OPINIÓN

Operación Tun Tun contra periodistas

por El Nacional El Nacional

Ana Carolina, Gilberto, José Gregorio, Víctor, Paul, Yousnel, Roland, Deisy, Gabriel, Luis, Carlos Julio, Ramón y Carmela. Trece hasta el 26 de agosto, nueve desde el 28J. Todos se dedican a contar lo que pasa. Contar lo que pasa en Venezuela es peligroso. La prensa es un enemigo público. 

Ana Carolina Guaita fue detenida el 20 de agosto cerca de su vivienda en Maiquetía, estado Vargas. Es reportera del portal web de La Patilla. La han mantenido incomunicada. Un familiar intentó introducir un Hábeas Corpus y no fue recibido. Su caso fue reseñado por el diario El País, de Madrid. 

A Gilberto Reina se lo llevaron de su casa en Ciudad Bolívar varios hombres, algunos uniformados, enmascarados y armados, sin mostrar ninguna orden. Es director del portal web La Sapa y días antes había difundido un video invitando a una marcha opositora.

José Gregorio Camero, periodista y activista, fue apresado el 3 de agosto en Valle de la Pascua después de una actividad convocada por María Corina Machado para protestar los resultados electorales anunciados el 28J. Según el SNTP lo detuvieron funcionarios enmascarados presuntamente de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Nada menos.

Víctor Ugas tuvo un altercado con un tiktoker oficialista y fue imputado el domingo 18 de agosto (los tribunales de la represión no descansan ni en feriados) de incitación al odio y agavillamiento. Fue enviado al centro de reclusión Yare III, en el estado Miranda.

Paul León es camarógrafo de VPI-TV en el estado Trujillo. El 30 de julio esperaba cubrir una protesta opositora. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana tenían otro plan para él. Hasta el 20 de agosto, según la ONG Espacio Público, no había podido ver a su abogado ni a sus familiares.

El caso de León repite el “modus operandi” aplicado a Yousnel Alvarado, también camarógrafo, de Noticias Digital, que el lunes 29 de julio cubría en Barinas una de las tantas protestas tras el anuncio electoral de Elvis Amoroso. Fue detenido por la Guardia Nacional Bolivariana, acusado de terrorismo e incomunicado.

Roland Carreño, por años periodista de la sección de Sociales de El Nacional, hombre también de televisión y activista político, fue detenido el 2 de agosto muy cerca de su casa en el centro de Caracas. Carreño había estado encarcelado entre octubre de 2020 y octubre de 2023. Delito: terrorismo y conspiración. El 17 de agosto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares a su favor por considerar que se encuentra en “una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Venezuela”.

El 2 de agosto también fue detenida en una estación de servicio en Los Teques la reportera gráfica Deisy Peña. Eran las 6:00 de la mañana. Agentes de Polimiranda se la llevaron sin ninguna orden ni explicación. Su familia la buscó por horas hasta que dio con ella. El 5 de agosto la trasladaron a los calabozos de mujeres de Ocumare del Tuy. Peña también cubría protestas.

Gabriel González fue detenido el 17 de junio por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Trabajaba para el equipo de comunicación del candidato Edmundo González Urrutia.  Luis López se dirigía el 14 de junio a Caraballeda, en La Guaira, para cubrir la detención de un activista juvenil. También se lo llevaron a él y luego lo acusaron de “incitación al odio y asociación para delinquir”. Carlos Julio Rojas, periodista y activista, está encarcelado desde el 15 de abril pasado y Ramón Centeno desde febrero de 2021. 

A Carmela Longo la buscaron el domingo en su casa, en la avenida Rómulo Gallegos. Se la llevaron junto a su hijo de 17 años, una persona con discapacidad. La periodista de espectáculos acababa de ser despedida del diario Últimas Noticias, altavoz del régimen. Durante 20 años prestó sus servicios para ese medio que en tiempos pasados fue algo muy distinto. Acumula una larga trayectoria y es delegada del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP). Fue imputada  por terrorismo e incitación al odio y excarcelada ayer en la tarde. Tiene prohibición de salida del país, régimen de presentación y prohibición de declarar y escribir sobre su caso. 

El expediente es uno solo: a la prensa y a los periodistas hay que callarlos. Con leyes, con intimidación, comprando medios, con cárcel. La represión es la marca de un poder que ha perdido, primero, la legitimidad y, definitivamente, la cordura.