OPINIÓN

Peor que el covid-19

por Freddy Marcano Freddy Marcano

Consabida la universalización del coronavirus, y convirtiéndose en el tema primordial de nuestra vida en estos tiempos, el asunto sigue siendo la recepción y el tratamiento que ocupan a los gobiernos de la más variada estirpe ideológica. Unos aseguran que este tema sintetiza el fracaso del capitalismo, dejando en el olvido su origen chino; mientras otros son negligentes ante la suerte de la población, dejando de lado su propia humanidad. Y esto último desecha las libertades individuales y muestra la criminal indiferencia por el destino de la gente. Sin embargo, el problema que vivimos es la permanencia de un régimen fascista, homogeneizado en un sector de la sociedad mediante dádivas económicas y una férrea militarización.

Lejos estamos de encallar en una inútil discusión doctrinaria, cuando el problema se agrava cada vez más a la espera de la ansiada vacuna, que en nuestro caso tardará más en llegar, por el autobloqueo que genera el mismo gobierno en el tema de salud, o como nos han tenido acostumbrado, siempre culpa de terceros. Nadie, en su sano juicio, puede asumir bizantinamente el asunto, como si se tratara de ver cuántos ángeles caben en la cabeza de un alfiler. Por más que se defienda una bandera u otra, el drama se eterniza, y Venezuela es un tristísimo ejemplo de indiferencia, negligencia, soberbia, prepotencia, descaro y cinismo.

Peor que el covid-19 es el sufrimiento de esta pandemia política. Para dar un solo detalle, las pruebas o exámenes están centralizadas y los peores servicios de salud están en manos del Estado que ha quebrado por todos estos años de desidia, olvido, malversación y abandono de los sectores gubernamental y privado. Ni siquiera un boletín epidemiológico se ha permitido sacar la usurpación, y mantiene las cifras reales en secreto, como ha acostumbrado tener las de la inflación o las del hampa común.

La profesión de más alto riesgo es la de la salud, ya que se exponen a la contaminación de este virus los médicos y las enfermeras al atender a los enfermos, sin los más elementales equipos de protección que se han perfeccionado en otros países, adicional con los sueldos más bajos del mundo; y, por supuesto, esto incluye también a los camilleros, porteros y todo aquel personal que pueda ser expuesto a los contaminados. Nadie sabe la realidad sobre los afectados y los efectivamente muertos por la infección del virus. Peor que el covid, por muy vecino que se sea, es hacerse responsable de informar a otros sobre la dolencia del amigo y que esta información trascienda a la opinión pública, porque le cae todo el peso del Estado. Claro, del Estado usurpado, aunque los agentes de la policía y los soldados de la Guardia Nacional la mejor protección que llegan a tener es un tapabocas, por cierto, de no muy buena calidad.

El huésped tan peligroso nos agarra con un país en bancarrota sanitaria y económica. So pretexto del covid-19 no se atiende ninguna otra enfermedad y, ahora, con el decreto mirandino, donde solo dos veces a la semana la gente puede comprar algún alimento, tampoco se atenderá el hambre, ya descuidada deliberadamente, sin los hidrocarburos básicos (combustible y gas doméstico) para la más mínima subsistencia. Entonces, se entiende, debemos buscar de forma rápida y expedita cómo salir de la usurpación para poder liberarnos del coronavirus, de lo contrario seguiremos sufriendo de dos pandemias. Y no podemos olvidar que Venezuela libre existe, resiste y persiste.

@freddyamarcano