OPINIÓN

Obreros de Hiram Abiff: El Gran Arquitecto del Universo (I)

por Mario Múnera Muñoz P.G.M. Mario Múnera Muñoz P.G.M.

Según mi comprensión, para el ser humano, uno de los temas más fascinantes es “Dios”. Dentro de la Creación, al ser humano se le considera la criatura más perfecta, y no es para menos, somos los únicos que estamos dotados de “La Razón” y La “Consciencia”. El resto de los seres vivos no son consientes de su estado. Desde un granito de polvo y todo el Reino Mineral, tiene vida, tiene átomos, no tiene emociones y no siente; el Reino Vegetal, no tiene emociones pero siente; el Reino Animal, están dotados de emociones expresivas y sentimientos. En este reino se habla mucho del instinto, pero no lo comprendo así, tiene su inteligencia, no su razonamiento, así lo ha demostrado las investigaciones de la ciencia. El Ser Humano Primitivo, siente, tiene consciencia, tiene emociones, sentimientos, razona, tiene discernimiento, hace contacto con la naturaleza, toma conciencia de lo que ve y su fragilidad. Decimos que el ser humano está dotado de todos los sentidos y sobre todo de la razón. En su razonamiento se pregunta: de dónde venimos, que hacemos aquí en este plano y para donde vamos, sobre todo quien nos rige. Como no encuentra respuestas, inventa dioses y los ve muy lejanos; inventa  religiones, ritos, para agradarle a sus divinidades, incluso muy extravagantes, hasta el punto de hacer sacrificios humanos para agradarles. Esto no ha cambiado mucho desde la aparición del ser humano sobre la tierra: sigue en su búsqueda de lo absoluto; actualmente existen más de 3.500 religiones con sus respectivos dioses, con sus rituales. Los nombres de dioses son por cantidades. Pero nada de esto es para juzgar al ser humano primitivo hasta el ser humano actual, al contrario alabo esa voluntad tan poderosa de buscar como tener contacto con la divinidad y nuestro origen primigenio. Lo único que juzgaría, es el fanatismo que demuestran las religiones, porque todas son fanáticas en el fondo con sus estrictas reglas y leyes, nos impiden llegar a la verdadera “comprensión” de la Unidad, del Gran Arquitecto del Universo. Para que exista una religión debe tener un libro y un dogma. Hay instituciones que se han formado para transmitir un mensaje “Espiritual”, que las religiones tratan de transmitir, pero sin dogmas. Una de estas instituciones es la Masonería, que nos lleva a una búsqueda espiritual infinita, en busca de un absoluto. El mensaje es que el centro espiritual, está dentro de nosotros, que somos parte de esa “Gran Energía Universal”, es la creadora del Universo con sus leyes. La búsqueda de este mensaje está contenida en los “Símbolos», que es un punto de encuentro donde nos nutrimos de conocimiento y sabiduría, todo de acuerdo a nuestro nivel de estado de conciencia. En el sendero Iniciático el conocimiento esta encriptado en “Símbolos” y solo es develado por hombres y mujeres cualificados (nivel de estado de conciencia), que tienen su mentes libres para descifrarlos, incluso, las mismas religiones representan sus conocimientos en Símbolos, ejemplo: el Ging y el Gang, la Oveja, el Pastor, el pan, el vino, la paloma, la serpiente, el dragón, la vaca, el elefante, etc… El símbolo no es un ídolo, es para interpretarlo. La Gran Energía Universal, como la comprendo, es también llamada el “Gran Arquitecto Del Universo”, nombre que no hiere susceptibilidades con ninguna creencia religiosa, pues en esta institución ingresan personas de todo tipo de creencias religiosas. En la Masonería, (el camino al autodescubrimiento) el conocimiento le ayuda a conocer más sobre su creencia religiosa, pero si llega a cambiar de opinión o credo es por sus investigaciones: el masón es un estudioso de las ciencias de toda índole. No hay límite en sus estudios, es un desarrollo individual donde se le ayuda a superar la ignorancia y a llegar a ser libres, basados en el desapego y desprendimiento. “El Gran Arquitecto del Universo y el Universo” se ven como uno. “El Todo” es “Uno” y “Uno” es “El Todo”. Sabemos que esta forma de nombrar al Creador del Universo ha suscitado mucha controversia, porque los que diseñaron un concepto de Dios, lo hicieron en una forma muy errada, inventaron un Dios (antropomorfo) con todos los defectos del ser humano: ira, venganza, castigo, premio, etc. Que no son propias de un Gran Ser perfecto y libre de pasiones humanas. Solo miremos el “macrocosmos” y también el “microcosmos”, que somos nosotros, es imposible no llegar a la conclusión de que hay una Gran Energía rectora y sus leyes que mantienen el Orden al Caos. La Masonería y los masones nunca concluyen, sus estudios siempre están en constante evolución, no de cambios, sino de conocimientos que le ayudan a comprender más ampliamente lo concerniente al Absoluto o el No Manifestado. “Para el teísta ver en “El Gran Arquitecto del Universo”  al dios revelado, para el deísta el símbolo del creador más allá de la revelación y de todo dogma, para el filósofo el símbolo de la inteligencia suprema, para el agnóstico el gran organizador de los misterios; para el ateo el símbolo de la conciencia colectiva; para el científico el símbolo de la vida conforme a las leyes naturales, para otros el principio de organización de las fuerzas naturales que reaccionan en el universo”.(Q.H. Alcoseri – Orlando Galindo – Monterrey – México). El concepto sobre la “Gran Energía Universal” en el libro del Tao Te King es: “Dios es la gran inmensidad en el gran lleno, y la gran inmensidad en el gran vacío”. El Gran Arquitecto del Universo, no es un objeto, esta fuera y totalmente dentro de nosotros. El Mason no cree en nada, “comprende” las cosas trascendentes, el que cree, (es externo), siempre hay una teoría que le hará cambiar de creencia, en cambio el que “comprende” (es interno), es su mayor secreto, no puede transmitirlo, porque las cosas del espíritu son del espíritu y las de la carne son de la carne. Nuestro espíritu es una chispa que procede de la Luz, de la Gran Energía Universal.