Sí, es la hora de la verdad. Los venezolanos ya no podemos seguir perdiendo el tiempo, se nos va la vida en una política que no ha dado los frutos necesarios para rescatar la libertad y restablecer la institucionalidad en Venezuela.
La ruta iniciada el 23 de enero de 2019 tuvo su momento de avance; sin embargo, llegó a un punto muerto. No logramos el cese de la usurpación, no se alcanzó la consolidación interna del gobierno de transición y tampoco la materialización de unas elecciones libres.
No podemos obviar que el logro fundamental durante 2019 y medio año de 2020 fue el desconocimiento internacional de Nicolás Maduro como presidente de la República. No obstante, a lo interno el señor Maduro sigue allí en el Palacio de Miraflores, sigue allí en el centro del poder, ejerciéndolo como le viene su real gana.
Frente a esta situación es el momento de renovarnos, refrescar la estrategia y permitir que nuevas ideas y planteamientos marquen la ruta opositora venezolana. Y, para ello, la mejor opción es la Operación para la Paz y la Estabilización (OPE) planteada por María Corina Machado.
Esta líder ha poseído un olfato político innegable, cuando aquí propios y extraños guardaban las apariencias y se mantenían en silencio, ella tuvo el coraje para llamar «dictadura» al régimen del difunto. Luego le fue quitando una a una las prendas de su verdadera esencia hasta dejarlos desnudos como la organización criminal, el conglomerado de mafias que en realidad son.
Fue ella, cargada de valor y compromiso, que le dijo en su cara al fallecido presidente «expropiar es robar», fue ella la que elevó las banderas de la lucha en el campo internacional acudiendo a la Casa Blanca, a la Organización de Estados Americanos y otras instancias a denunciar lo que sucedía y aún sucede en Venezuela.
María Corina Machado es una luz de esperanza, su propósito va más allá de la simple conducción de la oposición. Ella se ha convertido en la intérprete de la pavorosa realidad que vive la nación entera. Ella alumbra el camino. En estos momentos eso es vital. El llamado G4 está cada vez más fracturado, la dirigencia de esos partidos están divididas, agotadas y desconcertadas, y es por ello que se hace impostergable que ideas renovadoras como las de ella sean puestas en prácticas.
No podemos seguir por la misma senda; quienes han tenido la responsabilidad de la conducción política de la oposición aplicaron los métodos que mejor le parecieron, como diálogos y elecciones, ejecutaron sus planes y estrategias, y el resultado fue la permanencia de Maduro en el poder, por ende, ha llegado la hora de la verdad, el momento de rectificar y facilitar el cambio de la estrategia política en Venezuela con el apoyo de una fuerza internacional superior a la que ha entregado la soberanía a cubanos, rusos, chinos e iraníes. Una linea frontal contra la guerrilla, el terrorismo y el narcotráfico hasta derrotarlos militarmente y someterlos a la justicia sin contemplaciones ni arreglos.
María Corina Machado tiene la estima de millones de venezolanos, su credibilidad está intacta así como su imagen pública; ella posee un liderazgo natural y una visión clara, ella representa esa venezolanidad que se niega a ceder, que no se rinde y que sigue de pie a pesar de la opresión, represión y acoso del régimen de Nicolás Maduro. Por eso sus apreciaciones deben ser la guía de esta nueva etapa de la lucha por la libertad.
Es la hora de la verdad, llegó la oportunidad de reimpulsar la lucha, de retomar la agenda política y de trazar una avanzada que le permita a millones de venezolanos revivir sus esperanzas en torno a la libertad.
La Operación para la Paz y la Estabilización planteada por María Corina es la clave y con ella avanzaremos hacia la libertad de nuestro país.