OPINIÓN

Obreros de Hiram Abiff: El iniciado y los poderes mentales

por Mario Múnera Muñoz P.G.M. Mario Múnera Muñoz P.G.M.

Este tema es muy delicado para reflexionar, porque aquí nos encontramos con la aceptación o rechazo de la ciencia y del mundo espiritual. El mundo de la mente es demasiado complejo, su relación absoluta con el cerebro lo expande o lo limita: es muy subjetivo, incluso para conceptualizarlo, no hay espacio para definirlo. La ciencia solo acepta los resultados concretos de su investigación, de lo contrario es falso o inexistente. Los poderes son más dirigidos al campo de la “percepción extrasensorial” (Joseph Banks Rhine – psicólogo), que consiste en la información no obtenida por los sentidos físicos, pero si por la mente, tales como: clarividencia, precognición, la psicometría, telepatía, etc. Estas manifestaciones en el ser humano existen desde los comienzos de su historia, pero la Iglesia ha satanizado a las personas que tienen esta cualificación para expresar estos poderes. Si la ciencia no lo admite, se recurre al sendero esotérico o iniciático. Todos estos poderes se pueden controlar por medio de la meditación. Recordemos que estos poderes no tienen nada que ver con lo espiritual, pertenecen a la mente. El libro de la ley hace mención a estos poderes en grandes iniciados, los cuales lo utilizaron, no para beneficio propio si en bien de la humanidad. Al iniciado solo le es suficiente el conocimiento puro y tradicional. Comienzo este tema con un enunciado que rompería los esquemas de aquellas personas que se vanaglorian de tener ciertos poderes psíquicos y lo consideran como una bendición del Creador. Es cierto que todo lo que nos rodea, e incluso todas nuestras facultades mentales, son para beneficio del ser humano, pero existe un gran inconveniente: si el ser humano no está calificado y cualificado para hacer accionar energías desconocidas, todo lo que le rodea y sus propias facultades solo le servirán para su propia destrucción y, lo más grave aún, es que la sola detención de su desarrollo espiritual ya es una consecuencia bastante grave. Observemos dos ejemplos de personas que han desarrollado a voluntad poderes psíquicos: a) Es muy notorio que a través de los tiempos un porcentaje muy amplio de personas de bajo nivel intelectual y espiritual son las que desarrollan poderes psíquicos. Que ocurre con esto: estas personas, al manifestarse públicamente haciendo alarde de sus poderes para curar enfermos y otro tipo de efectos, el vulgo ignorante los califica de santos. Incluso, el dueño de dichos poderes también se lo cree y comienza a comportarse como si lo fuera. Ríos humanos buscan a estas personas y las consideran como ángeles enviados por Dios para calmar un poco sus tribulaciones. Muchos comienzan a vestirse de blanco, para impresionar, y toman una actitud serena y equilibrada, y se convierten en explotadores de la buena fe de muchos seres humanos. b) Cuando observamos a seres humanos, que son pocos, con este tipo de poderes, de un alto nivel intelectual, es más grave, pues conscientemente comienzan a explotarlos con beneficios lucrativos. Son una amenaza, saben alienar a las personas y caen en sus redes. Su alto nivel intelectual y con poderes mentales desarrollados, los emplean para embaucar y hacen creer a los creyentes que son profetas enviados por Dios. La mayor parte se rodea de un ambiente de ostentación de lujo, con ceremonias pomposas para impresionar. Alrededor de este ambiente se forman empresas con movimientos macroeconómicos, salidos de los bolsillos de sus incautos seguidores. Debemos tener en cuenta que el resultado de la acción de estos poderes psíquicos «no consiste en milagros», pues el hecho de accionar energías para controlar otras, no tiene nada que ver con esto. Un «milagro» es debido a la acción de una «influencia espiritual» y no debido a una «acción psíquica». Ahora bien, aparte de la ignorancia del hombre, estas cosas ocurren también por la falta de un líder espiritual. El ser humano ha perdido la fe en las enseñanzas tradicionales. Toda creencia, regularmente, tiene base tradicional. Al perder la fe busca afianzarse en lo fenoménico. Considero que los seres humanos de poca fe, de poco nivel espiritual, creen que Jesús, Chrishna, Budha, impresionaban a los seres humanos de la época con poderes psíquicos. Estos poderes no los necesita un ser que ha trascendido el plano físico, un ser de luz, por su «Alto Nivel Espiritual». El maestro Jesús dijo: «Muchos falsos profetas se harán pasar por mí e incluso harán lo mismo que yo hice…». Los poderes de estos falsos profetas provienen de la individualidad, pero a los seres trascendidos, a los seres de luz, les provienen del Alto Espíritu, del «No Manifestado».»Lo que proviene de la carne, carne es. Lo que proviene del espíritu, espíritu es». En otras palabras… Lo no manifestado es superior a lo manifestado. En conclusión: los poderes psíquicos desvían al ser humano de su camino espiritual en este plano, pues desarrolla su mente (individualidad) y no un desarrollo de realización iniciática (espiritual). La iniciación no tiene como objetivo adquirir poderes; su objetivo es su desarrollo espiritual; contacto con los «planos superiores». La iniciación tiene como objetivo principal: abrir conciencia y para lograr esto, se debe practicar el desapego y el desprendimiento.