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Obreros de Hiram Abiff: La masonería

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«Engolfarse en las obras históricas de la Masonería, equivale a marchar por innumerables laberintos, porque sus autores se contradicen unos a otros. El motivo es evidente y consiste en que hay algo extraño acerca del origen de la Masonería”. (Eligen Lennoff, en su libro Historia de la Masonería en Francia). Sobre la Masonería se pueden leer un mar de escritos, libros, charlas, pero nadie ha podido definir concretamente la masonería. Todos se pierden en el mundo de la moral, es como un límite mental que se colocan los que entran a la Masonería, donde creen que la institución es para hacer seres humanos buenos dentro de ella, y están muy alejados de la realidad. La Masonería no hace seres humanos buenos, aquí se viene es a “Abrir Consciencia”, y los que creen en  la moralidad de la masonería están encarcelados en la “Conciencia”, es psíquica y mental, aunque suene redundante, como lo dice el Papa Francisco, para ser bueno no es necesario creer en Dios. Igual digo, para ser bueno no es necesario entrar en la Masonería. En este plano en que habitamos todo es “Trascendente y no Trascendente”. No trascendente: las leyes, constituciones, normas estatutos, etc. elaboradas por el ser humano, que muchas se hacen acomodadas a su conveniencia. Trascendente: el Profano que se inicia, empieza a abrir Consciencia, trasciende la ley, la tiene intrincada en sí mismo. Cuando aceptamos a un Profano ser admitido en nuestros Augustos Misterios, es investigado y reconocido como apto por sus virtudes. Por lo tanto, no aceptamos a nadie de bajas pasiones. Cuando nos referimos en la masonería a las bajas pasiones, nos referimos al “Dogmatismo, Fanatismo, Hipocresía y Ambición desmedida”. Estos enemigos tienen velada la Consciencia para comprender los misterios del conocimiento de los estados superiores. Bien lo decía René Guenon, la creación de la primera Gran Logia en Inglaterra, comenzó la masonería a perder su verdadero objetivo, se le inculco la moral y mucha religiosidad, que le impide “Abrir Consciencia”. Esto nos trajo, no conocimiento, si no lucha de poderes, que traen tanto conflicto en su vida interna, donde cada quien quiere imponer su verdad como si fuera un dogma. De aquí su cantidad de divisiones e incluso ritos, y esto hace que no seamos tan fuertes como debiéramos en ser en la sociedad. El único poder por el que lucha un verdadero Iniciado es el “Poder de dominarse así mismo, Conocerse a sí mismo”. Pero como dice René Guenon, todos tenemos nuestro nivel de estado de consciencia y nuestro “Proceso”. Y lo que hay que respetar en el ser humano es su proceso, porque todos lo tenemos, y este proceso es el que nos lleva a subir de nivel de estado de consciencia, pero es importar aclarar, este proceso nos puede llevar varios ciclos de vida, y dependiendo de nuestro trabajo iniciático, depende nuestro nivel de estado de consciencia en cada ciclo. La Masonería es a dogmatica, filosófica, iniciática, laica y progresista. Libertad absoluta de Conciencia y Consciencia. Lo que sí es cierto e indiscutible, no dogmatico, es que para conocer nuestra Augusta Institución, hay que estar dentro de ella, experimentarla y meditarla. Se ha tratado de finir en tantas formas que se llega a la contradicción. La verdadera comprensión de la masonería, viene de uno mismo, que es lo que llamamos nuestro verdadero secreto, el cual es difícil de comunicarlo, porque las cosas del espíritu no se pueden explicar con la palabra, porque esta mas allá de los físico. La esencia de la masonería es muy sutil e incomprensible para el profano, porque es una experiencia interior, un proceso interno que te prepara para tener una actitud ante la vida y el macrocosmos. El masón se expresa sin dogmas ni adoctrinamientos ideológicos o religiosos. La Masonería se ha considerada como “secreta”, en la edad media los grupos de masones, Logias, se reunían personas, en primer lugar a dogmaticas, descontentas con las cortes, reyes y regímenes religiosos, por lo tanto lo allí tratado se jura no comentarlo en el mundo profano, bajo severos castigos. De allí salieron grandes líderes en el mundo que lucharon contra las injusticias y a favor de  la libertad. Estos masones influyeron en el mundo profano con su conocimiento y sabiduría, pero es bueno aclarar: la masonería no estuvo nunca involucrada en nada, y aun así fue perseguida y vejada, solo porque somos seres humanos “Libres”. En los actuales momentos es muy respetada, reverenciada, pues está compuesta de hombres honestos y de buenas costumbres, presentes en la filosofía, teología, escritores, actores, artistas, pintores, religiosos e incluso políticos influyentes en su medio. Nuestra Augusta Institución, sus integrantes son de diferentes pensamientos filosóficos, religiosos, políticos, de las artes y de diferentes capas sociales y económicas. Si damos una mirada atrás en el tiempo, vemos que la masonería es difícil de describir sus comienzos, solo nos explican la fundación de la primera Gran Logia de Inglaterra a partir de 1717. Para mi comprensión, sus inicios obedece a una causa, la búsqueda de las respuestas de las tres interrogantes del ser humano: de donde vengo, que hago aquí y para donde voy, sin respuestas, porque no está accesible a la mente humano, esta mas allá de lo físico, y la masonería gira alrededor de la respuesta de estas tres preguntas para poder abrir consciencia. En los talleres de las construcciones existían habitaciones para los obreros, y esta es una las primeras formas de nacimiento de las llamadas “Logias” y convivencia. Los primeros vestigios de la masonería se remonta a los años 1091, siglo II después de Cristo, con el Abad Guillermo Von Hirschan (Conde palatino de Scheuren, comuna suiza del cantón de Berna), agruparon los obreros que necesitaban para las obras, quien fue el Maestro de la Logia de San Emmoran  en Regensbourg (Alemania). Ya para el Siglo XIII se conocían picapedreros, no sometidos a los conventos, corporaciones de afiliados de oficio y arte con signos de reconocimiento, los Maestros tenían, lenguaje simbólico y signo que imprimían en las piedras que colocaban para la obra. Los Maestros enseñaron el arte de la arquitectura, sus conocimientos se les llamo el “Arte Real” o Arte Regio (modus operandi, enseñanza filosófica e iniciática, mencionada pero no revelada por Platón en sus diálogos Eutidemo y el político) en el seno de las logias. Para concluir, no tenemos secretos, ni poder para dominar al mundo. Nuestro secreto es lo que comprende cada uno de los Símbolos, intransmisible por ser espiritual y nuestro reconocimiento. Nuestro poder está en transformar al mundo con nuestro comportamiento, conocimiento y sabiduría. la Masonería, como la Sabiduría, sólo se revela y entrega su tesoro a quien la ama. «A ciertos misterios, aunque sean notorios se les debe tributar respeto por medio del velo y el silencio». (J. W. von Goethe 1749-1832. Dramaturgo, novelista y poeta)

 

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