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Peor es nada

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Foto: Federico Parra / AFP

En una elección, en el pasado democrático, para elegir gobernador en el estado Zulia, se discutía en el MAS la postulación de un candidato para enfrentarlo a Francisco Arias Cárdenas y a Omar Barboza, en el proceso electoral regional de 1995, si la memoria no me falla. El caso es que el único nombre que sobresalía en la discusión era el de Juvencio Pulgar quien, en ese momento, creo, una vez más, si la memoria no me falla, era el secretario general del MAS en el Zulia.

Entonces, un compañero, quien tenía un agudo sentido del humor, de la ironía y del sarcasmo, dijo: “Está bien, Juvencio es el hombre y, la consigna será: Votemos por Juvencio, peor es nada”.

Esto viene a cuento, porque la dictadura ha recurrido a toda una gama de artificios infames para que la oposición no presente un candidato realmente competitivo. Inhabilitó inconstitucionalmente a María Corina Machado, la que sin lugar a dudas le ganaría las elecciones por un margen considerable e impidió la inscripción como candidata a Corina Yoris, una académica sin mácula alguna, elegida por consenso de la oposición y con el respaldo de MCM.

La señora Yoris había sido aceptada por las mayorías, quienes votarían por quien MCM le levantara el brazo. Pero el régimen quien ha ensayado todo tipo de argucias: denuncias de magnicidios, golpes de Estado, guarimbas desestabilizadoras, referéndum para anexarse el Esequibo, etc., siguió en su estrategia y acusó, mediante una mentira, a la señora Yoris de doble nacionalidad. Un riesgo increíble pues ha nombrado la soga en la casa del ahorcado. Esta cuestión, como era obvio, fue desmentida por el gobierno de Uruguay

Así llegamos a las 12:00 de la noche del último día de postulación de candidatos, el 25 de marzo. Y la PUD se quedó sin candidato. La razón de este resultado, provocado por el régimen, lo he escrito en un sinnúmero de artículos: el régimen chavista, no solo madurista, es una dictadura porque sus aparatos de poder autoritario pueden cambiar los resultados que los ciudadanos se hayan dado y que contravengan los intereses del régimen.

Hasta ahora, la dictadura chavo-madurista lo ha hecho: desde el referéndum por la reforma de la Constitución, donde se introducía la “reelección indefinida” que electoralmente fue derrotada y que después de calificarla como un triunfo de m…, Chávez, la materializó contraviniendo los resultados que la gente había producido en contra, hasta esta negativa sin más motivo que el de saberse perdedores en el proceso electoral, del 28 de julio, de negar la participación del sector más importante y genuino de la oposición.

Así llegamos a la postulación de Manuel Rosales, quien es inscrito, como diría Néstor Zavarce, a cinco pa’las doce, con la tarjeta de Fuerza Vecinal y, presumo que con la tarjeta de UNT que hasta ese momento había sido impedida de ser receptora de la candidatura de Corina Yoris. Si esto último ha sido así, la pregunta que cabe hacerse es cómo Rosales sí pudo inscribirse con una tarjeta que fue, una y otra vez, bloqueada por el CNE para impedir la postulación de Corina Yoris.

La figura de Rosales es controversial. Él ha sido objeto de disimiles formas de cancelación y desde hace bastante tiempo de todo tipo de ataques, desde las acusaciones de Chávez quien lo persiguió hasta hacerlo huir del país hasta ser acusado de colaboracionista del régimen dictatorial. Además, ha sido objeto de las más variadas formas de burlas por sus “decires”, que les ha servido a sus detractores de menospreciarlo intelectualmente y hasta hubo alguien que le puso el apodo de “El filósofo del Zulia”.

Presumo que estos ataques lejos de desaparecer se harán mucho más presentes y con seguridad recibirá el ataque de “traidor”. Habrá quienes aleguen en su defensa que traidores fueron Judas y Pedro, pero que gracias a esas traiciones surgió el cristianismo. Más contemporáneamente, alguien podría decir que Juan Carlos de Borbón traicionó el legado de Franco y gracias a ello hoy España cuenta con democracia.

Y, de verdad, no sé si Rosales puede convertirse en nuestro “buen traidor” o ser simplemente nuestro “peor es nada”. Lo que sí parece una certeza es que si el régimen ha sido capaz de impedir la inscripción de una candidata que no tiene nada reprochable, todo lo contrario, solo por estar apoyada por MCM; bien pudiéramos suponer que, con todo el poder del aparato del Estado en sus manos, se enfrentará con todo un artesanal de artimañas a la ruta que la oposición se ha trazado: elecciones libres y competitivas. Mecanismos disruptivos que persiguen la desesperanza y la parálisis, mecanismos que irrespetan a los procedimientos que se estructuraron, incluso, en los acuerdos de Barbados, la eliminación de candidatos competitivos, eliminación de tarjetas de partidos, expropiación de partidos, represión a dirigentes opositores a quien secuestra y los convierte en presos bajo régimen de tortura, etc. no solo desconozca cualquier resultado adverso, sino que también, viéndose derrotado, de antemano, por el hartazgo de la gente asuma el despropósito de suspender las elecciones… que ya hayan producido, tal como intentó hacer con las primarias. Mientras tanto, MCM ha negado en principio el apoyo a Rosales y ha ratificado que su candidata sigue siendo Corina Yoris.

Solo, para los efectos de la eventual campaña electoral de Rosales les doy una idea para publicitar su candidatura: Un afiche enorme. En el fondo el lago de Maracaibo, en sus riberas una viejecita del barrio Santa Rosa de Agua y Rosales dándole un beso en la frente. Abajo la leyenda: “Votemos por Rosales, peor es nada”.

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