En la historia de humanidad el signo de la cruz ha estado presente en las diferentes culturas, incluso con objetivos muy diferentes a las que conocemos hoy. Está compuesta por dos líneas: una horizontal y una vertical formando cuatro ángulos de 90 grados cada uno, sumando 360 grados. Se calcula que este signo ha sido usado desde la edad de piedra, y sobresalen en Egipto, la India, China, Grecia, Mesopotamia, y América con sus aborígenes, etc. Si partimos desde el punto de vista matemático, la cruz se expresa a través del círculo. El círculo tiene un centro, un punto en el que, esotéricamente hablando, está el enigma de la Creación. Los científicos proponen la teoría del Big Bang, que es la explosión del punto de donde nació todo. El punto se ve algo insignificante en su forma física o matemática, e incluso gramatical, donde también expresa el final y comienzo de una oración. El Alfa y el Omega. La cruz con sus dos líneas: vertical y horizontal, también nos representa dos valores físicos, el bien y el mal. La línea horizontal (femenino): materia, tiempo y limitación. La línea vertical (masculino): es la síntesis, la superación personal, el sendero hacia la trascendencia. Estas dos líneas en el sendero espiritual nos recuerdan la relación y comunicación entre lo físico y los planos superiores. En la Divina Comedia, XIV, 103-129, se define la cruz como: “Es la gloria eterna adquirida por el sacrificio” (Dante Alighieri). La cruz es la dualidad de la naturaleza y la unión de los contrarios, el cual es para mí comprensión, de convertir todo en uno, se experimenta la trascendencia del espíritu. La cruz también nos expresa la integración de nuestra eternidad en el tiempo lineal, también nos enseña los cuatro elementos que conforman la naturaleza del Universo: agua, tierra, fuego y aire, unidos en el centro por la luz, su quinta esencia: el origen de la Creación. Desde siglos antes de Cristo hasta varios años después del mismo, la cruz representaba la “muerte”, era reservada para los esclavos, salteadores, asesinos y sediciosos. La muerte era terrible y dolorosa. El maestro Jesús fue un reo de sedición. Y también era la pena de muerte para los indeseados en los regímenes gubernamentales de los emperadores. La cruz de Ankh, es un jeroglífico, en el antiguo Egipto, tiene otra connotación diferente a la de la muerte, alli significaba: la vida, longevidad, salud eterna, es la llave para abrir la puerta del paraíso después de pasar de plano, llave de los misterios. Jack Tresidder (escritor de Nueva Zelanda – 1931) escribe sobre el ankh: “Su forma ha sido entendida como el sol naciente en el horizonte, como la unión de lo masculino y lo femenino, u otros opuestos, y también como una clave para el conocimiento esotérico y para el más allá del espíritu. La iglesia Copta de Egipto heredó el ankh como una forma de la cruz cristiana, simbolizando la vida eterna a través de Cristo”. Otras culturas religiosas también heredaron este magnífico símbolo. Haciendo una relación de la cruz con el cuerpo humano, diríamos: el ovalo es la cabeza, la línea vertical el cuerpo y la línea horizontal son los brazos extendidos. En otras culturas religiosas significa: la línea horizontal es la tierra, el cielo la línea vertical y el ovalo es el sol. También hay otro significado religioso con la fertilidad: a línea horizontal es femenina y la vertical es masculina y el ovalo es comparado con los ovarios, incluso la cruz es utilizada como amuleto para tener fertilidad, atrae aliento de vida, fuerzas vitales, favorece la sabiduría de quien ha vivido mucho y es amuleto contra las enfermedades físicas, psíquicas. La Cristiandad, en vista de la muerte y resurrección del maestro Jesús quien murió en La cruz por amor a la humanidad para mostrarnos el camino de la luz, la vida y así encontrar el sendero de la verdad, tomo como símbolo de amor a la cruz. De un acto terrible la cruz renace como símbolo de salvación espiritual. Solo hasta el siglo IV se comenzó a usar la cruz en los Templos Católicos. La mayoría de las instituciones esotéricas espirituales, la realización del ser humano la simbolizan por medio de un signo. El cristianismo representa la realización espiritual del ser humano con el símbolo de la cruz, porque la relaciona con la tradición primordial que se alcanza con la comunión perfecta de los estados del Ser. Rene Guanín analizando la cruz como símbolo, a la línea Horizontal la denomina “Amplitud” y la línea Vertical “Exaltación”. En la Línea “Horizontal o Amplitud”, nos dice Rene Guenon: “Es evidente que el estado cuyo desarrollo viene representado por la Línea Horizontal (amplitud), puede ser un estado cualesquiera”. Esta línea se denomina “Amplitud o Extensión” integra de la individualidad, tomada como base la realización. “Extensión” consiste en el desarrollo indefinido de un conjunto de posibilidades, sometidas a ciertas condiciones especiales de manifestación. La línea “Horizontal” comprende el número de indefinido de modalidades posibles de un mismo estado del ser considerado íntegramente y puede ser un estado cualesquiera, como un punto de partida y el soporte de dicha realización. Rene Guenon nos explica que la Línea “Vertical o Exaltación” representa la jerarquía que constituye una serie indefinida de estados múltiples del ser total comprendidos en el “Hombre Universal” o trascendido. El “Hombre Universal” es la realización efectiva de los estados múltiples del ser, es el conjunto de estados de manifestación. El “Hombre Universal” representa el Macrocosmos y el Microcosmos. El ser “Individual” es relativo e incompleto (Horizontal). El Hombre Universal es el principio de toda manifestación y el “Individual” es el resultante y su fin. La realización de la Individualidad integral corresponde al estado primordial o estado “Edénico”. En el estado de “Hombre Universal” se exalta a lo sublime, le surgen los grados, no humanos, en perfecto desarrollo.