OPINIÓN

Obreros de Hiram Abiff: Masonería

por Mario Múnera Muñoz P.G.M. Mario Múnera Muñoz P.G.M.

“La masonería es una institución de carácter Iniciático, filantrópico, filosófico, discreto, armónico, selectivo, internacional, jerárquico, fundada en un sentimiento de fraternidad, y tiene como objetivo la búsqueda de la verdad, el estudio filosófico de la conducta humana, de las ciencias y de las artes, el fomento del desarrollo moral del ser humano orientándolo hacia su evolución personal, además del progreso social y ejemplifica sus enseñanzas con símbolos y alegorías tradicionales tomadas de la *albañilería* y *la cantería* más específicamente del “Arte Real” de la construcción, es decir de los constructores de las catedrales medievales”. Es la definición más concreta, para el mundo profano, que escuche, al preguntarle a “Echo Dot-Alexa”: ¿qué es la Masonería?. La masonería está integrada dentro de la gran corriente hermética, basada en las enseñanzas contenidas en sus “símbolos”, que identifican a la Augusta Institución. En el año 1717, un 24 de junio, día de San Juan Bautista, en Londres, se reunieron tres RR.LL. y fundaron la primera Gran Logia, y dio inicio a la “masonería especulativa”, emulando a los constructores medievales, pero con la diferencia, ya no se realizan construcciones físicas (operativa), sino “Templos Espirituales”, no hechos por la mano humana. Con la fundación de esta primera Gran Logia, nos demuestra que desde mucho antes, ya existían logias (agrupaciones gremiales). Este fue un comienzo de centralización y regularización de las logias ya existentes. Las logias masónicas fueron en aquel momento muy exitosas en su aceptación, ya en el siglo XVIII, se extendió hacia Europa y América,  por una razón fundamental: acogían a personas de todos los niveles sociales, practicantes de todas las religiones y militancias políticas, gremios artísticos y filosóficos, en una sociedad muy prejuiciosa en su forma de pensar. Por esta razón, en sus primeros reglamentos se limitaron los temas álgidos del momento: político y religioso, para conservar la tolerancia y fraternidad. Por lo tanto, las logias se constituyeron en un “Oasis de Paz” no sectario del pensamiento humano. Esta forma amplia y liberal de pensar les ha causado persecuciones, cárceles, torturas, asesinatos y restricciones a sus miembros en su operatividad. De aquí parte la famosa palabra “secreta” que califica a la institución, por las mismas circunstancias, se reunían en secreto. En estos tiempos, la masonería atrae a intelectuales y artistas, personas con ideales humanistas, espíritu de fraternidad, de altruismo, beneficencia e incluso, también atrae su carácter “secreto”. Esta forma libre de expresar el pensamiento, Atrajo a líderes revolucionarios, luchadores por la libertad del ser humano, tales como: George Washington, Simón Bolívar, José de San Martin, Benjamín Franklin, José Antonio Paz, Santander, Antonio José de Sucre y grandes luchadores de la humanidad, etc. Es importante recalcar, que la masonería, nunca ha intervenido en los asuntos políticos y religiosos en el mundo: son los masones los que actúan, en su nombre propio. Tengo una reflexión al respecto: la masonería es una institución que enseña a pensar bien, a perfeccionar el conocimiento del ser humano, “no ha cambiar su forma de pensar”, pero si cambia, es por su investigación, conocimiento y meditación. Los conocimientos religiosos, se profundizan con las enseñanzas contenidas en los símbolos. Los ideales políticos, se perfeccionan con nuestra filosofía humanista, y así sucesivamente va ocurriendo en el desarrollo de comportamiento y pensar del ser humano. Nuestra augusta institución es totalmente “simbólica” y los cuales se ponen en acción en su trama ritualísticos. Los símbolos, tienen que ser bien estudiados y meditados por sus iniciados, para poder comprender el sendero iniciático de la institución. El rito y los símbolos son arquetipos de la enseñanza masónica, como también lo son sus gestos y signos, con los que nos identificamos los masones. La arquitectura, la geometría y las herramientas de los albañiles, en la masonería especulativa se convierten en “símbolos” contentivos de las enseñanzas secretas de la masonería. En los símbolos está el verdadero secreto del conocimiento del masón, porque es inexplicable, y no se transmite, solo el maestro puede dar las pautas para la investigación, pero todo depende del Estado de Conciencia del Iniciado. Los símbolos contienen una connotación moral y espiritual en la vida diaria del masón: somos herederos de los constructores del Templo del Rey Salomón, pero espiritual.