OPINIÓN

Para contrarrestar a Irán, debemos debilitar sus armas propagandísticas como Press TV

por Jonathan A. Greenblatt Jonathan A. Greenblatt

La República Islámica de Irán sigue siendo el principal Estado patrocinador del terrorismo, el antisemitismo y la negación del Holocausto en todo el mundo. Además de amenazar al Estado de Israel con el genocidio, Teherán y sus agentes armados han atacado durante décadas a israelíes, comunidades judías de todo el mundo y ciudadanos occidentales con atentados terroristas indiscriminados. Pero la agresión asesina del régimen iraní no termina ahí.

Además de movilizar agentes terroristas como Hamás, Hezbolá y los hutíes, el régimen iraní también invierte en medios de comunicación tradicionales y medios sociales para librar una guerra de información en todo el mundo. De ahí que el largo brazo de Teherán en el extranjero incluya unidades de propaganda financiadas por el Estado y disfrazadas de medios de comunicación que difunden contenidos de odio en múltiples idiomas en todo el mundo. Con este fin, Press TV —fundada por una corporación de medios de comunicación controlada por el régimen iraní— ha amplificado no solo el antisemitismo y la negación y distorsión del Holocausto —a la vez que afirma que «respeta y valora todas las etnias, nacionalidades y a los seguidores de todas las religiones»— sino también el odio contra otras minorías, incluidas las mujeres y las personas LGBTQ+.

Como muestra el nuevo informeState Hate” (Odio de Estado) de la Liga Antidifamación (ADL) y el Center for Countering Digital Hate (Centro para Contrarrestar el Odio Digital), debemos permanecer atentos al dañino impacto que Press TV y otros medios del régimen tienen en los espectadores desprevenidos de Occidente y de todo el mundo. Los espectadores que se tropiezan con las campañas sistemáticas de odio y desinformación de Press TV, incluidas las promovidas por conocidos antisemitas y teóricos de la conspiración, corren el riesgo de verse arrastrados a una espiral de mentiras e incitación.

Por este motivo, la respuesta del gobierno estadounidense al nefasto comportamiento del régimen iraní a lo largo de los años ha incluido sanciones y otras medidas contra las herramientas de propaganda de Teherán. En 2013, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a la Islamic Republic of Iran Broadcasting (IRIB) y a su director por transmitir confesiones forzadas de detenidos políticos, y restringir o negar el libre flujo de información hacia o desde el pueblo iraní, especialmente interfiriendo en las redes de medios de comunicación occidentales con noticias en lengua persa.

En 2021, el gobierno estadounidense bloqueó 33 sitios web gestionados por la Unión de Radio y Televisión Islámica de Irán (IRTVU), que a su vez había sido sancionada el año anterior por ser propiedad o estar bajo el control del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), organización designada terrorista. El Departamento de Justicia de Estados Unidos declaró que IRTVU y otros medios afiliados al régimen iraní estaban «disfrazados de organizaciones de noticias o medios de comunicación» y «atacaban a Estados Unidos con campañas de desinformación y operaciones de influencia maligna».

Press TV, que ha sido igualmente objeto de acciones estatales y corporativas y expulsada de redes, dominios web y plataformas, sigue utilizando diversas plataformas de medios sociales para propagar el odio y la incitación, y generar tráfico a su sitio web. Poner fin a la guerra de información del régimen iraní exige una acción concertada no solo de las organizaciones internacionales y los gobiernos, sino también de las empresas, incluidas las empresas de medios sociales. Estamos orgullosos de asociarnos con el Centro para Contrarrestar el Odio Digital como parte de nuestros permanentes esfuerzos para exponer la agenda de desinformación antisemita, odio e incitación de Teherán.

Nuestro informe, sin embargo, no es solo una denuncia, sino también un llamado a la acción, un llamado que esperamos no quede sin respuesta.


Jonathan Greenblatt es CEO y director nacional de la Liga Antidifamación (@ADL_es).