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Obreros de Hiram Abiff: Sendero Hermético (II)

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“Existe una unidad esencial en todas las religiones, que no hay diferencia entre las verdades inculcadas por los diversos credos; que existe un solo método mediante el cual el mundo, tanto interno como externo ha evolucionado; y que todas las escrituras reconocen una sola Meta para la existencia. La discrepancia existente entre las diferentes religiones, unida a la ignorancia humana, hace casi imposible levantar el velo y percibir esa gran Verdad”. (Swami Sri Yukteswar nació el 10 de mayo de 1855 en Serampore, Bengala, India). La Tradición Iniciática es el común de todas las Escuelas Iniciativas y de todas las religiones importantes del mundo. La Tradición no se origina en dogmas y fanatismos, su raíz es un nivel más allá de lo físico, más allá del contenido de la misma letra, los libros sagrados. Nuestros antiguos maestros tenían un elevado nivel de estado de consciencia, y “comprendieron lo esotérico” de cada Enseñanza. Cuando una corriente religiosa o espiritual pierde contacto con lo tradicional, la Gran Energía Universal, se torna solo en letra incomprendida y muerta, está destinada a desaparecer con el tiempo, como ha pasado, cuando lo iniciático dejo de ser. Solo queda lo intelectual, en la forma. Entonces el hilo espiritual iniciado no alimenta la institución y ella pierde vigencia. Ahora bien, la existencia, tanto física como espiritual, está en constante evolución, sometida a las leyes del plano en que vivimos. El ser humano debe buscar, claro está, de acuerdo a su nivel de estado de conciencia, un camino que esta más allá de lo físico, para construir su vida y darle un objetivo a la misma. Este camino es lo que llamamos el “Sendero Iniciático”. Es un proceso que lleva a la “Expansión de la consciencia”, que nos lleva de la oscuridad a la Luz, la sabiduría y lo sagrado. Nos lleva a un conocimiento más profundo,  de nosotros mismos, de las leyes que rigen el Universo y del Todo. Es viaje en el sendero, y dependiendo del nivel de nuestro estado de consciencia, es fácil y difícil; lograr este Conocimiento no es cosa fácil pues supone la previa Iniciación. Ir hacia nuestro interior, conocernos a nosotros mismos y así iniciar nuestra transformación interior, no de perfección, porque el espíritu es puro, el proceso de este viaje es para “abrir Consciencia”, para poder trascender la dualidad. Es el transitar de la duda y la incertidumbre a la Luz, las respuestas se presentan en el sendero. En el Budismo nos explican que el sendero por este plano está sujeto al “Dharma y el Karma”. El Dharma implica tener mucha disciplina, constancia y una actitud hacia los temas espirituales. La actitud es abrir tu ser interior para percibir la Luz. Dharma, son los medios correctos de proceder en este plano, donde el bien prevalece sobre lo malo. El Karma, se basa en la ley del Kibalion, de “Acción y Reacción”. No hagas a otros lo que no quieres que te hagan. “Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti”, es una enseñanza de Jesús, contenida en la Biblia: en Mateo 7:12 y Lucas 6:31. El Maestro Sri Anantram dice: “Mientras los enemigos internos no estén vencidos los enemigos externos retornarán siempre”. Ahora bien, no quiere decir que todo lo malo que nos ocurre es karmatico, de consecuencias anteriores. Muchas cosas contrarias a lo que deseamos, son experiencias, y si no aprendemos de ellas, se repitieran varias veces hasta que tomes conciencia. Todo lo bueno y lo malo que nos ocurren es necesario para nuestra purificación y elevación de nuestro estado de consciencia. Es parte de nuestro proceso en este plano. El ser humano se acostumbra tanto a sus enemigos internos, la soberbia, su inconstancia, su envidia, su dogmatismo, su fanatismo, su hipocresía, todos sus defectos, que llega a considerarlos en su ignorancia, como a sus amigos. Karma, traduce del sanscrito, toda acción, movimiento, y a esto se refiere Serge Raynaud de la Ferriere “Piedra que rueda no crea moho”. Todo lo que nos ocurre es necesario. Esto nos lleva a reflexionar y a tomar consciencia, de lo contrario seriamos estáticos y conformistas. Todo en el Universo está conectado por lazos invisibles, nada es aislado, ni estático, pero abrimos consciencia podemos unir todo con los lazos invisibles. La razón desplaza lo intelecto y por medio de intuición, vemos mas allá de lo físico, de la razón. El sendero iniciático, es la acción consciente, y se comprende que todo está unido. Las experiencias contribuyen a la evolución de nuestra consciencia. La Verdad está dentro de nosotros. Hay que sacralizar cada acto de nuestra vida, somos parte del Todo, y vivimos en el Todo. En el sendero Iniciático no cambiamos, es una alquimia que nos ayuda a transformarnos, a transmutarnos en Luz y sabiduría, es un cambio total interior y sale de nosotros algo que esta más allá de lo físico. Lo Iniciático es una comunicación consciente con los estados superiores. El amor es la fuerza más poderosa del Universo, sin esa fuerza, el iniciado en los misterios menores, todo es vano y profano, lo iniciático no tiene cabida, porque  no se comprende. Nuestras enseñanzas iniciáticas provienen de los “símbolos” que contienen los mensajes de Luz, percibidos a medida que abres consciencia, El Símbolo es una idea sensible y nos hace aptos para comprenderla. Un Iniciado debe morir al mundo profano, espiritualmente, al mundo ilusorio lleno de fantasía, de apego, y este conocimiento que se va adquiriendo, nos hace responsables de una acción constante, para que no se diluya la energía que maneja iniciáticamente. Esta acción esta en el desapego, desprendimiento, la compasión y la bondad. “Son muy pocas las almas que tienen la constancia necesaria que les permitiría hacer un progreso perceptible, pero si el deseo permanece constante e inflexible, pronto llegará al fin deseado y el candidato se encontrará en posesión de los conocimientos necesarios que le permitirán realizar un progreso intensivo, dirigiendo sus esfuerzos hacia una meta definida”. (Violet Mary Firth Evans – Dion Fortune – fue una ocultista y escritora británica.​ Su seudónimo está inspirado en el lema de familia – Deo, non fortuna). En conclusión: hay que abrir nuestras consciencias, practicando el desapego y el desprendimiento, logrando esto, ya es un gran paso, pues el mundo de la fantasía es llamativo y agradable. Hay que ser libres, indiferentes a la humildad e indiferentes al orgullo, vivir en el centro. La misma Helena Blavatsky (fue una escritora, ocultista y teósofa rusa – 1831-1891), nos aconseja: “Tú, neófito, que buscas atravesar el por tal de la iniciación, y tú, profano que lees por curiosidad, serena tu espíritu, aclara tu mente, calma tus emociones. Apártate del mundanal ruido cobíjate en el manto de tu propio yo, para que puedas trasponer sin peligro el umbral que conduce a la morada de los brujos. Arroja tus prejuicios, despójate de tu egoísmo, huye por un instante del personalismo y la ir reflexividad, analiza con serena mirada”.

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