El tema del “círculo” abarca varias campos de acción, así lo comprendo: La geometría, lo espiritual e iniciático, la astrología y la astronomía., pero solo en la geometría y lo iniciático haremos una breve reflexión sobre ellas. “La circunferencia” es una línea curva cerrada donde todos los puntos están a la misma distancia del centro. Ahora bien, “círculo” es una figura plana delimitada por una circunferencia y su interior, el círculo solo posee longitud.Desde el punto de vista de la geometría el círculo y la circunferencia tienen un campo de acción muy amplio para ser tratadas. Solo nos limitaremos a reflexionar sobre el círculo en el campo iniciático. El círculo nos lleva a la comprensión que está más allá de lo humano, a la verdadera realidad donde la ilusión no tiene cabida. Es un “símbolo” que nos lleva a la misma profundidad del origen del Universo, representado en su “punto central”, es el origen y manifestación del no manifestado en toda su extensión. El círculo no tiene principio ni fin, es por eso que nos representa simbólicamente al no manifestado, que se manifiesta en toda la creación y lo contiene todo. En el principio fue el círculo expandido en espacio. Nos manifiesta que todo en el Universo es “cíclico”, como la rueda del Samsara, círculo de nacimiento vida-muerte-reencarnación. Como lo dijo Heráclito, filósofo griego: “En el círculo se confunde el principio y el fin”. En el sendero iniciático nada es lineal, porque sería una sola ley, nada evoluciona y todo sería estático, y las leyes del Universo son en constante movimiento y evolución. Ningún momento es igual al pasado ni al futuro: es lo más hermoso de la Creación, y todo tiene su objeto, nada es la deriva. Nuestro desarrollo espiritual y material se basa en el movimiento circular. Todo es sufrimiento, pero el círculo también nos lleva a la liberación del sufrimiento con la práctica del óctuple camino. El círculo nos representa el estado primigenio y el cuadrado el mundo material. Es por esta razón que muchos templos son de base cuadrada y con una cúpula circular, es la unión de lo celeste con lo terrestre. San Agustín decía: Dios es una esfera cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna”, hay que ir siempre hacia el centro o punto del círculo que lo contiene todo y sostiene el Universo. Nosotros giramos alrededor de nuestra conciencia, y en el centro encontramos la calma espiritual, más allá de lo físico, más allá del entorno exterior. Cada ser humano tiene un proceso diferente para buscar el centro, hacia sí mismo. Está más allá del mundo de la ilusión y el ego. Todo tiene su tiempo, no lineal. Algo que empiece y termine sin consecuencia en lo inicial, no tiene sentido. La meta de un proceso siempre se relaciona con su origen. “Mándala” es una palabra del idioma “sánscrito” y el cual significa: “círculo”. Son diagramas geométricos que se utilizan en el hinduismo como soporte para meditar con cualidades espirituales. Albert Einstein decía: “Nuestra tarea debe ser liberarnos, ampliando nuestro círculo de compasión para abarcar a todas las criaturas vivientes y la totalidad de la naturaleza y su belleza”. Horacio Ramírez (30 de agosto de 2021) en su artículo: simbolismo y metafísica del círculo dice: “En el círculo, el Alfa es la Omega y la Omega, Alfa: el punto central expandido sobre sí mismo. Perfecto en el punto y en su expansión. Es a la vez su esencia, y perfecta en ambas”. Y Proclo (filósofo griego) nos dice: “Todos los puntos de la circunferencia se vuelven a encontrar en el centro del “círculo”, que es su principio y fin y Plotino (Licópolis – actual Egipto) dijo: “El Centro es el padre del círculo”. Dentro del círculo solo hay silencio, lo contiene todo y al Todo, nada sale ni entra. Fuera del círculo es ausencia, es nada. Dentro del círculo no hay tiempo ni espacio. La cruz dentro del círculo, es su cuadratura, es la base de todos los símbolos, y es utilizado por todas las culturas y en todos los tiempos. Para comprender el significado de la cruz hay que verla dentro del círculo con cuatro ángulos de 90 grados, que suman 360 grados. Esta es una de los más grandes misterios matemáticos: la cuadratura del círculo. La línea horizontal es lo femenino y la vertical masculina, es el punto de comunicación entre lo espiritual y lo material. Todo círculo es un cuadrado pitagórico y está representado en el “Hombre de Vitrubio” de Leonardo (pintor italiano): el centro del círculo está en el ombligo, universalidad temporal del origen. El maestro Jesús muere en la cruz, que simbólicamente representa la muerte de la personalidad llana a merced del espíritu, es la gloria eterna adquirida por el sacrificio. La cruz representa la integración a nuestra eternidad y la expansión de la vida en todas las direcciones, con los cuatro elementos: aire, tierra, agua y el fuego, la temperatura que motiva la transformación de la materia, y en su centro donde está la Quinta Esencia, la luz: la energía crística. La cruz inscrita en un círculo es el progreso y evolución de la conciencia. La vida nada de rectas, todo es un círculo. Todo lo que sale del ser humano, regresa a él y todo lo que sale del espíritu regresa al espíritu: el círculo y la cruz. En conclusión: es la ley del círculo la que rige al Universo. El círculo y el punto en el centro, representa la causa primera, al uno y al poder creador. El centro es la fuerza espiritual.