OPINIÓN

Obreros de Hiram Abiff. Pitágoras y la Masonería (III)

por Mario Múnera Muñoz P.G.M. Mario Múnera Muñoz P.G.M.

De Pitágoras, escritos personales no los posee la historia, solo sabemos por sus discípulos las enseñanza, quienes las distribuyeron en su nombre. Como ya sabemos, fundó una escuela filosófica y religiosa, en Cretona, sur de Italia. Todo lo tratado e investigado en la Escuela Pitagórica, se le atribuía a Pitágoras. Sus discípulos vivían en la escuela y recibían directamente de Pitágoras las enseñanzas. Llegaron a ser más de trecientos adeptos y observaban estricta disciplina, como ser vegetarianos, desapego a las propiedades materiales, y sus máximas se pueden sintetizar así: a) en su nivel más profundo, la realidad es de naturaleza matemática. b) la filosofía se puede utilizar para la purificación del espíritu. c) el alma puede elevarse para unirse a lo Divino. d) ciertos símbolos numéricos son de naturaleza mística. e) los miembros deben guardad lealtad y secretismo. Pitágoras en el tiempo que pasó en Egipto profundizó sobre las artes de la sabiduría antigua, los misterios del nacimiento y la muerte, los secretos de la “cosmogénesis” (nacimiento del universo – evolutivo y animado) y la “antropogénesis” (origen y proceso de formación del ser humano) y las diversas ramas de las matemáticas.

En aquel tiempo las matemáticas se estudiaban y se interpretaban diferente a nuestros tiempos, era más bien simbólica donde se explicaba algún aspecto de la creación, y esta está plasmada en la teoría de los números de Pitágoras. Los pitagóricos planteaban la teoría de que “todo es números” y que el Universo era número y armonía. El número para los pitagóricos eran símbolos jeroglíficos, con los cuales explicaban las ideas relacionadas con la naturaleza de las cosas. A los números les asignaban propiedades místicas, morales y físicas. Los impares eran femeninos- Los pares eran masculinos. Los números eran distinguidos en triangulares, cuadrados y pentagonales. El “uno”, el generador de todos los números y representa la “Monada”, el Creador; lo ubicaba en la izquierda, simbolizaba también la razón, lo definido y lo estable. El número “dos”, la diada, derecha, femenino, dual y diverso. El “tres”, la perfección, se compone de la Monada y la Diada, impar era masculino. El número “cuatro”, simboliza la naturaleza con sus cuatro elementos, estaciones y  los puntos cardinales. El número “cinco”, matrimonio, es la suma de la Diada y la Triada. El número “seis”, la familia y numero perfecto, es la suma de la doble Triada. El número “siete”, numero sagrado, es la suma de la doble Triada  y la Monada. El número “ocho”, la Amistad, el primer cubo. El número “nueve”, el Amor, por los nueve meses de la gestación, el primer cuadrado. El número “diez”, sagrado, el símbolo del G.A.D.U. y el Universo, la perfección y la clave de la doctrina: es la suma de uno, más dos, más tres, más cuatro, igual a diez, su símbolo es la “Tetrakis”, es una figura triangular consistente en diez puntos y en cuatro líneas: uno, dos, tres y cuatro. Es un símbolo místico, representa el número diez, el cual tiene el sentido de la totalidad, de final y retorno, después de los nueve ciclos de los primeros números, a la Unidad. Simboliza la Creación Universal, fuente y raíz de todo, y es imagen de la totalidad de movimiento. Los números de la Tetrakis simbolizan: (1) “La Unidad”, lo Divino y origen de todo, “El Ser Inmanifestado”. (2) “La Diada”, la dualidad en el Universo, desdoblamiento del Uno, origen de la pareja masculino y femenino. (3) “La Triada”, los tres niveles del Mundo: celeste, terrestre e infernal y las demás triadas. (4) “Cuaternario”, los cuatro elementos de la naturaleza y el universo. La Tetrakis, es la Cuadratura del Círculo: todo procede de “La Unidad”. Se expresa en “La Dualidad”. Se realiza en “El Ternario” y se “Manifiesta” en “El Cuaternario”. Por la TetraKis se hacia el juramento, sin nombrar a Pitágoras los adeptos en la escuela.

Para Pitágoras, su comprensión del Universo decía que estaba sujeta a ciclos progresivos y predecibles, para medirlos se necesitaba la frecuencia del uno al nueve. Pitágoras explicaba los fenómenos del Universo y las facultades del Individuo por medio de las pautas numéricas y geométricas, porque todo explicaba los fenómenos naturales y cualidades espirituales. Pitágoras hablaba en forma de “Epigramas” (composición poética breve) y sus palabras o vos eran muy Iniciáticas, sus discípulos comprendían temas de las sagradas escrituras que no habían entendido entes. Los Sabios emplean la síntesis para explicar algo complicado, y así los discípulos comprenden. La naturaleza del ser humano, es siempre esperar que alguien les dé, ya sea desde un agradecimiento hasta prebendas materiales, si no recibe esto se decepciona. A Pitágoras no le gustaba que lo alabaran, y los que lo hacían el no retribuía con agradecimiento, solo esperaba con impaciencia que recibieran sus conocimientos. Siempre estaba al lado de los que dan y no de los que reciben. Respetaba al pueblo pero no lo comprendían. Pitágoras viajó y habitó por varias culturas, donde recibió y expandió sabiduría.

Para concluir este artículo, dos pensamientos de Pitágoras: “Educad a los niños, y no será necesario castigar a los hombres” y “No seas ambicioso y tacaño, la justa medida es excelente para tales casos”.