La memoria es uno de los instrumentos más importante de la historia. Hoy quiero referirme a la calle venezolana como parte de la historia política para que no nos engañen con facilidad, como ha ocurrido en los últimos años. Mis amigos historiadores coinciden que la política de masas, la incorporación del pueblo venezolano a los grandes espacios públicos y la ciudadanización del país, son hechos que ocurrieron a partir de la muerte de Gómez y la reacción del 14 de febrero de 1936, duramente reprimida, Sin embargo, es con la Revolución de Octubre de 1945, cuando adquieren un sello propio y legítimo, cuando los partidos políticos fueron forzados a ser expresión decididamente popular. Vino la dictadura y las calles fueron nuevamente de la gente a partir del 21 de enero de 1958. Pocas veces se dice que los grandes partidos democráticos de entonces, pudieron defender a la democracia de la violencia castro comunista, porque tenían a todo el pueblo en la calle en permanente vigilia.
Al culminar el siglo XX, ya masificados los medios de comunicación y estabilizada la vida democrática, esos grandes partidos de masas que realmente lo fueron como no imaginan las nuevas generaciones, cedieron sus espacios a las instituciones, pero todo comenzó a colapsar con la llegada del chavismo que, por cierto, anacrónicamente empleó su mitin de cierre para 1998 en la campaña presidencial, llenando con mucho apuro la avenida Bolívar de Caracas, tan emblemática para esa época; ese partido ganó posteriormente las lecciones. Diferentes circunstancias, añadidas las más absurdas, hicieron posible el triunfo electoral atronador del chavismo que después manipuló las elecciones de la constituyente obteniendo una sobrerrepresentación artificial.
Vanidoso y confiado, se creyó dueño de la calle, por ser dueño del aparato gubernamental, pero ya la había perdido impresionantemente para abril de 2002, reprimiéndola ferozmente. En adelante, las demostraciones de calle de los candidatos democráticos de la oposición fueron demasiado elocuentes frente al ventajismo evidente del gobierno que jamás pudo equipararlos. Estas demostraciones convirtieron en leyenda las autopistas de Caracas las cuales fueron testigos de la marea de seguidores de la oposición, así como también en ellas se vivió la violenta represión acaecida durante 2014 y 2017. De nuevo, hoy, al iniciarse la campaña electoral de esta breve y atípica campaña electoral, Edmundo González, el candidato presidencial de la oposición democrática, encabezó una gesta urbana innegable llenando el este caraqueño, porque el oficialismo no permite a las organizaciones democráticas probar sus fuerzas hacia el centro y el oeste de la ciudad capital.
Pero, atención, no debemos caer en auto engaños, y pensar que con solo las demostraciones populares, las encuestas y las redes sociales, tenemos todo resuelto, porque ahora la respuesta es electoral y política, y ello requiere realismo, ingenio y acierto, porque se trata de acertar después de un cuarto de siglo con un testimonio inmenso de lucha. Quiero insistir en el término testimonio, porque ha sido cuesta arriba y pocos han sido los logros, que nos hayan llevado a recuperar espacios y así poder retomar el camino democrático. Organización y unidad son claves para concretar esa emocionalidad ciudadana que Venezuela y el mundo ha visto en la calle.
Necesitamos la participación de todos los ciudadanos, de los partidos políticos y de todas aquellas organizaciones, que son parte del proceso que se nos avecina para el próximo 28 de Julio, No solo con el voto, sino con la observación, la vigilancia y la denuncia de cualquier irregularidad del proceso. Entre todos podemos generar el cambio que hemos añorado durante todo este tiempo. Tenemos mucho trabajo por realizar: vencer la desigualdad y la falta de institucionalidad que ha generado este régimen en estos 25 años, y brindar todas las herramientas posibles, para que el ciudadano tenga al alcance de su mano la información necesaria para ejercer de una manera responsable, consciente y democrática el derecho al voto.
Resistir, Insistir y persistir ha sido el mensaje que he compartido durante mucho tiempo, así que resistamos a la tentación de creer que ya ganamos; insistamos en salir a votar y, luego, participar, vigilar y cuidar todos y cada uno de los centros de votación; y, por último, persistamos, desde ahora, en la convivencia pacífica de todos los venezolanos a partir del anuncio del nacimiento de la nueva democracia, llena de retos y de mucho trabajo.
IG; X : @freddyamarcano
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional