Todos tenemos conocimiento de que no todas las regiones del mundo celebran el comienzo del año el primero de enero. El papa Gregorio XIII, en el año de 1582, instauró el primero de enero como comienzo del año de 365 días. Se le denomina “calendario gregoriano” y fue adoptado por la mayoría de los países, sobre todo en donde se practica la religión cristiana. Este día también se celebra la circuncisión y recibe su nombre el maestro Jesús.
Si le damos una mirada a la historia, en la época del emperador de Roma Julio César, el año 47 a. C., el mes de enero era el décimo mes del año, tiempo en que se posesionaban los cónsules en sus cargos, e instauró el calendario juliano en el que el primero de enero se le dedicó al dios Jano, de dos caras: una miraba atrás y otra adelante.
Antes del año 47 a. C. los romanos celebraban el principio de año en el mes de marzo, como lo tenía instaurado el emperador Numa Pompilio, segundo rey de Roma. Este día del primero de enero ha influenciado a todas las culturas, incluso, aunque no lo celebren, se unen a esta fiesta con luces pirotécnicas. La china tiene un calendario lunar, por lo tanto, el primer día del año (4.718) es entre enero y febrero, primera luna de Acuario.
El año nuevo Judío (5.780) (Rosh Hashaná), el primero y segundo día de “Tishrei”, este mes coincide con septiembre y octubre. Consumen en esta fecha manzanas mojadas en miel y granadas: desean que su nuevo año sea dulce y de tantas buenas acciones como semillas tiene la granada. Los musulmanes celebran el año nuevo entre el 19 y 20 de agosto el año 1397 o 1454, y conmemoran el año en que el profeta Mahoma hizo la “Hegira” o traslado desde la Meca a Medina, en el año 622 d. C.
La Iglesia Ortodoxa Cristiana celebra el nuevo año el día 14 de enero, según el calendario gregoriano, en el que la Navidad se celebra el 7 de enero y una semana después, el 14 de enero es el Año Nuevo. El Año Nuevo hindú, se celebra el “Diwali” o fiesta de las luces, el 19 de octubre.
A partir del año 1582 se instauró oficialmente el calendario gregoriano, sustituyendo al juliano. En las culturas chinas, musulmanas y hebreas, el año está vinculado con el ritmo de la Luna, en cambio el gregoriano está vinculado al Sol.
Astronómicamente, el año comienza el 21 marzo con el equinoccio de primavera (hemisferio norte), estación en la que la vida renace y los frutos se multiplican. O si se prefiere, en lenguaje astrológico, cuando el Sol alcanza el cero grado del signo de Aries, primero del zodíaco. “Nosotros, los masones, festejamos el año nuevo en esta época”. ¿Cuál será el verdadero año?, ¿de cuál cultura? Lo importante es que los seres humanos vivamos fraternalmente y en tolerancia.
En estas festividades recordamos los momentos más difíciles y los buenos, y hacemos promesas para reparar los errores y mejorar lo realizado. Vemos cómo nuestros hijos, unos se preparan para el futuro, otros ya viendo el fruto de sus estudios en el mundo laboral. Se siente esa satisfacción de la misión cumplida cada año que pasa. No hay fracasos, solo se adquiere experiencias y enseñanzas.
Dicen los grandes filósofos que el éxito está lleno de fracasos en sus inicios y el progreso depende de estas experiencias. El masón debe ser constante, firme, leal, practicar la Justicia y la equidad. La masonería es una, los masones somos numerosos como la semilla de la Granada. Somos hombres y mujeres de buenas costumbres, llenos de ciencia y virtud. Este es el reflejo que debemos transmitir ante el mundo profano que queremos transformar con nuestros actos.
Somos de naturaleza libertaria, pero somos libres en nuestro ser interno: indiferentes ante la humildad e indiferentes ante el orgullo, en el centro. El desorden mundial, por la lucha de poderes, imposición de ideas políticas y religiosas causa desastres imperdonables.
Nuestra augusta institución no escapa a estos pormenores profanos, estamos los masones en crisis, mas no la masonería. Estamos a merced de la ignorancia, la soberbia y la vanidad: enemigos eternos de la masonería. No podemos ser libres sin antes ser iguales para poder ser fraternos. El año 2020 fue marcado por la pandemia covi19 con un impacto socioeconómico muy profundo.
Esta pandemia nos ayudó a ver a todos los actores reales en beneficio de la sociedad y nos dibujó un concepto real de lo que es la sociedad. Los problemas son para resolverlos, todos conocemos esta crisis y entre todos la venceremos. Esta crisis nos ha mostrado lo efímero de la vida, porque no tiene clasificación de dad, género, dinero y raza: somos iguales. Que esto sirva para la reflexión. Feliz Año 2021
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional