollar una estrategia de defensa de la democracia, de su humillante condición de vida, y de sus pobres ingresos a través de las organizaciones civiles nacionales e internacionales y cientos más; se debe sensibilizar al resto de los países comprometidos en el rescate de la democracia, igualmente a aquellos organismos cuya competencia lo permita para defender el resultado de las primarias, inducir la legítima protesta pública y denunciar muy fuertemente al sistema electoral que pretende imponerse en unas elecciones que por sus características que se han acordado hace imposible llamarlas libres. Volveremos nuevamente a un proceso donde harán una elección para poner a un candidato de manera fraudulenta, y como se decía antes, retrotraernos a eras bien conocidas.