Vivimos en una época muy interesante, y cada época tiene sus propias características donde el ser humano se adapta a ellas. Ejemplo, nuestros tatarabuelos y abuelos les correspondió, en su mayoría vivir en el campo, por lo tanto se adaptaron a esa forma de vida donde se suplían personalmente sus necesidades e igual a los que vivieron en pueblos y ciudades se adaptaron a vivir en comunidad y necesariamente aceptaron el compartir general, como es vivir en edificios. Si vives en casa, es una vida muy individual, los que habitamos en edificios, es colectivo en algunos aspectos importantes como son los servicios básicos y mantenimiento. El ser humano es complicado, pero su cuerpo y mente son maravillosos, es un microcosmos ante la creación. Cada parte de la constitución del ser humano está en correspondencia con el cosmos. La filosofía, perdida en la razón, ha fallado en traer a nuestro ser esa iluminación que debía darnos, que nos podía librar del error, pero con sus velos ilusorios, no aleja más de la verdad del Conocimiento Superior. La Ciencia, la Filosofía y la Religión han contribuido en la formación del pensamiento del ser humano, preparándolo para un mensaje mejor de una Gran Revelación, pero no ha logrado hacer del ser Humano “un ser libre” para abrir conciencia. Ningún sendero iniciático puede tener progreso sin el “conocimiento”, sin “símbolos” que se los transmita. La filosofía solo es teoría, es ciencia por lo tanto es subjetiva, susceptible al cambio, en cambio el conocimiento puro es uno, y Es.
Una gran parte del ser humano está cansado de vivir una vida esclavizada de los “deseos”, del apego, de la sensualidad animal, degeneramiento inhumano, por descuido de una formación espiritual, en busca de su ser real. Pero como somos parte del Gran Espíritu Universal, trabajan dentro de nuestro ser energías superiores invisibles para ayudarnos a cumplir nuestro propósito en esta encarnación. La vida presente está llena de matices muy materiales y de competencia, el progreso depende de tu formación e incluso si no la tienes, puedes pasar momentos difíciles. Todos estos aspectos nos llevan a no tener importancia el aspecto espiritual por la dinámica del mundo. Muchos, en su poco tiempo que le permiten su trabajo laboral, se acercan a las iglesias a querer suplir una vida espiritual que no tiene sentido, queriendo buscar una paz consigo mismo, nos hacen creer que tenemos una salvación si nos portamos bien, pero nuestro interior no está conectado con esa realidad. No he podido comprender porque las religiones se basan en el poder del miedo y el temor: castigo e infierno, y sobre todo basada en la “fe” mal interpretada. Cosa que no tiene nada que ver con el Dios que todos buscamos. La verdadera fe es comprender que dentro de nosotros habita el Creador de todo. La “comprensión” de las grandes verdades depende de “conocerse a sí mismo”, y así conocerás a la divinidad que está dentro de nosotros. Los grandes Avatares que nos han visitado nos enseñaron que todo se basa en el Amor, y enseñan que las leyes del Universo se basan en el amor. ¿En qué consiste este amor?, este amor consiste en que ningún ser es condenado ni castigado, todos los seres tienen la oportunidad de crecer espiritualmente a través de sucesivas encarnaciones, hasta que abran conciencia de quienes son y de donde procede. El ser humano es el único ser del Universo que se diferencia de toda la creación, porque es consciente de la muerte, y de que es parte de un todo, sobre todo que es consciente de su misión en este plano, por más materialista que sea. Pero existen seres humanos buscadores de la verdad, que desean una vida más elevada en su interior, buscan plenitud espiritual, tienen hambre y sed de un modo de vida más exaltado, que son conscientes de que hay algo más allá de su pensamientos.
No obstante, existen numerosas oportunidades para la consecución del conocimiento sagrado, esa llama divina que trae la purificación de los vehículos del ser humano, la regeneración de su naturaleza para que puedan asimilar las verdades que tienen el poder de ser “libres” y la victoria sobre la servidumbre a un plano ilusorio. El conocimiento que nos lleva a la Tradición Verdadera, es válida si solo es vivida, se experimenta en la encarnación, pero guiada por los Maestros de la Sabiduría. Todas las cosas producidas por El Creador están dotadas de una fuerza interna, que hacen que mientras más grande es el ser humano, más grande es El Creador. La Masonería es un ejemplo del Sendero Iniciático, apegada a la Tradición, y su objetivo, aparte de abrir conciencia, es regresar al estado primigenio, perdido a causa del estado de ilusión de este plano, al estado puro libre de la ley de la dualidad. La Masonería, apegada a la sabiduría tradicional, es de pensamiento inmutable, derivado de las enseñanzas de sus símbolos, y esperamos recuperar la condición primordial perdida, el fin del mundo decadente para regresar a un plano de conciencia elevada. La Masonería y sus ritos sirven para despertar conciencia. Pero es necesario que el velo de la ignorancia, el fanatismo, el dogmatismo y la hipocresía sean despejadas por la Luz de la Verdad Eterna.
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