“Aquel que preside miró hacia adelante, a los hijos de los hombres, que son los hijos de Dios. Él vio la luz de ellos y el lugar donde estaban parados sobre el sendero de retorno al Corazón de Dios. La senda recorre un círculo a través de los doce grandes portales y, ciclo tras ciclo, los portales se abren y los portales se cierran. Los hijos de Dios, que son los hijos de los hombres, caminan por allí”. (Los Trabajos de Hércules– Alice A. Bailey). Los 12 trabajos de Hércules fueron una serie de tareas impuestas por el rey Euristeo como castigo por haber matado a su propia familia en un ataque de locura. Los objetivos de estos trabajos eran demostrar la fuerza, valentía y habilidades sobrenaturales de Hércules, así como purificar su alma de sus pecados. Algunos de los trabajos incluyeron matar al león de Nemea, limpiar los establos de Augías, capturar el jabalí de Erimanto y robar las manzanas de oro del jardín de las Hespérides. Cada trabajo presentaba un desafío único que Hércules debía superar con ingenio y coraje. En cada uno de los 12 trabajos de Hércules se pueden identificar diferentes virtudes morales que el héroe demostró al enfrentar los desafíos impuestos por Euristeo. Estas son solo algunas de las virtudes morales que Hércules exhibió a lo largo de sus trabajos. Cada tarea representaba una oportunidad para el héroe de demostrar su nobleza y grandeza de espíritu, algunas de estas virtudes son: Valentía, Hércules demostró valentía al enfrentarse al león de Nemea, una bestia invulnerable a las armas convencionales. Perseverancia: en la limpieza de los establos de Augías, Hércules mostró perseverancia al completar una tarea aparentemente imposible. Honestidad: al capturar el jabalí de Erimanto, Hércules demostró honestidad al cumplir su palabra y llevar a cabo la tarea encomendada. Generosidad: en el robo de las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, Hércules demostró generosidad al compartir las manzanas con los dioses. Autocontrol: en la captura del toro de Creta, Hércules demostró autocontrol al no dejarse llevar por la ira o la violencia. Hércules era la encarnación de la fuerza física pero también de la humildad, nobleza, tenacidad, astucia, lealtad y un profundo sentido de la amistad y deber. El orden tradicional de los trabajos es: 1. Matar al león de Nemea. (Las pulsiones instintivas, irreprimibles, destructoras de la violencia emocional que lo devasta todo a su paso) 2. Matar a la hidra de Lerna. (Poder, despotismo, intransigencia) 3. Capturar a la cierva de Cerinea. (La Sabiduría) 4. Capturar vivo al jabalí de Erimanto. (La locura destructora lunar, como la soledad, el aislamiento, las figuras saturninas del asceta o del ermitaño del bosque 5. Expulsar a las aves del Estínfalo. (S i vamos pidiendo sin dar, a la larga, todo se convierte en estéril). 6. Domar al toro de Creta. (Falta de solidaridad, se ven impotentes por combatir y de cazar – Prever y anticipar, actuar) 7. Limpiar los establos de Augías. (Posesión, egoísmo, inmovilismo) 8. Robar las yeguas de Diomedes. (Víctima de su actividad cerebral que domina a su naturaleza salvaje e indomable, incitándole luego a jugar su vida más que a vivirla) 9. Robar el cinturón de Hipólita. (El desencadenamiento de las emociones desatadas, primitivas, que todo lo destruyen a su paso) 10. Robar el ganado de Gerión. (Para vencer los trastornos emocionales que nos pueden paralizar e inducir a la confusión total, hay que utilizar la cabeza–conquista de la individualidad) 11. Robar las manzanas doradas del jardín de las Hespérides. (El árbol es el hombre, la serpiente es la energía primordial que circula en él y las manzanas son el fruto del conocimiento que posee desde siempre) 12. Raptar al perro de Hades Cerbero. (La vida y la muerte se hacen una sola, justamente para engendrar una nueva vida).
Hay una lectura muy interesante en un trabajo que conseguí en la Gran Hermandad Blanca, escrita por Jorge Ariel (desarrollo transpersonal) sobre los 12 trabajos de Hércules, que me atrevo a transcribir en este artículo sobre el mismo tema. Los doce trabajos de Heracles (también, Hércules) son una serie de doce episodios legendarios, fueron las hazañas que el semidiós tuvo que realizar por culpa de Hera (la esposa de Zeus). El establecimiento de un ciclo fijo de doce trabajos atribuido por los griegos a un poema épico, hoy perdido, escrito por Pisandro de Cámiros, sobre el 600 a. C. Los 12 trabajos de Hércules representan las doce etapas que el hombre debe superar en el camino hacia la liberación, el conocimiento, la verdad; las doce pruebas que el alma ha de superar para liberarse del cuerpo, abandonar su envoltura carnal, dejar de ser víctima de sus deseos, pasiones, del bien, del mal, y del ciclo eterno sin fin de los renacimientos. Hablaremos de Heracles que significa “gloria de Hera” y por lo tanto un ser lunar, que tenía un hermano gemelo Ificles que significa “fuerte y glorioso”, para destacar la doble naturaleza del héroe así como la relación de los 12 trabajos con los 12 signos del zodiaco en la vía láctea. Nuestro héroe tuvo que someterse a los misterios de Eleusis, a los que, en aquellos tiempos solamente los atenienses tenían acceso. Aquel que se iniciara en estos misterios sería capaz de entrar en el otro mundo y salir vivo. Eso ya no es una hazaña sino un prodigio. Los misterios representaban el drama divino del alma, explicando el drama terrestre del hombre. El método actual se basa en la verdad transitoria de que el hombre común está sujeto a la naturaleza ilusoria de la manifestación, “así como el hombre piensa así es él”. Sin embargo, cuando se convierte en Hércules, el Dios Sol (o Ángel solar), comienza a invertir el proceso y tiene lugar una definida reorientación.
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