“Y desterrado Adán, colocó Dios delante del Paraíso de delicias un Querubín con *Espada de Fuego* (Flamígero), el cual andaba alrededor para guardar el camino que conducía al Árbol de la Vida” (Génesis 3:24 – Sagrada Biblia 1968 –  pag.12 – imprematur 1968-1980). El hombre está dotado de razón, es vida consciente de sí mismo, tiene una conciencia de sí mismo y de sus semejantes, de su pasado y de sus posibilidades de su futuro, y también es consciente de donde viene, que hace aquí en este plano y hacia dónde va, por lo tanto, vive en constante búsqueda de respuestas espirituales, esta cualidad nos diferencia del reino animal. La espada flamígera posee una hoja zigzagueante y ondulada, la intención de esta caprichosa forma es la de representar el fuego en movimiento. Esta espada está considerada todo un símbolo rodeado de leyendas esotéricas y misteriosas, es para los masones, el símbolo del honor, de la conciencia y de la protección. Es el Venerable Maestro (Quien dirige las Tenidas o reuniones) el encargado de irradiar la luz que desprende la hoja de la espada con sus reflejos zigzagueantes a todos los miembros de la orden. Esta luz que desprende la espada flamígera debe llegar a todos los rincones del mundo extendiendo así la sabiduría frente al oscurantismo y la hipocresía. En el Libro de la Ley, La Biblia, se dice que el ángel (Querubín) que arrojo a Adán y Eva del paraíso, guardo las puertas con una espada flamígera ó de fuego. La Biblia nos narra que desobedeciendo la prohibición de Dios, y bajo la promesa de la Serpiente ó Hiblis de ser “como” dioses, Adán y Eva, comen el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, han desafiado a Dios en busca de su libertad, mas sin embargo jamás serán libre en su totalidad si no se liberan del “hombre mismo”. El Ángel con su espada flamígera, nos ayuda a desarrollar nuestras facultades y divinidad interior, la espada flamígera puede tener una relación directa con el nombre de Dios. La espada flamígera es un símbolo masónico de honor, ciencia, conciencia, protección, es un símbolo de autoridad, poder y el castigo al mal. La Espada Flamigera es la luz y el relámpago y la vaina es representación de la oscuridad, su destello sólo pueden soportarlo los hombres o mujeres cualificados, por lo que un profano no puede desenvainar. En el sendero Iniciático la Espada Flamigera es emblema de autoridad, pues quien la porta es experto en las ciencias y las virtudes, quien debe derramar sus luces y conocimiento entre quien los rodea. Con el pasar del tiempo, su uso pasó de ataque y defensa a un ámbito simbólico, adquiriendo un sentido más espiritual, utilizándolas en actos ceremoniales y denotando rango y posición en las personas que las portaban. La ondulación se refiere a un movimiento que transforma la espada rígida en un arma viviente, símbolo de la irradiación del pensamiento y del Verbo. La interpretación de este símbolos es la lucha constante  entre dos principios: El Bien y El Mal, y para este último hay un castigo reservado, cuál es el fuego destructor de lo contrario a las virtudes. También guarda relación con el Kundalini o fuego serpentino utilizado en el Budismo, Taoísmo, el Sijismo, Gnosticismo, el yoga y el Tantra, es como un portal a la elevación de los niveles de estado de conciencia. La Espada Recta simboliza el poder espiritual, pero a diferencia de la Flamígera, esta representa el “inacabado”. El que dirige en el sendero iniciático, la Espada Flamigera, simbólicamente, significa el que orienta y protege  de los embates del mal que afecten la armonía en la reunión o Tenida, emblema de autoridad, por otro lado, la purificación hace referencia a “separar lo sutil de lo espeso”. La Espada se distingue por la forma ondulada de la hoja, semejante a una llama de fuego, y su ondulación la transforma en una espada viviente, simbolizando la irradiación del pensamiento y del Verbo. Representa la eterna lucha que existe entre el bien y el mal, entre el vicio y la virtud, entre el error y la razón, no es un arma de combate, se emplea como persuasión y de dominio para el entendimiento humano. Es inconfundible la enseñanza simbólica que nos proporciona, es uno de los elementos simbólicos de la masonería, junto con el compás que representa la geometría, la escuadra que representa la rectitud tanto intelectual como moral, o la granada que se identifica con ideas de superación. No lleva funda, tiene que estar dispuesta para impartir la ciencia y la virtud, y dispuesta para quienes necesiten, pues sus luces y conocimiento son virtudes del masón estudioso y progresivo. Esta espada no posee vaina por varios motivos: el fuego no se puede envainar, y además por representar a la Ciencia y a las Virtudes éstas deben estar al alcance de todos. No se envaina nunca la Espada, esto significa que la voluntad de todo Masón Libre es que la verdad debe brillar siempre por sobre la oscuridad, dado que la Espada Flamígera  representa el fuego. “En la Tradición Hermética, la Espada Flamígera simboliza el Fuego Alquímico Purificador. Como “arma de escisión” entre El Paraíso y la Tierra, igualmente es el Arma de re-conquista del Estado Primordial. Símbolo de la conquista del conocimiento y con la adquisición de éste, se adquiere la liberación de los deseos inferiores, la Espada “degüella” al “hombre viejo, lo reconoce como un “ordenador” y Cooperador del Dios Muy Alto y lo instruye en los Misterios de las Cosas Divinas” (Q. H. Fermín Vale Amesti – La Espada Flamígera).


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