De Pitágoras, escritos personales no los posee la historia, solo sabemos por sus discípulos las enseñanza, quienes las distribuyeron en su nombre. Como ya sabemos, fundó una escuela filosófica y religiosa, en Cretona, sur de Italia. Todo lo tratado e investigado en la Escuela Pitagórica, se le atribuía a Pitágoras. Sus discípulos vivían en la escuela y recibían directamente de Pitágoras las enseñanzas. Llegaron a ser más de trecientos adeptos y observaban estricta disciplina, como ser vegetarianos, desapego a las propiedades materiales, y sus máximas se pueden sintetizar así: a) en su nivel más profundo, la realidad es de naturaleza matemática. b) la filosofía se puede utilizar para la purificación del espíritu. c) el alma puede elevarse para unirse a lo Divino. d) ciertos símbolos numéricos son de naturaleza mística. e) los miembros deben guardad lealtad y secretismo. Pitágoras en el tiempo que pasó en Egipto profundizó sobre las artes de la sabiduría antigua, los misterios del nacimiento y la muerte, los secretos de la “cosmogénesis” (nacimiento del universo – evolutivo y animado) y la “antropogénesis” (origen y proceso de formación del ser humano) y las diversas ramas de las matemáticas.
En aquel tiempo las matemáticas se estudiaban y se interpretaban diferente a nuestros tiempos, era más bien simbólica donde se explicaba algún aspecto de la creación, y esta está plasmada en la teoría de los números de Pitágoras. Los pitagóricos planteaban la teoría de que “todo es números” y que el Universo era número y armonía. El número para los pitagóricos eran símbolos jeroglíficos, con los cuales explicaban las ideas relacionadas con la naturaleza de las cosas. A los números les asignaban propiedades místicas, morales y físicas. Los impares eran femeninos- Los pares eran masculinos. Los números eran distinguidos en triangulares, cuadrados y pentagonales. El “uno”, el generador de todos los números y representa la “Monada”, el Creador; lo ubicaba en la izquierda, simbolizaba también la razón, lo definido y lo estable. El número “dos”, la diada, derecha, femenino, dual y diverso. El “tres”, la perfección, se compone de la Monada y la Diada, impar era masculino. El número “cuatro”, simboliza la naturaleza con sus cuatro elementos, estaciones y los puntos cardinales. El número “cinco”, matrimonio, es la suma de la Diada y la Triada. El número “seis”, la familia y numero perfecto, es la suma de la doble Triada. El número “siete”, numero sagrado, es la suma de la doble Triada y la Monada. El número “ocho”, la Amistad, el primer cubo. El número “nueve”, el Amor, por los nueve meses de la gestación, el primer cuadrado. El número “diez”, sagrado, el símbolo del G.A.D.U. y el Universo, la perfección y la clave de la doctrina: es la suma de uno, más dos, más tres, más cuatro, igual a diez, su símbolo es la “Tetrakis”, es una figura triangular consistente en diez puntos y en cuatro líneas: uno, dos, tres y cuatro. Es un símbolo místico, representa el número diez, el cual tiene el sentido de la totalidad, de final y retorno, después de los nueve ciclos de los primeros números, a la Unidad. Simboliza la Creación Universal, fuente y raíz de todo, y es imagen de la totalidad de movimiento. Los números de la Tetrakis simbolizan: (1) “La Unidad”, lo Divino y origen de todo, “El Ser Inmanifestado”. (2) “La Diada”, la dualidad en el Universo, desdoblamiento del Uno, origen de la pareja masculino y femenino. (3) “La Triada”, los tres niveles del Mundo: celeste, terrestre e infernal y las demás triadas. (4) “Cuaternario”, los cuatro elementos de la naturaleza y el universo. La Tetrakis, es la Cuadratura del Círculo: todo procede de “La Unidad”. Se expresa en “La Dualidad”. Se realiza en “El Ternario” y se “Manifiesta” en “El Cuaternario”. Por la TetraKis se hacia el juramento, sin nombrar a Pitágoras los adeptos en la escuela.
Para Pitágoras, su comprensión del Universo decía que estaba sujeta a ciclos progresivos y predecibles, para medirlos se necesitaba la frecuencia del uno al nueve. Pitágoras explicaba los fenómenos del Universo y las facultades del Individuo por medio de las pautas numéricas y geométricas, porque todo explicaba los fenómenos naturales y cualidades espirituales. Pitágoras hablaba en forma de “Epigramas” (composición poética breve) y sus palabras o vos eran muy Iniciáticas, sus discípulos comprendían temas de las sagradas escrituras que no habían entendido entes. Los Sabios emplean la síntesis para explicar algo complicado, y así los discípulos comprenden. La naturaleza del ser humano, es siempre esperar que alguien les dé, ya sea desde un agradecimiento hasta prebendas materiales, si no recibe esto se decepciona. A Pitágoras no le gustaba que lo alabaran, y los que lo hacían el no retribuía con agradecimiento, solo esperaba con impaciencia que recibieran sus conocimientos. Siempre estaba al lado de los que dan y no de los que reciben. Respetaba al pueblo pero no lo comprendían. Pitágoras viajó y habitó por varias culturas, donde recibió y expandió sabiduría.
Para concluir este artículo, dos pensamientos de Pitágoras: “Educad a los niños, y no será necesario castigar a los hombres” y “No seas ambicioso y tacaño, la justa medida es excelente para tales casos”.
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