Obreros de Hiram Abiff: La masonería incomprendida

Los modelos sociales tienen sus limitaciones en las reglas para dirigirse y controlarse, las mismas reglas determinan sus campos de acción, esto ha ocurrido a lo largo de la historia del ser humano, ahora bien, una sociedad sin reglas sería un caos. La masonería especulativa se formó en torno a un espacio. Desde los tiempos de la operatividad en la edad media, los constructores se formaron a través de un espacio, donde no podían operar en otros, estas eran las reglas, claro está, esto cambio cuando hubo escasas manos de obra y se le dio la libertad de operar en cualesquier espacio, esto es lo que denominamos: Francmasonería, que quiere decir “Mason Libre”. Cuando la Masonería comienza su “era especulativa”, comienza una nueva forma de trabajar: ya no hay construcciones elaboradas con las manos, lo físico, si no que se labora sin la intervención de las manos, se construyen “Templos internos del ser humano”. En esta parte quiero hacer un comentario, un poco sacrílego para los viejos masones: la masonería predica en sus enunciados que se trabaja para la perfección del ser humano. Perfección la relaciono con la moral, ser mejor persona, responsable con el hogar y con la sociedad donde comparte su habitación. La perfección moral la veo más hacia el lado religioso, y la masonería no es religiosa, es un “sendero espiritual”. Cuando interiorizamos las enseñanzas contenidas en la simbología masónica, comenzamos a ver la realidad de nuestra misión, no fantasiosa, en este plano, esto quiere decir que estamos “abriendo Conciencia”. Cuando aceptamos un candidato para iniciarse es porque lo reconocemos como un “ser de buenas costumbres”. Ahora bien, que tiene que despejar un masón para “comprender el conocimiento” que está adquiriendo: el fanatismo, dogmatismo, hipocresía y la ambición desmedida, estos son los enemigos de un sendero espiritual. Todos estos enemigos de la masonería se basan en la Ignorancia y el objeto principal de nuestros estudios masónicos es luchar contra ella y la “Tiranía” (las bajas pasiones). “Simón Bolívar, prócer, masón y Libertador de nuestro país Venezuela, lo expresó muy bien cuando dijo: “Nos someten más por la ignorancia que por la fuerza”. La Masonería se formó en torno a un “Espacio”, y esta sociabilidad la llamamos “Fraternidad”, base primordial de la vivencia en las “Logias”, en torno a la cual nos congregamos o reunimos. Al espacio o Logia delimitado por nuestras constituciones, estatutos generales y reglas, que a la vez la denominamos secreta, nos ha traído muchos inconvenientes. No hay una institución en el mundo que haya sido tan vapuleada y perseguida como la Masonería: nuestra falta grave es que somos: “Libres”, lo cual significa que no somos dogmáticos y fanáticos, y todo lo basamos en la razón. En los siete principios Herméticos contenidos en el Kibalion, una de ellos dice: “toda causa tiene un efecto, y todo efecto tiene una causa”. En este principio basamos toda nuestra investigación, nada existe por casualidad, sino por causalidad. Todo partido político, toda religión, todo lo que existe, todo lo que se piensa, se dice y se practica tiene una causa. Se levantan, por ignorancia, tantas conjeturas en torno a las actividades masónicas (ser lugares de lujuria, prostitución y de magia negra, etc.): la Iglesia Católica no soporta que somos una institución iniciática, y parece que nos toma como una competencia: un error garrafal, no somos religión y muchos menos perseguimos a la “respetable Iglesia Católica”, y la consideramos como portadora de un conocimiento iniciático profundo, solo que no lo transmite a sus feligreses, están llenos de símbolos que transmiten conocimiento: si le preguntas a un católico por qué lo es, su respuesta es primero tradición familiar y segundo porque “cree en Dios, la Virgen y el Maestro Jesús”. Algunos gobiernos y regímenes nos consideran sus enemigos, otro error garrafal, no perseguimos ni conspiramos contra ningún sistema gubernamental y político. La masonería forma hombres y mujeres con buenas bases filosóficas para hacer de este mundo una sociedad justa. La masonería no ha intervenido jamás en ninguna religión y en la política, ahora bien: sus integrantes, con la formación que tienen, son libres de ser parte de la política y de las religiones, pero en forma personal e individual, todo lo que diga, y lo que haga jamás lo hace en nombre de la institución: si esto, llegara a suceder lo contrario, estén completamente convencidos que la masonería desaparecería totalmente, como ha ocurrido con muchas instituciones en el mundo. Otra conjetura es nuestro “secreto masónico”, el secreto consiste en que la “comprensión del conocimiento” de los “símbolos masónicos” no son transmisibles, porque es un conocimiento espiritual, y lo del espíritu del espíritu es, solo damos pautas para su estudio e investigación. Recordemos que todo el conocimiento espiritual e iniciático desde la noche de los tiempos está contenido en símbolos, porque cuando se transmite de oído a oído se deforma el conocimiento, este es el motivo por el cual está contenido en “Símbolos”. Pongo un ejemplo: la Iglesia Católica tiene una simbología impresionante: el pescado, el agua, el pan, el fuego, la oveja, el vino, el pastor, y el más impresionante, que no lo tiene ninguna religión en sus ritos: cuando se celebra el ritual de la Misa: la Eucaristía, la “Transustanciación”, de la sangre y el cuerpo del Maestro Jesús”, con el vino y la Hostia.  Volviendo al “Secreto Masónico” no entiendo porque tantas conjeturas negativas, nosotros juramos no decir nada de lo que se trata en nuestras Tenidas o reuniones. Esto también ocurre en las reuniones religiosas, políticas, militares, económicas, privadas: no se puede informar a nadie de lo tratado a no ser que haya sido autorizado para ello. Nuestro conocimiento es “esotérico”, interno, y el de las religiones es “exotérico”, externo. Nuestros conocimientos acumulados a lo largo de nuestro sendero iniciático, es útil para el masón, y con nuestro reflejo en el mundo profano pretendemos transmitir nuestra fraternidad llena de paz y de amor, basados en nuestra comprensión de los conocimientos adquiridos. “La masonería es una sociedad que tiene secretos, pero no es secreta”. (Las Ligas Masónicas. Una Sociabilidad Pluriformal-Luis P. Martin – Université Biaise Pascal).