“El solipsismo no sería rigurosamente verdadero de alguien que lograse constatar tácitamente su existencia sin ser nada y sin hacer nada, lo que es imposible, puesto que existir es ser del mundo”. (Maurice Merleau-Ponty, filósofo fenomenológico francés-1908-1961).
Solipsismo, del latín solus ipse “solamente uno mismo” e -ismo. El solipsismo ha sido una de las teorías gnoseológicas radicales en la especulación filosófica. Es una doctrina que no admite más realidad ni existencia que la del sujeto que percibe, según la cual solo existe aquello de lo que es consciente el propio yo. Maurice Merleau-Ponty referencia a los sistemas antiguos como los auténticos creadores que sustentan al solipsismo, como lo es el idealismo y el realismo.
El filósofo Parmenides, decía que la realidad de las cosas dependía de su origen, el ser era un elemento de la realidad natural, y por tanto el ser era una realidad sensible; una actitud realista. Lo opuesto es el nacimiento del “Idealismo”, su eje es la razón, se dirige a las ideas.
El idealismo lo hace desde el interior del pensamiento, desde sus ideas. La idea para conocer el mundo, parte del sujeto para conocer la realidad del mundo. Lo que percibimos corresponde en realidad a las cosas tal cual son. Una variante del idealismo es el solipsismo. El ser de una cosa es la percepción que el sujeto tiene de esta cosa. Es decir, es el sujeto quien le da existencia a las cosas, y para que no desaparezcan debe estar percibido por alguien.
“Este continuo perceptor es Dios, y esta es la explicación ontológica del este principio. De esta manera, si alguna cosa continúa existiendo, aunque no esté siendo percibida por humano alguno, es porque el “Ser Absoluto” la está continua y eternamente percibiendo, Dios, quien es garante de este existir de las cosas, incluido el ser humano” (Wílmer Cazasola R.CoRis. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades. Volumen 5.ISSN 1659-2387 37). El Solipsismo, es aquel que queda encerrado en el sujeto mismo sin la posibilidad de una realidad exterior más que la que el sujeto pueda crear. En el subjetivismo la validez de la verdad se ve limitada al sujeto que conoce y juzga. Todo el conocimiento queda en las ideas que de él nacen como sujeto. Al afirmar esto, Merleau-Ponty, lo que está indicando es que el solipsista podría eventualmente dudar de su sola existencia, duda de su objetividad, de un firme objetivismo, pasa a entrar en una crisis de subjetividad.
El solipsismo tuvo sus comienzos en Grecia. Se puede afirmar que nuestro Gran Filósofo, René Descartes, con su afirmación: “Pienso y luego existo”, es puerta de entrada del “solipsismo”, en la filosofía, donde se plantea la existencia del “YO” como única certeza. Aquí puede partir una contradicción, el ser humano no es estático e inactivo, tanto físicamente como mental, y nunca sacia esa hambre de conocimiento en sus investigaciones, donde nace un ramaje de más dudas, preguntas y respuestas, que abren ventanas al conocimiento. El conocimiento anula el “solipsismo”. Es posible conocer más allá de la mente, como se afirma en el sendero iniciático, “el conocimiento esta más allá de lo físico”, lo que llamamos “metafísica”. Si vemos al “solipsismo” como unos pensamientos en una constante duda de todo nuestro entorno, pero nuestros pensamientos son los que consideramos propios, son únicos desde su interior y nadie los conocerá, y desde su perspectiva son reales, son privadas e incomunicables. Nadie puede cambiar su percepción de las cosas ni dudar de su existencia.
Giovane Gentile planteó una forma de solipsismo: “la visión propia de la realidad solo existía en la medida en que se relaciona con el mundo íntimo de cada cual”. ¿Es posible conocer más allá de la mente propia? En el solipsismo es totalmente negativo. Solo podemos conocer nuestra propia existencia. La filosofía busca verdades universales, el solipsismo busca el “yo”. Algo muy importante, Descartes aceptó la objetividad del mundo a través de la idea de Dios. El principio del solipsismo es: la centralidad en el Yo, lo externo queda en duda. “Los objetos sensibles existen solo cuando son percibidos; los árboles por tanto están en el jardín, solo mientras haya alguien para percibirlos». (George Berkeley-filosofo y obispo irlandés-siglo XVIII). Debemos buscar, por medio del conocimiento formas bien concretas para validar la naturaleza de nuestra conciencia y del medio que nos rodea.
El solipsismo plantea que la realidad externa es inaccesible o existente, y lo que percibimos es una creación de la mente, porque niega la posibilidad del conocimiento objetivo, es una variante del subjetivismo y relativismo. Se basa en una concepción muy abstracta de la mente. No podemos considerar que la “mente” es algo separado del contexto del universo y su realidad, se transforma con la interacción entre las cosas existentes. El solipsismo es una actitud escéptica frente a lo objetivo y real. Lo único positivo de esta parte de la filosofía, es el método cartesiano: “duda de todo”, esta frase nos lleva a la búsqueda del conocimiento real, de la verdad.
El problema mayor del solipsismo es la relación de la “Mente con la realidad”, y niega la posibilidad de ir más allá de ella. Si fuéramos así los humanos, estaríamos viviendo todavía en las cuevas. Vivir en un estado solipsista implica una visión muy subjetiva de la realidad, donde la experiencia personal es la única certeza. Sin embargo, en términos de realidad objetiva, el solipsismo es más una postura filosófica que una realidad comprobable. Así que, aunque es posible que alguien viva en un estado mental solipsista, la realidad objetiva que compartimos parece ir más allá de esa perspectiva individual. No se trata específicamente de una posición atea, ya que el ateísmo se refiere a la falta de creencia en dioses o deidades. Puede llevar a cuestionar la existencia de cualquier cosa fuera de uno mismo, incluyendo a Dios, pero no necesariamente implica que se niegue la existencia de una deidad. Es más sobre la duda de la realidad externa que sobre la creencia o no en Dios. Podría ser visto como una perspectiva que va en contra de las enseñanzas que promueven la empatía, la compasión y la relación con los demás. Sin embargo, cada religión tiene su propia interpretación y enfoque sobre la existencia y la realidad. Algunas podrían abordar el solipsismo desde un punto de vista filosófico, mientras que otras podrían centrarse más en la fe y la experiencia espiritual. Aislamiento y soledad: el solipsismo también puede manifestarse en el arte a través de temas de aislamiento y soledad. Pinturas, esculturas y literatura que representan a individuos en entornos vacíos o introspectivos pueden reflejar la lucha interna de reconocer la existencia de otros en un mundo que parece solitario. Por ejemplo, el teatro del absurdo y ciertas obras literarias pueden cuestionar la naturaleza de la realidad y la percepción, invitando al espectador a reflexionar sobre su propia existencia y la de los demás.
En resumen, el arte puede ser un medio poderoso para explorar y expresar las complejidades del solipsismo y su contraste con la idea de comunidad y conexión. Clases de solipsismo: Metafísico, solo la mente es real, lo demás una ilusión. Epistemológico, el conocimiento fuera de la mente es incierto. Metodológico, comienza con uno mismo y examina el conocimiento desde esa perspectiva.
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