En Grecia, en el tiempo de Platón y Aristóteles, no era muy agradable ser mujer, tenían estatus social de esclavas. En la «República de Platón» reconoce la misma naturaleza del hombre y la mujer, en la búsqueda de una sociedad perfecta. Para Aristóteles, la mujer es un ser reproductivo y el hombre un administrador, pero reconoce la familia y la sociedad en la unión de los dos sexos. La virtud de la mujer era el silencio. Se observa en las culturas antiguas una interesante analogía entre la Tierra y “la mujer como madre”, se atribuye a la mujer, totalmente, el fenómeno de la vida, en convivencia con lo divino, lo sagrado y lo misterioso. La historia de la humanidad nos presenta al ser femenino como un ser emocional, lleno de vanidad y coquetería, y sobre todo las religiones con sus normas fanáticas someten a la mujer, aunque le reconocen su rol de madre, pero lo más extraño en las religiones, que cuando representan la pureza y la belleza: la imagen es una mujer. Hobbes, cuestiona la autoridad patriarcal y la desigualdad entre los sexos. François Poulain de la Barre, filósofo francés de fines del siglo XVII, escribe: “Todo cuanto han escrito los hombres sobre las mujeres debe ser sospechoso, pues son a un tiempo juez y parte”. El binomio de filosofía y mujer es igual al binomio de Masonería y mujer, que hiere la susceptibilidad machistas, en las sociedades donde consideran que la mujer “No Piensa”, e incluso se llegó a determinar a la mujer, que no tenia Alma. Ahora bien, las situaciones actuales son consecuencia de situaciones anteriores, que en muchos casos se remontan hasta muy lejos en el tiempo, esto es lo que pasa con la situación de las mujeres, en la actualidad. Una reflexión sobre la Mujer: La Biblia dice que Dios Creo al Hombre, después de crear todo el Universo, el ser más perfecto de la naturaleza. Dios consideró que el hombre no debía estar solo, lo durmió y le sacó una costilla e hizo a la mujer…si el hombre es lo más perfecto de la naturaleza, Dios saco una costilla de esa perfección e hizo un Ser más perfecto que el hombre: la mujer. ¿Por qué es más perfecto?, muy sencillo, según la Biblia: Dios nos hizo en clon, hizo un ser más perfecto, y es tal que le dio características especiales: procrear, dar vida, continuadora de la expansión del género humano. Y le dio otra característica más especial, que no es la fuerza, “es el amor”, y con su Energía Superior colabora con el G.A.D.U. El hombre, que es pura Razón, no ha comprendido este aspecto y su rol en la naturaleza, es por eso que recurre a la “Fuerza” del “Machismo” para someter a la mujer, y también amparado en la religión. Es fácil someterla, no conoce la Fuerza, conoce “el amor y la Intuición”, que la hacen siempre cercana a Dios. Si le damos una mirada a la historia que se pierde en la noche de los tiempos, la mujer era la sacerdotisa de los dioses paganos. Grandes emperadores, reyes y guerreros las consultaban como “Pitonisa. La fuerza del amor de la mujer, es más fuerte que la bomba atómica y por qué no decirlo, su coquetería ha doblado la servís al más poderoso en la tierra. Ahora bien, a la mujer no le interesa el poder, el dominio, porque su intuición la guía más por el amor que por la razón. Las religiones modernas han contribuido sobre el complejo machista, que predican que la mujer está al servicio del Hombre, es esclava del Hombre. Y lo más ridículo, es que las religiones le rinden culto a lo femenino, e incluso hasta le consiguen esposa a Dios. Los estados de conciencia del hombre son demasiados velados para comprender estas verdades. Jamás nosotros los hombres igualaremos a la mujer, solo existe igualdad en “Derechos” y “Deberes”. Las leyes actuales en la mayoría de los países se están pronunciando en pro de la autonomía de la mujer. La Mujer en el mundo moderno tiene opción de ocupar cualesquier actividad, e incluso en las que se consideran solo para hombres. En síntesis: la mujer no está obligada a nada, solo ella dispone de hacer lo más conveniente. Recordemos todos los hombres: todos venimos del vientre de una Mujer. Si la Mujer es el ser más perfecto: nosotros provenimos de esa perfección, por lo tanto, no somos imperfectos. “Mido el progreso de una comunidad según el grado de libertad que hayan alcanzado las mujeres”, (Bhimrao Ramji Ambedkar). En 1893, Nueva Zelanda se convirtió en el primer país en conceder el voto a las mujeres en el ámbito nacional. Todas las mujeres del mundo tienen que tener derechos sexuales y reproductivos, sometidos a su voluntad y condiciones favorables, como lo es la parte laboral y de salud. Tienen que tener totalmente independencia sobre elegir cuándo y cuántos hijos tener. Para procrear hijos se necesita poseer muy buenas bases para darle el total apoyo en su proceso de preparación para el futuro. También el derecho total de cuándo elegir una pareja y contraer matrimonio. Y si no desea formar un hogar, es su voluntad. Jamás se le debe obligar contraer nupcias por conveniencias familiares. La mujer es el culmen (máximo grado de evolución, lo más perfecto) de la Creación. Este artículo es una reflexión escrita con sencillez, pero con amor y respeto hacia la mujer.