Introducción
Quizá el único error en política económica que cometió el gobierno de Rómulo Betancourt en los años 1959-64, fue el no otorgar nuevas concesiones petroleras a las empresas multinacionales, y así se produjo el ascenso de la producción del Cercano Oriente (Arabia Saudita, Qatar, Libia, Irak, Irán, etc) también las concesionarias no reinvirtieron, y poco a poco nuestro país fue reduciendo sus reservas petroleras, además de no ampliar la producción.
En este contexto, Carlos Andrés Pérez en su primer gobierno nacionalizó los activos de las empresas concesionarias, mediante la Ley que Reserva al Estado, la industria y el comercio de los hidrocarburos, el día siguiente se crea Pdvsa (Petróleos de Venezuela) por decreto N° 1.123 y el 1° de enero de 1976 se extinguen las concesiones y comienza a operar la industria nacionalizada. El primer presidente de Pdvsa fue el general Rafael Alfonzo Ravard, quien como su familia tenía muchos bienes de fortuna, donaba la totalidad de su sueldo a la Fundación contra el Cáncer.
La nueva industria petrolera del Estado venezolano se gestionaría en un ambiente operativo sustentado en un volumen de reservas probadas de 16.000 millones de barriles de petróleo, con una producción diaria promedio de 2,35 millones de barriles, y un personal proveniente de las antiguas concesionarias que estaba representado en 12.433 empleados y 16.660 obreros. Para satisfacer el consumo interno se construyó el importante complejo de Jose y se impulsaron desarrollos en Monagas y Apure y el plan de fraccionamiento del gas.
Además del consenso político para asegurar el desarrollo meritocrático y la regularidad operativa, se promovió al sector petrolero venezolano como un proveedor seguro y confiable de hidrocarburos a su tradicional clientela. Quizá la única crítica a este proceso es que Pdvsa amaneció con sueldos y salarios más elevados que los que pagaban los antiguos concesionarios.
Refinerías de Pdvsa
Para ello, se emprendió un programa audaz de internacionalización petrolera. El proceso de internacionalización arrancó en 1984 con el convenio con la empresa alemana Veba Oel AG para compartir en partes iguales la propiedad de Rurh Oel a través de Lagoven con el objetivo de colocar 100.000 barriles de crudo venezolano para su procesamiento en las 4 refinerías de esta empresa y facilitar la comercialización de los productos refinados en el mercado alemán.
En 1986 Pdvsa firma un acuerdo de asociación con Nynäs AB Petroleum mediante el cual adquiere el 50% de las acciones de esta empresa, siendo la segunda de las principales proveedoras de asfalto y suplidor de lubricantes en Europa, contando con cuatro refinerías, sistema de almacenamiento en casi toda Europa, y 16 terminales de distribución de asfaltos y lubricantes. Hasta el 2012 Pdvsa mantenía la sociedad Nynäs AB a partes iguales con Suecia y el Reino Unido con la firma Neste Oil, con una capacidad conjunta de 67.000 barriles por día (bpd): Nynaeshamn y Gothenburg en Suecia, Dundee en Escocia y Eastham en Inglaterra, Pdvsa estudia vender su parte a Neste Oil que vienen conversando desde el 2005 consumían 90% de crudo venezolano para convertirlo en asfaltos especializados, lubricantes y aceites. Esta empresa viene trabajando en sociedad con Pdvsa desde 1986.
Norteamérica
En febrero de 1986, Pdvsa adquirió 50% de Citgo Petroleum, empresa situada en Dallas, Estados Unidos, mientras que en septiembre de ese año completó la adquisición de la totalidad de la empresa. En septiembre de 1988 la totalidad de Champlin Petroleum, operadora de una refinería en Corpus Christi, y en diciembre de 1988 el 50% accionario de una refinería en el área de Chicago, asegurando así una capacidad de refinación que duplicaba a la instalada en el país a la fecha, como también la colocación de la mitad del petróleo crudo exportado.
Estaciones de servicio
Muchos negocios de venta de 7-Eleven solían tener estaciones de servicio con gasolina distribuida por Citgo Petroleum que en 1983 fue comprada por Southland Corporation. En 1986 Citgo (Petróleos de Venezuela S.A.) compró 50% de las estaciones de servicio y el 50% restante se adquirió en 1990, conformada en ese momento por un total de 14.885 estaciones de servicio.
- Refinería de Corpus Christi Corpus Christi, (Texas), 157.500 barriles diarios.
- Refinería de Lake Charles Lake Charles, (Luisiana), 427.800 barriles diarios.
- Refinería de Lemont Lemont, (Illinois), 175.940 barriles diarios.
- Refinería Merey Sweeney Texas, 214.000 barriles diarios.
En 1990 las empresas Pdvsa y ConocoPhillips se integran en una sociedad con el objetivo de instalar y manejar 50-50 una unidad de coquización retardada, la Refinería Merey Sweeney de Texas cuya capacidad para procesar se ubicaba en 214.000 barriles por día.
Refinería Lyondell
En 1993, Citgo firmó un acuerdo de empresa conjunta con Lyondell Chemical para formar la Compañía de Refinería Lyondell-Citgo en Houston; de los cuales Lyondell poseía 58,75% y Citgo poseía 41,25% restante. Lyondell negoció un convenio de 25 años con Pdvsa para suministrar 240 MBD de crudo venezolano pesado a la refinería.
En agosto de 2006 Pdvsa vende la participación de 41,25% de Cir¡tgo de la Refinería Lyondell (Texas) a su socio mayoritario con capacidad de procesamiento de 265.000 barriles por día. la refinería se valoró en 5.250 millones de dólares, con lo cual la porción de Citgo cifró en 2.165 millones de dólares. Debido a que había pasivos por saldar el monto neto a recibir quedó en 1.313 millones de dólares que serán depositados al Fonden
Refinería de Chalmette Refining LLC
En 1997 Pdvsa adquiere una participación en Chalmette. Continuando con la estrategia de internacionalización de la compañía iniciada en la década anterior. El objetivo de esta compra era asegurar la colocación de los crudos pesados provenientes de la empresa Cerro Negro en la Faja del Orinoco, donde Pdvsa era socia de ExxonMobil y Veba Oel, gracias al desarrollo de proyectos bajo la figura de Asociaciones Estratégicas. En 2008 Los problemas con ExxonMobil sobre expropiación de sus activos da origen a un litigio con el estado venezolano. En 2015 se produce la venta de la Refinería de Chalmette Refining LLC, en Chalmette, Luisiana, a la empresa PBF Energy Inc. para poder pagar parte de la indemnización a ExxonMobil por la pérdida del arbitraje, la venta se cerró por 322 millones de dólares, de los cuales a Pdvsa solo le corresponde la mitad la otra mitad le pertenece a ExxonMobil (50% – 50%) procesaba 185.000 barriles por día.
Así mismo, en el segundo gobierno de Rafael Caldera, una de las escasísimas cosas positivas que se realizó fue promover el proceso de apertura petrolera con el objetivo de expandir el potencial de producción con esfuerzo propio y de terceros, además de desarrollar la faja petrolífera del Orinoco, mediante asociaciones estratégicas y maximizar la producción de gas.
La Pdvsa meritocrática y sus resultados hasta 1999
No hay duda de que los resultados fueron positivos para el país y además estuvieron centrados en el negocio petrolero, y excluida la politiquería. Se alcanzó incrementar el volumen de reservas convencionales de crudo en un monto cercano a los 90.000 millones de barriles; la producción promedio se colocó en 3,46 millones de barriles diarios, con exportaciones cercanas a los 3,0 millones de b/d las cuales representaron el 80% de las exportaciones totales de la nación. El valor agregado de esas exportaciones alcanzó un promedio del 25% de derivados, habiendo llegado en 1985 al 38%. La industria llegó a tener una plantilla de personal profesional, técnico y obrero de cerca de 44.000 personas y logró el tercer lugar en la jerarquía de las más importantes empresas petroleras. No obstante, no se consiguió resolver la ineficiencia que, como política de Estado, se mantuvo y aún persiste grotescamente un mercado interno de hidrocarburos exageradamente subsidiado que para la fecha de 1999 representaba 480.000 barriles diarios especialmente de gasolina, cuyos precios eran y continúan siendo los más bajos en el mundo.
La Pdvsa del socialismo del siglo XXI
Con el cambio de gobierno en 1999 se inicia una reorientación profunda de la política petrolera y de la administración de Pdvsa, cuya visión, misión y principios gerenciales y políticos se alinearon básicamente con el llamado “socialismo del siglo XXI” que ya tiene más de veinticinco años en Venezuela y su mayor logro ha sido el incremento de la pobreza hasta 96% de la población en el año 2022. Para responder a estos cambios aunados por la toma de la totalidad de los poderes públicos, el sector petrolero ha sido sometido a una reorganización total asentada en la horizontalización de actividades para atender a la gestión de las misiones y al denominado Plan Siembra Petrolera. Por estos motivos o “razones” la nueva estructura organizativa del sector reposa en 23 empresas vinculadas directamente a la gestión petrolera y más de 15 que se ocupan de la política social del gobierno socialista. En este sentido, la nueva cúpula refleja una estructura muy confusa de asignación de responsabilidades que destroza los patrones y conductas reconocidas de la gerencia moderna en las grandes empresas. Esto es, la formulación de políticas, el control de gestión, las operaciones y el activismo político se entremezclan en una sola persona la cual además de desempeñar las funciones de ministro, es igualmente el presidente de Pdvsa, el presidente de la Asamblea de accionistas y por si fuera poco realiza auténticas funciones de activísimo político partidista.
Es increíble como en la nueva visión y misión que sitúa a la Pdvsa socialista, la empresa realiza una función protagónica bajo los dictámenes directos del presidente de la República en el desempeño de la diplomacia venezolana, fundamentalmente vinculada con la promoción activa del “socialismo del siglo XXI” en un nivel continental y global.
La estrategia diplomática se armoniza con el objetivo propuesto de “romper con la hegemonía del imperio norteamericano”, como textualmente se indica en los documentos oficiales, específicamente en la memoria anual de Pdvsa. En vista de lo cual se han suscitado alianzas que llevan consigo compromisos más allá del petróleo con Libia, Irán Siria, Rusia, Bielorrusia, Vietnam, y Malasia. Sobre todo, especialmente con Cuba y China. Como resultado directo de esta política se han reducido fuertemente las exportaciones petroleras a Estados Unidos: esto es, ¡no es el resultado de ninguna medida antidictadura venezolana! Mientras tanto, la cooperación con Cuba implica el suministro de más de 100.000 barriles diarios de petróleo, la mitad de esta factura es pagadera a 25 años, con dos de gracia y el 2% de interés, y la otra mitad el gobierno cubano la paga con “servicios” en el área de seguridad del Estado, y apoyo en otras áreas, entradores, “médicos”, etc. En cuanto a China el actual gobierno venezolano le ha concedido facilidades excepcionales. En este contexto, la Compañía Nacional China de Petróleos (CNCP) participa desde el año 2006 en el proceso internacional de certificación de las reservas de crudo de Venezuela, al igual que en otros proyectos. Por si fuera poco, el gobierno creó el llamado Fondo Chino vinculado al grueso financiamiento que el gigante amarillo le ha estado proporcionando a Venezuela pagadero con petróleo, bajo una modalidad de empleo de estos recursos de incierta legalidad y mediante convenios de comercialización de los hidrocarburos que flexibilizan la cláusula de destino final con lo cual es muy probable que el petróleo no arribe a China por los evidentes elevados costos de transporte, sino que se comercializa en el propio mercado geográfico del continente americano.
De acuerdo con ciertas informaciones oficiales, la deuda pactada con el Banco de Desarrollo de China asciende a más de 30.000 millones de dólares a un plazo de 10 años, de esta forma Pdvsa tiene apartados para su pago 430 millones de barriles de petróleo que implican alrededor de 16% de su producción y de acuerdo con los lineamientos establecidos, la empresa venezolana solo recibirá para su flujo de caja lo generado por la diferencia de precios que se genere por encima de los 50 dólares por barril. Por otra parte, estos recursos generados por estos préstamos altamente condicionados se han gestionado al margen del presupuesto público y sin control parlamentario. Incluso este endeudamiento obliga a nuestro país a gastar 50% de estos recursos en bienes y servicios proporcionados por China.
La Pdvsa socialista y sus resultados
Siguiendo al informe Nº 2 del Observatorio de la Globalización, las reservas petroleras alcanzaban 296,5 mil millones de barriles de crudo su componente es de únicamente de 14% de petróleos convencionales, en los actuales momentos la producción ha caído a 800.000 barriles diarios. Ahora bien, según el libro El petróleo como instrumento de progreso (p.114), entre el año 2004 y 2011, en promedio 37% de los ingresos petroleros dirigidos al gasto público se han manejado fuera del presupuesto. En el año 2011 esta cifra alcanzó 65% debido a la nueva Ley de Contribuciones Especiales de 2011, la cual desvía automáticamente recursos a Fonden cuando los precios superan el precio estimado en la Ley de Presupuesto Anual. En la actualidad nos relatan los autores de este libro, que el sistema impositivo venezolano establece una regalía de 33%, una tasa de impuesto sobre la renta de 50% y un impuesto a las ganancias de súbitas para precios internacionales mayores a 79 dólares. Esto equivale a una tasa marginal de 66,67% para precios por debajo de 70 dólares, que se incrementa gradualmente para precios superiores a 70 dólares, hasta llegar a un 100% cuando el precio alcanza 170 dólares.
En cuanto a la producción en el año 2011 que era de 2,5 millones de barriles diarios para el año 2022 había bajado a 716.000 de b/d. Leyendo el Informe estadístico anual de la OPEP para el año 2023, Venezuela en 1970 (cuando ni siquiera existía Pdvsa) producía 3.708 millones de barriles diarios; luego, en el año 2010, 2.854 millones de b/d y en el año 2022, 716.000 barriles. ¡También, según la misma fuente, en el año 2018 había 151 pozos en actividad y en el año 2022 apenas 7!
Para finalizar, algunos hemos visto que la Shell tiene ya 110 años en Argentina una nación que su mayor producción es la agropecuaria, pero necesita energía para subsistir, y allá la multinacional anglo-holandesa mantiene estaciones de servicio y otros negocios relacionados, mientras que Venezuela con su gran historial relacionado con hidrocarburos tiene una empresa petrolera que languidece.
Bibliografía
Universidad Metropolitana, CELAUP: Informe Nº 2 Profundizar la nacionalización petrolera: del rentismo al desarrollo productivo e inclusivo.
RODRÍGUEZ SOSA, Pedro Luis y Luis Roberto Rodríguez Pardo: El petróleo como instrumento de progreso, Caracas, Ediciones IESA, 2012.
¹Francisco J. Monaldi en el prólogo del libro El petróleo como instrumento de progreso, véase la bibliografía explica que extraer el petróleo crudo de la faja bituminosa del Orinoco es extremadamente costoso, este crudo extrapesado de unos 8 grados API no puede ser mejorado sin llevarlo a quince grados API, y esto exige inversiones de unos 6 mil millones de dólares por cada 200.000 barriles diarios, esto es de 30.000 a 40.000 dólares por cada barril diario producido. Y a esto hay que agregarle un costo operativo aguas abajo de cinco a diez dólares por barril.
²Según Transparencia Venezuela el Fondo para Desarrollo Nacional (Fonden) entre los años 2004 y 2014 manejó alrededor de ¡140.000 millones de dólares! Véase Fonden en Wikipedia. Pero lo más increíble de todo, es que este ente poderoso en finanzas nunca fue auditado por nadie, se dice y no se cree.