“Si una idea es verdadera, pertenece igualmente a todos aquellos que son capaces de comprenderla” (René Guenon, La crisis del mundo moderno). Varias instituciones religiosas, a lo largo de la historia y el tiempo, han desaparecido, muy pocas en la actualidad siguen vigentes, como ejemplo tenemos el Hinduismo, el Islamismo y otras menores. Religiones muy importantes como las que existían en Grecia, Egipto, Roma y otras civilizaciones dejaron su recuerdo para la historia, no podemos dejar de mencionar que muchas religiones con vigencia actual tienen incluidos en sus credos parte de esas creencias, religiones, llamadas paganas, sincretismo. Digo llamadas paganas, pero en el fondo no eran tanto, pues el nivel de estado de conciencia para estos tiempos, gestaron un mundo de creencias que para ellos eran su verdad. Les decimos paganas porque incluían una cantidad de dioses, y para los actuales momentos no son nuestra creencia, para ellos era su verdad. Se unificaron los dioses y quedó uno solo. ¿Y quién asegura que con nuestras actuales creencias religiosas estamos en el camino de la luz y la verdad? No podemos asegurar. Como lo rezan las religiones: es pura fe. Nuestros aborígenes ancestrales tienen su religión y creencias. Pero para todos ellos merecen todo nuestro respeto y consideración. Para mi entender, lo negativo de las religiones son su dogmatismo y fanatismo. Sus creencias no son de corazón, son más de temor, por los premios y castigos. Las religiones se conciben como un medio que utiliza el ser humano, para reflejar su intuición de que procede de algo trascendente, una realidad que lo trasciende, pues somos parte de un Gran Espíritu que sostiene la Creación del Universo con sus leyes. En el libro La manzana de la discordia, pag.13, Fermín Vale Amesti, Caracas, en el Prefacio nos coloca esta nota: “En una antigua plegaria indo-aria se dice: Como las diferentes corrientes tienen sus fuentes en diferentes lugares, todas juntan sus aguas en el mar, así Ho Señor, los diferentes senderos que los hombres toman debido a sus diferentes tendencias, torcidas o rectas, todas conducen a Ti”. Con esta sabia plegaria, me remito a lo que dije antes: las religiones antiguas con sus múltiples dioses y ritos, no eran tan paganas, pues su objetivo era la búsqueda y la unión con la Unidad o el Todo. Bajo la ley de la “Dualidad”, a la cual estamos sometidos inexorablemente, no solamente es para hacernos entender que hay diferencias, lo bueno y lo malo, lo positivo o lo negativo, o como los masones lo representamos en los cuadros negros y blancos, es para algo más trascendente: es para “Conciliar y Armonizar”, que nos lleva a la comprensión de un Ser Supremo. El Dogma y el Fanatismo, nos lleva a ideologías represivas. Lo negativo de las religiones es que se dedican a la adoración del ser espiritual que siguen, y no llevan en su corazón el mensaje que dejaron. Los avatares que nos han visitado nos dejaron mensajes trascendentes para unirnos al Todo, pero le agregamos cosas que tergiversan su verdadero mensaje. Incluso con el mismo fanatismo, se practica el odio en nombre del mensaje de paz que nos dejaron. Es importante recordar que nosotros los seres humanos somos llevados a ser corruptibles por nuestro mismo ego y el poder. El filósofo Jean Jacques Rousseau (1712-1778) escribió sobre este punto lo siguiente: “el hombre es bueno por naturaleza pero lo corrompe la sociedad” (Discurso sobre el origen y fundamento de la desigualdad entre los hombres – su novela Emilio o de la educación, publicada en 1762…). Al entrar a este plano, es bueno, trae implícito la trascendencia de todo, el ser humano está orientado naturalmente hacia el bien, pues el hombre nace “bueno y libre”, la educación lo oprime, lo lleva a la competencia, al engrandecimiento del ego, el egoísmo, y a la lucha por el poder de ser mejor a costa de todo. Lo lleva a un desorden físico y moral, y esto lo podemos sentir en lo político y religiosos. Nada es casual sino causal, menos mal que a los Grandes Maestros de Luz que nos visitaron en este plano, dejaron sus mensajes por medio de “símbolos” y “parábolas”, donde la interpretación y comprensión están sometidas a los niveles de estados de conciencia. Para comprender los mensajes debemos estar “libres” de dogma, fanatismo, hipocresía y Ambición desmedida, estos puntos negativos nublan nuestro estado de conciencia, y los combatimos con las virtudes, el desapego y el desprendimiento. Lo que perdura en el tiempo y el espacio es lo “Espiritual”, donde el ser humano no tiene incidencia, no lo puede invadir para hacer los cambios de acuerdo a su conveniencia. Nosotros somos dados a colocar todo a nuestra conveniencia y comodidad, tanto en lo religioso, social y político. A esto lo llamo poder, en esta forma controlar una parte del conglomerado humano. No he podido entender porque al ser humano le gusta, lo busca o lo inventa de cómo estar controlado y controlar. Desde nuestros padres hasta los más altos lugares de estudio como la Universidad. Nos preparan para obedecer, no para pensar, y si se convierte en un pensador, es un peligro para todos. Coloco esta pequeña reflexión para analizar las instituciones Iniciáticas, y en este caso específico “La Masonería”, la cual es una institución, que como lo dijo un Gran Filósofo de la R. L. Unanimidad No.3 del Or. De La Guaira, Venezuela, R.H. Agustín Camacho, Or. Eter. (Graduado en filosofía en Israel): “La Masonería es una institución que te enseña a pensar bien”. Como somos pensadores, somos estudiosos de las ciencias, somos Libres, por lo mismo hemos sido perseguidos por siglos: un librepensador es un peligro en el medio en que habita. La Masonería es una institución basada en la “razón”, con un método de estudios y grados, busca el conocimiento contenido en sus “Símbolos”, pero para comprenderlo, debe trascender la razón, porque la razón y lo espiritual no van de la mano, se respetan. Jamás la razón y la lógica comprenderán lo que está más allá de lo físico. Esta es una las razones del porqué la Masonería, que es un sendero espiritual e iniciático ha trascendido el tiempo, más de 300 años. Continuaremos haciendo la reflexión sobre el sendero de lo eterno espiritual, pero permítanme cerrar este artículo con las palabras de Paramhansa Yogananda, en libro La ciencia de la religión, donde dice: “Si por religión entendemos únicamente las prácticas, los credos particulares, los dogmas, costumbres y convenciones, entonces sí hay razón para que existan tantas religiones; pero si religión quiere decir, primeramente, Conciencia de Dios, o la realización de Dios, tanto dentro como fuera de nosotros; secundariamente un cuerpo de creencias, credos, dogmas, entonces, estrictamente hablando, no hay más que una religión en el mundo, porque no existe más que un Dios”.
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