OPINIÓN

Obreros de Hiram Abiff: Hermetismo y masonería

por Mario Múnera Muñoz P.G.M. Mario Múnera Muñoz P.G.M.

El hermetismo tiene una gran tradición y contiene una profunda sabiduría, que nos lleva a indagar, interiorizar y meditar sobre lo que está más allá de lo físico. Nos lleva a comprender que somos parte del Universo, macrocosmos, y que estoy integrado en el microcosmos. Nos lleva a comprender la relación individuo y universo. Esta comprensión en el sendero iniciático nos guía a un autoconocimiento sobre de dónde venimos, que hago aquí y hacia dónde vamos. Cuando reflexionamos sobre el macrocosmos y el microcosmos, nos lleva a comprender esa ley hermética contenida en el Kibalion: “Como es arriba es abajo”. Esta ley es parte de nuestra armonía diaria. En el sendero iniciático es muy importante sentir que uno es parte de un Todo, y que no estamos por casualidad en este plano, sino por causalidad. Llevamos dentro de nosotros una chispa, que nos invita a buscar conocimiento para correr el velo que no nos deja ver la verdad, para abrir consciencia. En la interiorización de los mensajes simbólicos y en la meditación llegamos a la comprensión de nosotros mismos y el universo. Es un sendero lleno de conocimiento, sabiduría que nos enseña los misterios de la existencia. El hermetismo y la masonería, una unión que le da vida al sendero iniciático, un conocimiento oculto que le muestra el objetivo de la misma, que es abrir consciencia. La masonería es una Augusta Institución que tiene por base de su conocimiento la alquimia y la filosofía hermética. La institución basa su instrucción en el contenido de los símbolos, que nos trae un mensaje esotérico, aunque algunos masones lo ven como un tinte de moral, pero todo depende de los niveles de conciencia y cualificación que posea el masón. El simbolismo masónico es una mezcla de las antiguas tradiciones iniciáticas y toma en cuenta los valores cabalísticos. No toda piedra de una cantera es especial para el trabajo iniciático. Es importante tener en cuenta, ¿un candidato, de qué cantera proviene? Un buen candidato a la iniciación debe reducirse a sí mismo, desprenderse de todo lo material y humano. En este estado donde se reencuentra consigo mismo, con su ser interior, comienza su sendero espiritual o Iniciático. Encontrándose así mismo, se prepara para morir al mundo profano, al mundo de las ilusiones, y este es el preludio del nacimiento de un ser humano nuevo. Es necesario que el Candidato pase por las pruebas del fuego y el agua tan necesario para que le caiga la venda de los ojos, y abra conciencia. Liberar la Luz interior es el objeto de las pruebas Iniciáticas. La totalidad del Esoterismo Masónico está contenido en los tres grados simbólicos, y están al alcance  solo para personas de estados de conciencia elevados por su profundidad. No crean que todos los masones lo comprenden. La mayoría de los masones solo reciben información de las enseñanzas que transmiten los símbolos en el sendero iniciático, pero la transmisión iniciática no la recibieron en su Iniciación, pero aun así, llegan a los grados más altos de la Masonería. Como no llegan a asimilarlos, nunca los poseen efectivamente. Están en posesión de un elevado conocimiento, pero ignoran para que sirva. En este estado están muchos intelectuales, ortodoxos y sobre todo los que se basan solamente en lo moral: no son libres. Una cosa es saber, otra conocer y otra comprender. La masonería solo contiene Tres Grados Simbólicos: Aprendices, compañeros y maestros, los grados del cuatro al treinta y tres son para profundizar en el contenido esotérico de los tres primeros grados. Algunos de los símbolos esotéricos que trabaja la masonería son: sal, mercurio, azufre: la sal purificada coagula el mercurio para al fin fijarlo en el azufre. La estrella de cinco puntas, Pentagrama, Microcosmos, símbolos de la voluntad soberana es el símbolo del ser humano perfecto. El maestro masón debe saber hacerse amar, y el, amar con una generosidad hasta llegar al sacrificio de sí mismo. El término Operativo en la Masonería no solo se refiere al trabajo físico, sino también, que las enseñanzas y conocimiento de los símbolos operen en el masón. Interpretaciones Herméticas: Azufre: Venerable – Mercurio: Pr. Vig. – Sal: Seg. Vig. – Fuego: Orador. – Aire: Secret. – Agua: Hosp. – Tierra: Tes. El maestro constructor lleva dentro de sí el Templo, que es una miniatura del cosmos. Los números y las figuras geométricas simbolizan enseñanzas metafísicas y ontológicas. Los rituales masónicos se construyen a base de símbolos, develando al masón una verdad que está más allá de lo físico. El simbolismo del Templo significa que hay un Templo que hay que construir en nuestro corazón. La masonería es una sociedad hermética con un gran marcado iniciático. El objetivo principal de la masonería es elevar la conciencia humana desde el cuerpo. Su símbolo principal es la escuadra y el compás: el primero simboliza el plano terrestre y el segundo representa la Creación de un Cosmos Ordenado. La “G”, representa a la Unidad del Todo. Albert Pike escribió: “La masonería es más rica en secretos que las Pirámides, que está ahí tan muda como aquellas lo estuvieron durante milenios a la espera del interprete.* El Alma de la Masonería se vivencia en el campo de lo interno, en el Templo interior, en lo esotérico, reservado solo a los iniciados, es una vivencia que trasciende lo racional, está más allá de lo físico. Es la introspección interior y la enseñanza se transmite a través del Simbolismo constructivo, que se basa en las herramientas de los albañiles y constructores de edificios.  El ritual es el símbolo en acción, el ritual es el medio de transmisión de una influencia espiritual y transforma en lo más profundo al iniciado en la Masonería. El Templo de Salomón representa al Templo Interior, el Templo Espiritual que el masón construye donde mora la divinidad y la fraternidad. El esoterismo masónico no es un medio de iluminación, es un medio de servir a la humanidad. La fraternidad en la masonería es el amor a la humanidad, y sin fraternidad no hay masonería. En resumen, el hermetismo en la masonería puede ser una invitación a profundizar en el autoconocimiento y a reconocer la interconexión de todas las cosas.